Después de reunirse con empresarios y con gremialistas de la UOCRA, el ministro de trabajo de la provincia habló de apuntalar la figura del capataz, reflotar una vieja ley en favor de los obreros y de «escrachar» a las obras que no cumplen con los requisitos de seguridad.
“Vamos a hacer operativos conjuntos con Uocra, a duplicar los esfuerzos. Si cada trabajador, cada delegado de salud y seguridad en una obra, toma este derecho, multiplicamos por miles los inspectores que hoy tenemos”, proclamó ayer el ministro de Trabajo de la provincia, Carlos Rodríguez. En controvertida posición por una sucesión de hechos con muertos y heridos en siniestros laborales del sector de la construcción y por una sorpresiva – y difundida – inspección de un área de la Nación – la Superintendencia de Riesgos del Trabajo – que controló 14 obras en Rosario y clausuró o suspendió 12, el funcionario puso el cuerpo y anunció una serie de directivas que llegaron a sorprender a los empresarios y hasta al gremio de la construcción. No sólo anticipó que se darán a conocer mes a mes, con sus direcciones, qué obras en construcción violan la normativa de higiene y seguridad poniendo en riesgo a los trabajadores, sino que tampoco descartó que se utilice como “herramienta” el escarnio público: “Si es necesario, el propio escrache, aunque esta sea una palabra dura en la voz de un ministro. Pero creo que es apropiada para el caso”, sostuvo Rodríguez .