Tras once años de procedimiento, la justicia francesa condenó este lunes por homicidios involuntarios al directivo de la fábrica química AZF de Toulouse (sur), filial de total, en la que una explosión causó 31 muertos y 2.500 heridos en 2001.
Por esa catástrofe, el más grave accidente industrial ocurrido en Francia desde 1945, el ex director de la planta, Serge Biechlin, fue condenado a tres años de prisión y 45.000 euros de multa. La firma propietaria de la fábrica, Grande Paroisse (grupo Total), fue condenada, por su parte, a 225.000 euros de multa, la pena máxima.
Tras el proceso en apelación, el tribunal retuvo la tesis del accidente químico provocado por la mezcla de productos incompatibles, posibilitada por las negligencias del industrial, como causa de la catástrofe que se produjo el 21 de septiembre de 2001.
La mayoría de los demandantes se congratularon por el hecho de que la justicia haya designado finalmente un culpable, aunque lamentaron que la casa matriz, Total, haya sido sobreseída.
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