El día anterior al colapso que dejó 200 muertos y 1000 heridos, la Policía les ordenó evacuar el lugar. Pero las compañías mantuvieron a más de 2000 personas trabajando
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La Policía alertó el martes que habían grietas profundas y visibles en los muros, que podrían causar un desastre, pero solo las oficinas de un banco local fueron desalojadas. Las fábricas de ropa, sin embargo, siguieron trabajando, desoyendo las instrucciones, dijo Mostafizur Rahman, un director de la fuerza policial.
La Asociación de Fabricantes y Exportadores de Prendas de Vestir de Bangladesh también solicitó a las fábricas que suspendieran labores a partir de la mañana del miércoles, horas antes del colapso.
«Después de que recibimos los reportes de grietas, les pedimos suspender el trabajo hasta que se realizaran más evaluaciones, pero no prestaron atención», dijo Atiqul Islam, presidente del grupo.
El desastre ocurrido en Savar, un suburbio de Dacca, sucedió menos de cinco meses después de que un incendio mató a 120 personas en una fábrica de ropa, lo que subraya las pésimas condiciones de inseguridad que enfrentan los trabajadores de la industria de la confección en Bangladesh y que produce prendas de marca que se venden en todo el mundo.
Algunas de las empresas alojadas en el edificio que colapsó dijeron que entre sus clientes están minoristas gigantes, como la cadena WalMart.
Cientos de rescatistas, algunos arrastrándose entre los escombros en busca de sobrevivientes y cadáveres, trabajaron toda la noche y hasta el jueves entre sollozos de personas atrapadas y lamentos de familiares de trabajadores que se reunieron frente al edificio, el cual albergaba varias empresas de ropa y un puñado de otro tipo.
«Sálvanos hermano. Te lo ruego hermano, quiero vivir», gemía Mohamad Altab, un trabajador de la confección atrapado entre dos lozas de concreto junto a dos cadáveres.
«Me duele mucho… tengo dos niños pequeños», dijo Altab con voz débil.
El jueves por la mañana, el olor de cadáveres en descomposición flotaba en el aire a través de huecos en el edificio. Shamsul Haque, viceministro de Asuntos Internos, dijo antes del mediodía del jueves que habían sido rescatadas de los escombros un total de 2.000 personas.
El general brigadier Mohammed Siddiqul Alam Shikder, quien supervisa a los equipos militares de rescate, dijo que la cifra de muertos aumentó a 194 la tarde del jueves.
Decenas de cadáveres con los rostros cubiertos fueron colocados afuera de una escuela local para que sus familiares los identificaran.
Miles de familiares se reunieron frente al edificio en espera de noticias, mientras miles de trabajadores de la industria de ropa de fábricas cercanas tomaron las calles de la zona industrial para protestar por sus condiciones laborales.