El desplome de una estructura de cien toneladas adesde 80 metros sepultó a los trabajadores en un viaducto de la Autovía del Mediterráneo.
Estado del viaducto sobre la A-7, paralizadas sus obras tras el accidente que costó la vida a seis obreros. ALFREDO AGUILAR. ARCHIVO
La mayor tragedia laboral de la historia de Granada ocurrió ayer en menos de un segundo: seis obreros – cinco de ellos portugueses y uno español – murieron aplastados al desplomarse una plataforma de más de cien toneladas en las obras de la Autovía del Mediterráneo, a su paso por Almuñécar. La colosal construcción, una de las más complejas que lleva a cabo Fomento, es también una de las más siniestras, y en ella han perdido la vida ya ocho trabajadores. El dramático accidente de la Autovía del Mediterráneo, en el que además tres obreros resultaron heridos de gravedad, conmocionó ayer a todo el país y coloca a Granada en cabeza del negro ranking de siniestralidad laboral, con 31 muertos en lo que va de año.
Unos veinte obreros trabajaban bajo el viaducto y sobre la plataforma de hormigón, de 60 metros de largo y 12 de ancho, cuando una de las vigas que sostenían cedió. La plataforma de hierro situada en carretera comarcal GR-502 se derrumbó en bloque y se llevó por delante la vida de seis trabajadores, la mitad cayeron desde la estructura, suspendida a más de 80 metros y el resto, que se encontraban bajo el viaducto, murieron aplastados.
Los que pudieron correr y salvar su vida se encontraban absolutamente conmocionados. Según relataron los obreros que trabajaban bajo el viaducto – todos gallegos y portugueses y empleados de una subcontrata – se oyó un tremendo crujido y la plataforma de cien toneladas alcanzó el suelo «en menos de un segundo». Una espectacular nube de polvo blanco incrementó la confusión y el pánico en el lugar del accidente donde se vivieron escenas absolutamente dantescas: un obrero colgado de la estructura, gritos, trabajadores que buscaban desesperados a los compañeros entre amasijos de hierro, obreros heridos al intentar huir…
Testimonio
Uno de los heridos fue el joven gallego Manuel Otero, que trabajaba en uno de los arcos bajo el viaducto cuando cayó la plataforma, pero ayer no le dolían ni el tremendo chichón que se hizo al huir, ni el corte en la pierna. Sabe que volvió a nacer. «Es tan horrible que no se como describirlo. Oí un crujido y miré hacia arriba. No pensé, solo corrí, por eso estoy vivo. Dije sálvese quien pueda», relataba ayer, trastornado por las muertes de sus compañeros. Los que viven para contarlo, no podían. Y es que todos los trabajadores se conocían, eran paisanos, compañeros de trabajo y amigos después de meses de convivencia en las obras por lo que estaban absolutamente consternados. El desplome fue tan brutal que los vecinos, en un kilómetro a la redonda, pensaron que se trataba de un terremoto. En las localidades de Jete y el barrio de Torrecuevas retumbaron los cristales de las viviendas. En la zona del accidente el desconcierto cundió en las primeras horas y se hablaba de hasta veinte posibles desaparecidos entre el amasijo de hierros en el que quedó convertida la estructura. Hasta media tarde, la Subdelegación no daba la cifra oficial de víctimas, seis, una vez descartada la desaparición de un séptimo obrero – un electricista portugués – con el que la fortuna se alió y fue hallado en casa sano y salvo. Ayer no había ido a trabajar.
El único español fallecido en el accidente era el joven Eduardo A. S., de 24 años y natural de Santa Eugenia de Ribeira (La Coruña). Trabajaba como electricista junto a otro compañero de Bermeo, uno de los heridos graves.
El cónsul general de Portugal en Sevilla acudió a la zona del siniestro y su Gobierno mantuvo los contactos con las familias de los fallecidos y de uno los hospitalizados que se encuentra muy grave.
El dramático suceso fue ayer la noticia del día a nivel nacional y por la zona del accidente desfilaron numerosas las autoridades encabezadas por el presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves y la ministra de Fomento, Magdalena þlvarez. Todos destacaron el buen funcionamiento del dispositivo de evacuación y los servicios de emergencia, coordinados por la consejería de Salud de la Junta, que activó el plan de emergencia en el hospital de Motril y alertó a los hospitales Virgen de las Nieves y clínico de San Cecilio, de Granada. Más de un centenar de personas trabajaron en el lugar del siniestro, al que acudieron decenas de ambulancias, efectivos de la Guardia Civil de Granada y Málaga, dos helicópteros sanitarios, especialistas del centro sanitarios de Almuñécar y Granada y el equipo de cuidados críticos de Granada. Además varias dotaciones de bomberos trabajaron en el rescate de los cadáveres, ayudados por las propias grúas y maquinaria pesada de las obras de la autovía. Además a la zona acudieron inspectores de Trabajo, con su máximo responsable al frente y técnicos especialistas de la delegación de Trabajo de la Junta que comenzaron a recabar datos para la investigación abierta por la Fiscalía del TSJA. La obra cumplía todas las normativas de seguridad. Según los especialistas va a ser muy complejo y se va a tardar en dar una respuesta a la pregunta que ayer estaba en el aire: ¿Por qué se desplomó la plataforma?
Hipótesis
La hipótesis de la que parte es la investigación es que cedió parte de la viga en la que se apoyaba la plataforma «por un fallo estructural». La empresa gallega especializada en viaductos Estructura y Montajes de Prefabricados estaba encargada de las obras, como compañía subcontratada por la Unión Temporal de Empresas (UTE), formada por Ploder, Azvi y Obras Subterráneas, que es la adjudicataria de la obra. A su vez, Estructuras y Montajes de Prefabricados había subcontratado parte de los trabajos a la empresa portuguesa Moro Montedouro.
La empresa adjudicataria es la mayor especialista en este tipo de obras, a nivel nacional, y desde las Administraciones se subrayó que cumplían todas las normativas. «No es un fallo colectivo, no es una negligencia individual, ha cedido una plataforma del punto de apoyo de la viga que podía haber cedido con la obra ya hecha», valoraron los secretarios de Construcciones de UGT y CC OO, Francisco Quirós y Francisco Ruano. Ambos habían supervisado las obras de Fomento y confirmaron que los últimos informes estaban correctos. También los responsables de la empresa gallega han abierto una investigación paralela a la judicial, a de la Inspección de Trabajo y la de la comisión de investigación técnica del Ministerio. El juez ordenó a las ocho de la tarde el levantamiento de cinco de los cadáveres que fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal, mientras que al cierre de esta edición las máquinas seguían trabajando para rescatar el cuerpo de uno de los trabajadores atrapados en el amasijo de hierros.
M. NAVARRETE | GRANADA
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