«Casi milagroso». Así calificaba ayer por la tarde un médico del hospital Cullen el accidente sufrido por un joven que por la mañana cayó de un noveno piso, y que hoy sería trasladado de terapia intensiva a una habitación común consciente, estable y sin riesgo de muerte.
En el fondo de la vivienda quedó la hamaca sobre la cual estaba trabajando, la gorra, los baldes de pintura y el pincel.
Santa Fe.- «Casi milagroso». Así calificaba ayer por la tarde un médico del hospital Cullen el accidente sufrido por un joven que por la mañana cayó de un noveno piso, y que hoy sería trasladado de terapia intensiva a una habitación común consciente, estable y sin riesgo de muerte.
Juan Carlos Aguirre, un obrero de 27 años, ganó ayer notoriedad en esta capital al promediar la mañana al protagonizar una impresionante caída desde unos 30 metros de altura y resultar herido pero sin gravedad.