Un tribunal ordenó hoy lunes que Mazda, el fabricante de automóviles, indemnice con 770.000 dólares (63 millones de yenes) por daños a los padres de un empleado que se suicidó por depresión a causa de trabajo excesivo.
El trabajador era ridiculizado constantemente por sus jefes delante de otros compañeros de trabajo como un fracasado que acumulaba horas extras innecesarias.
Japón, un país caracterizado por su gente excesivamente trabajadora que a menudo se enorgullece de padecer en silencio, ha tenido un gran número de muertes por gente abrumada por trabajo excesivo, que en algunos casos los ha precipitado al suicidio y en otros, han muerto por agotamiento.