La niña Jesenia Aldana de 10 años, murió al pisar los cables de una motobomba que se usaba para sacar agua de una piscina, donde la menor disfrutaba de una tarde de diversión al lado de sus padres y amigos.
Al pisar estos cables que estaban sobre un charco de agua, la niña recibió una descarga de 220 voltios, que le provocaron daños mortales, y aunque intentó ser revivida no fue posible, debiendo ser trasladada a un centro asistencial donde falleció cuando recibía atención médica.