Bebé de 10 meses murió electrocutado al recibir descarga de radio

Catamarca. Un bebé de 10 meses murió en Catamarca al recibir una descarga eléctrica cuando tocó el cable de una radio, a la que habría accedido desde su cuna, informaron hoy fuentes policiales.

El bebé, identificado como Roque Rodrigo Salas, de 10 meses, que vivía en la casa 62 del barrio Altos de Choya, â??habría tironeado el cable de una radio que estaba encendida y tocado con una mano una parte que tenía electricidadâ??, señalaron las fuentes consultadas.

La médica de guardia del hospital de Niños â??Eva Perónâ??, Adriana Barrionuevo explicó que la muerte del bebe â??se produjo en el acto por la fuerte descarga eléctrica que recibióâ??.

La madre del niño, Lorena Paola Varela, dijo que escuchó un desgarrador grito del pequeño cuando recibió la descarga eléctrica y salió a la calle a pedir auxilio.

En el caso tomó intervención la unidad Judicial 8 con directivas de la Jueza de Menores en Turno, Ana María Nieto, quien ordenó la autopsia del cuerpo del bebe.(Télam)

Fuente: Diario La Capital

Un operario murió aplastado por la cabina de un ascensor

El joven de 29 años se encontraba realizando la revisación del elevador en el edificio de Mendoza 175.

Un operario que se encontraba realizando tareas de control en el foso de un ascensor murió cuando la cabina se desprendió desde más de dos metros de altura y cayó sobre el hombre de 29 años. El accidente se produjo ayer en Mendoza 175, donde la empresa Ascensores Tramontini estaba llevando adelante los controles de los sistemas de seguridad, ya que hacía sólo 20 días que se había hecho cargo del mantenimiento del elevador del edificio. Mientras se llevaban el cuerpo del joven, sus compañeros no se podían explicar las causas del accidente y aseguraron que «se habían tomado todas las medidas de seguridad».

Cristian Gustavo Icho, de 29 años, había llegado al lugar a primera hora de la tarde junto a un compañero Darío Singer, y entre los dos se dispusieron a revisar los sistemas de paracaídas y frenos del ascensor desde el foso. Para eso, elevaron la cabina a un metro y medio sobre la planta baja; es decir, que el habitáculo quedó a más de dos metros del fondo del hueco donde ellos se encontraban.

Aunque ambos estaban en el lugar, en el momento del accidente Ichen se encontraba solo en el hueco porque su compañero había salido a buscar herramientas, según indicaron fuentes policiales. Es más, Singer relató a la policía que salió a la vereda y sintió el ruido de la cabina que caía sobre su compañero.

La cabina se desprendió y cayó libremente más de dos metros sobre el joven. Los Bomberos Zapadores fueron de los primeros en llegar, quienes, junto a los propios compañeros de la víctima, trabajaron para levantar la cabina y así retirar el cuerpo que se encontraba en el fondo del hueco.

Una vez rescatado, los médicos del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (SIES) intentaron asistirlo con primeros auxilios, pero confirmaron finalmente que el hombre murió «por el fuerte golpe, que le provocó aplastamiento de tórax y politraumatismos en el cráneo».

El hecho conmocionó al barrio y, sobre todo, a los vecinos del edificio que se encontraban shockeados por la situación.

«Estaban trabajando, se sintió un ruido terrible y era el ascensor que caía. Ahí nos enteramos que había una persona abajo», comentó una joven, que no salía de su asombro ante la situación y esperaba en la vereda que retiraran el cuerpo del palier del edificio.

«Es terrible, porque además es una persona muy joven», contó otra vecina que circulaba por Mendoza y se detuvo unos instantes para ver qué pasaba.

La primera revisión
Esta era la primera vez que la empresa Ascensores Tramontini – que funciona en Godoy Cruz 658, en la zona norte de la ciudad – iba al edificio de Mendoza al 100. «Era la revisión inicial que le hacemos a todos los equipos cuando tomamos el servicio, porque hacía sólo 20 días que nos habían contratado en este lugar», explicó Luis Taffareli, otro empleado de la firma que llegó al lugar a los pocos minutos del accidente.

El hombre explicó que «se estaba haciendo una revisión de los sistemas de seguridad y de paracaídas, que es lo que primero se hace cuando se toma el servicio. Es para dejar todo el equipo en condiciones de funcionar».

Además, Taffareli, que lleva más de 14 años trabajando en el mantenimiento de ascensores, señaló que el accidente «aparentemente se produjo a raíz de un desprendimiento en el chasis que sostiene la cabina» y señaló que su compañero se encontraba trabajando en el foso porque «esa es la única forma de poder controlar los sistemas de seguridad, desde ahí abajo».

El empleado de la empresa señaló: «Por ahora es imposible determinar las causas que provocaron el accidente porque hay que volver a entrar al lugar, revisar el equipo y ver qué pasó»; sin embargo, indicó que «le podría haber pasado a cualquiera, porque se habían tomado todas las medidas de seguridad necesarias para trabajar».

Ahora el elevador quedará clausurado, tal como lo ordenaron desde el juzgando Correccional Nº5 que entiende en la causa. Es que ahora los Bomberos Zapadores trabajarán en las pericias junto a técnicos de la Municipalidad para determinar cuáles fueron las causas del accidente.

Fuente: Diario La Capital

Una explosión en mina de carbón de China mata a 23 personas

Pekín. Una explosión en una mina de carbón en China causó la muerte de al menos 23 personas, indicaron hoy medios estatales, en el último accidente que golpea a la industria minera más mortífera del mundo.

Otras 53 personas fueron hospitalizadas luego de haber inhalado gases tóxicos producidos por la explosión que ocurrió en la mina de carbón de Sihe, en la provincia norteña de Shanxi, difundió la agencia oficial de noticias Xinhua.

Cerca de 700 mineros estaban trabajando bajo tierra en el momento de la explosión, dijo el informe, citando a un funcionario no identificado de la oficina de supervisión de seguridad de la mina. Los trabajos de búsqueda y rescate terminaron temprano.

El gobierno ha tratado de sanear la industra minera china, que provocó la muerte de más de 5.000 personas en el país durante el 2005, pero una seguidilla de accidentes convirtieron a las campañas de seguridad en una burla.

La creciente demanda de este negocio y los altos precios del carbón, que provee el 70 por ciento de la energía de China, provocan que a menudo se ignoren las regulaciones, que la producción sea impulsada más allá de los límites de la seguridad y que las minas que han sido clausuradas volvieran a abrirse ilegalmente.

El gobierno central dice que los funcionarios locales, quienes han convertido a las minas en una fuente de ingresos, están saboteando las campañas para clausurar las minas más inseguras. (Reuters)

Fuente: Diario La Capital

Internaron a tres niños por comer frutas con pesticidas

Las víctimas, oriundas de Córdoba, tienen entre seis y nueve años. Debieron ser hospitalizados debido a un grave cuadro de envenenamiento.

(NA). Tres niños cordobeses, de entre seis y nueve años, debieron ser internados en terapia intensiva, luego de sufrir una intoxicación presuntamente por comer frutas con pesticidas, según indicaron fuentes policiales.

El hecho se registró en la localidad cordobesa de Candelaria, donde en principio cuatro chicos fueron asistidos, por haber comido frutas con pesticidas que poseen órganos fosforados.

Si bien uno de los chicos fue dado de alta, los tres restantes continúan internados en terapia intensiva, según informaron fuentes médicas.

Los chicos fueron llevados hasta el Hospital Vicente Agüero de Jesús María, donde ingresaron con un cuadro de envenenamiento, y posteriormente se los trasladó al Hospital Infantil Municipal de la ciudad de Córdoba.

Actualmente los chicos están internados en ese nosocomio, donde «están evolucionando dentro de lo esperable y respondiendo a la mediación esperada», según dijo Ricardo Fernández, uno de los médicos que los asiste.

En principio se desconocen los motivos exactos que provocaron la intoxicación de los pequeños, aunque no obstante los médicos los mantienen internados en terapia intensiva «sin oxígeno y sin asistencia respiratoria».

Los chicos se intoxicaron el domingo por la noche en La Candelaria, por lo que rápidamente fueron llevados al hospital.

Fuente: www.infobae.com

Mueren 16 personas al estallar un comercio de petardos en China

Las víctimas se encontraban en una feria cuando se produjo la gran explosión en una fabrica de pirotecnia que se estaba al lado. Varias personas resultaron heridas.

(EFE). Dieciséis personas que asistían a una feria murieron y varias resultaron heridas a causa de la explosión en un almacén de petardos en la provincia central de Henan, informaron hoy fuentes oficiales.

El accidente ocurrió el domingo, primer día del Año del Perro, en el pueblo de Linqi, cuando un almacén pirotécnico estalló al lado de templo donde se celebraba una feria típica de estas fechas.

Los heridos, cuyo estado y número no se han facilitado, están hospitalizados, según la agencia oficial de noticias, Xinhua.

Los petardos son uno de los artículos más populares durante la celebraciones del Año Nuevo Lunar o Fiesta de la Primavera, aunque en muchas ocasiones se tiran sin tomar ningún tipo de precaución o cuidado.

Cientos de personas mueren al año en China a causa de explosiones en talleres pirotécnicos, muchos de ellos caseros e ilegales, y situados sobre todo en zonas rurales donde los campesinos obtienen unos ingresos extra para vender los petardos en el Año Nuevo Chino.

El Gobierno anunció la semana pasada nuevas medidas y reglamentos para erradicar estos talleres irregulares.

Fuente: www.infobae.com

Un peón rural murió tras ser alcanzado por un rayo en Salta

Salta. Un joven de 22 años que realizaba tareas en el campo falleció instantaneamente en las últimas horas al ser alcanzado por un rayo, en un paraje cercano a la localidad de Cachi, ubicada a 157 kilómetros de la capital provincial.

La víctima, identificada como Darío Albornoz, de 22 años, se desempeñaba como peón rural en un establecimiento del paraje conocido como Fuerte Alto, ubicado a cuatro kilómetros de la localidad turística de Cachi.

Fuentes policiales indicaron que el hecho ocurrió ayer, cuando el joven, quien estaba trabajando en el campo, fue alcanzado por un rayo cuando una fuerte tormenta se abatía sobre esa región de los Valles Calchaquíes.

Personal médico de un centro de salud cercano, donde fue trasladado Albornoz, indicaron que su muerte fue instantánea a causa de la descarga recibida. (Télam)

Fuente: Diario La Capital

Las llamas arrasaron el archivo de una empresa de salud

Apenas pasado el mediodía de ayer, un incendio se declaró en el depósito y archivo de la empresa Aca Salud de pasaje Centera al 2600 (Callao al 500). El fuego, que en un momento amenazó con propagarse a viviendas linderas, destruyó por completo las instalaciones pero no causó víctimas. Una brigada de Bomberos Zapadores trabajaba ayer a la tarde en las tareas de enfriamiento del lugar. En total, debieron acudir al lugar tres dotaciones de Zapadores y una de Voluntarios.

El incendio comenzó en el sector de depósito donde se archiva toda la papelería contable y de prestaciones de la entidad. En ese momento el único empleado que estaba en lugar era Federico Páez. «No hubo explosión, ni ruidos. De golpe sentí un olor fuerte a quemado y enseguida apareció el humo. Fue todo muy rápido. El ambiente se hizo irrespirable y me tuve que ir», contó asustado el joven, que trabaja allí desde hace días.

El depósito tiene un portón de acceso y se extiende unos 25 metros hacia el corazón de la manzana. En el frente están las oficinas y atrás el archivo. Allí, además de gran cantidad de papel, hay un entrepiso de madera que no tardó en arder. Según contó Páez, al advertir que no podría quedarse en el local salió a la calle a pedir ayuda. Un empleado de un lavadero de autos ubicado enfrente fue en moto hacia el cuartel del Bomberos Zapadores que queda a tres cuadras de allí, en Córdoba al 2800.

El joven recordó que los bomberos «llegaron en menos de cinco minutos», pero el fuego se había propagado por casi todo el depósito. El material altamente combustible que se almacenaba, sumado al viento que ingresaba por un enorme ventanal, hicieron que las llamas se expandieran. La rápida labor de los socorristas impidió que el fuego se propagara a las viviendas linderas.Las gruesas columnas de humo blanco que salían hacia el cielo se veían a varias cuadras.

Osvaldo Conforti vive en una casa pegada a Aca Salud y ayer al mediodía se disponía a tomar algo fresco cuando sintió un olor «fuerte y penetrante» a plástico quemado. «Cuando me asomé al patio, la cosa estaba brava. Un humo tremendo salía por la ventana del galpón que da hacia mi casa. Me asusté un poco, pero salí a la calle y ya estaban los bomberos», recordaba mientras los socorristas copaban su vivienda como punto estratégico para atacar las llamas.

Uno de los momentos de mayor tensión se dio cuando, por efecto del viento, el fuego casi se desvía hacia una maderera Núñez Baraldi, cuyo galpón principal está pegado al de Aca Salud. Los empleados trabajaban cuando de golpe el espeso humo blanco invadió todo. El encargado, Javier Vergara, contó a La Capital: «Pensamos que nos incendiábamos nosotros. Fuimos por los matafuegos, pero con el humo no veíamos nada. Al rato nos dimos cuenta de que era al lado», agregó mientras seguía con preocupación el combate de las llamas.

Fuente: Diario La Capital

El fuego destruyó una envasadora de aceites

Cuatro manzanas de barrio Belgrano se vieron afectadas por el fuego en la empresa Petrolera del Sur

Fue un día movido para los bomberos de la ciudad. En la misma jornada debieron combatir dos siniestros de grandes proporciones que dejaron al descubierto la realidad con la que deben luchar los bomberos. Al mediodía fue un depósito y archivo de la empresa Aca Salud, en Callao y San Lorenzo: un situación compleja por la presencia de papel. Un par de horas más tarde, ardió una empresa en la que se envasaba aceite lubricante en barrio Belgrano. Este incendio pudo controlarse merced al trabajo de ocho dotaciones de bomberos, cinco cubas de agua, 150 socorristas y policías. Sin embargo, el fuego lo destruyó todo y los vecinos de las inmediaciones debieron ser evacuados por más de cuatro horas. Ante la desmesura de los daños materiales, por momentos parecía un detalle menor que no hubiera habido heridos lo cual, en realidad, fue un verdadero milagro.

La creciente columna de humo negro y espeso se podía ver desde un par de kilómetros a la redonda a partir de las 14.30, cuando comenzaron a arder las instalaciones de la empresa Petroleras del Sur en Fraga y Río Negro. La humareda se ganó un espacio en el cielo despejado de barrio Belgrano y lo cubrió por más de tres horas. Los vecinos coincidían en que todo comenzó con «tres o cuatro explosiones» y después las llamas ganaron altura hasta superar los 15 metros. «Se quema la fábrica», grito una vecina. La «fábrica», como todos la conocen, es en realidad una envasadora de aceite lubricante instalada en el barrio desde hace más de una década. Cuando se desató el fuego trabajaban en el lugar cinco de sus ocho empleados.

Petrolera del Sur estaba ubicada tras un paredón de ladrillos de 80 por 50 metros cuyo frente daba a Río Negro al 6400 y su fondo a las vías del ex ferrocarril Mitre. Dos portones para el ingreso, las oficinas y dos enormes tanques grandes y blancos era todo lo que se podía ver mientras el paredón estuvo en pie, antes de que las explosiones lo derribaran. Cuando los gritos alertaron sobre el fuego, el primer reflejo de los empleados – entre ellos dos mujeres – fue salir a pedir ayuda. A partir de ese momento, imágenes de cine catástrofe se mezclaron con las postales de la vida cotidiana de un barrio de Rosario.

Una empleada trató de regresar al sector de oficinas para buscar su bolso, pero fue contenida por los vecinos. Un compañero suyo ingresó y alcanzó a salvar una computadora donde estaban las bases de datos de la empresa. Los trabajadores también alcanzaron a salvar algunos de sus vehículos y un camión de la empresa. «Perdoname, no puedo hablar. Mirá cómo quedó esto», dijo uno de ellos mientras miraba con impotencia cómo el fuego lo devoraba todo. Los empleados estaban devastados porque imaginaban el final de la película: será muy difícil que vuelvan a trabajar en esas instalaciones. El calor que se desprendía de la fábrica era insoportable y quedó grabado en los chamuscados cubrecortinas de plásticos de las casas que tenían al depósito como frente.

Mientras el humo lo envolvía todo, el viento, que corría veloz de norte a sur, dificultaba todo. Por un lado, avivaba las llamas. Por el otro, llevaba el humo hacia lo más poblado del barrio. «Desde que empezó el fuego y durante veinte minutos, esto fue tierra de nadie», contó César, un pibe de 19 años que registraba cada bocanada de fuego con su cámara digital. «Fuimos los vecinos los que empezamos a evacuar a la gente de enfrente», contó.

«Cuando esto ardía – continuó – volaron por el aire dos tanques de 200 litros. Uno cayó como a 80 metros, sobre un tipo que iba en bicicleta por Neuquén y Cullen. Se ve que estaba atento al incendio y cuando vio que se le venía encima, se tiró a un costado y dejó la bici. El tanque cayó justo en la rueda de atrás y se la hizo pelota». El otro tacho de aceite cayó en el patio de una casa en Neuquén 6444, según dijo el muchacho.

El foco ígneo seguía intacto cuando llegaron los bomberos, la Guardia Urbana Municipal y la policía. Las fuerzas de seguridad hicieron un cerco a 100 metros de cada una de las esquinas de la fábrica y los vecinos de la vereda de enfrente a la fábrica fueron evacuados. Las ocho dotaciones de bomberos – cuatro de Zapadores, una de Voluntarios y otras de Prefectura, Pérez y Villa Gobernador Gálvez – se desplegaron en los cuatro flancos para atacar el fuego.

«Lo que más no está costando es un tanque de 8.000 litros de aceite madre que está rajado y lo estamos enfriando», contó una socorrista mientras descansaba debajo de la arboleda antes de volver a entrar. Como apoyo actuaron cinco cubas municipales y una de Prefectura.

«Como se dieron dos incendios grandes casi al mismo tiempo, tuvimos que suspender la ayuda que les brindamos con cubas municipales a los vecinos de los barrios que no tienen agua. Hubo que tomar esa medida porque no dábamos abasto. Las cubas son recargadas y vuelven», explicó el coordinador de Defensa Civil y director de la GUM, Marcos Escajadillo, sobre la entrada de la fábrica cuando el fuego ya estaba controlado. A 100 metros del lugar, un grupo de veteranos vecinos de calle Nicasio Vila (paralela a Río Negro, pero del otro lado de la vía) estaban furiosos por lo que creían que se trataba de grandes falencias (ver aparte). «¿Sabés dónde está la toma de agua más cercana?», preguntó uno de ellos, y se contestó: «En Provincias Unidas y Cochabamba. ¿Qué te parece?».

Dos de las dotaciones se concentraron en enfriar los dos tanques de 8.000 litros de aceite madre que estaban a un costado del depósito a cielo abierto. Si bien los tanques están dentro del perímetro de la empresa, menos de 20 metros los separan de un centro comunitario y consultorio médico – Consorcio Coveco – y más allá, una guardería infantil. El suministro de gas y luz fue cortado y efectivos de la GUM, iban casa por casa pidiéndoles a los vecinos «cubitos (de hielo) para los bomberos». Detrás de una autobomba, frente al foco principal, se improvisó el campamento donde los cerca de 60 bomberos que trabajaron en el operativo tomaban un poco de agua fresca y volvían a la faena.

Luego de más de tres horas el siniestro fue controlado. De la planta de envasado sólo quedaban un manojo de hierros retorcidos y humeantes; dos acoplados y un sinnúmero de tanques estaban calcinados; el paredón de ladrillos que la circundaba tenía huecos en su frente y su fondo. Afuera, de las columnas de madera que soportan el cableado de distintos servicios sólo quedaban cenizas. Y los frentes de las casas estaban manchados por el hollín, con algunas de sus aberturas seriamente dañadas por el intenso calor que debieron soportar.

«No sabía que en esta fábrica se envasaba aceite. No había ruidos molestos, salvo un poco cuando hacían carga y descarga», dijo una vecina. Esta fábrica que pasaba ante todos como desapercibida, «tenía todas las habilitaciones y los permisos en regla», según comentó uno de los empleados. Aunque no se pudo conocer para qué estaba habilitada.

«Para saber cuál fue la causa del incendio vamos a tener que esperar el trabajo de los peritos. En este momento es muy aventurado hablar de eso», explicó el jefe de Bomberos Zapadores, Sergio Frea, pasadas las 20, cuando el fuego estaba totalmente sofocado. El jefe, que monitoreaba por handy qué pasaba con el otro incendio (ver aparte), no ahorró palabras de agradecimiento para sus hombres y los bomberos de la zona: «Pude ver a muchos que estaban de franco o licencia por vacaciones, y se vinieron a dar una mano con el siniestro. Este no fue el día más difícil del año, las jornadas suelen ser así. Tenemos contabilizadas al 20 de enero, 101 salidas. Lo que pasa es que todos los días no tienen esta dimensión», dijo Frea.

Fuente: Diario La Capital

Derrumbe en Flores: hay un muerto

Parte de la mampostería de una obra en construcción se desplomó sobre el obrero, que se encontraba trabajando en la escalera de la vivienda. La Policía investiga el accidente.

Un joven obrero murió este mediodía al derrumbarse parte de la mampostería de una casa en demolición en el barrio porteño de Flores, informó la policía.

El accidente ocurrió alrededor de las 13 en la calle Páez 2361, casi esquina Caracas, cuando la víctima – de unos 25 años – trabajaba debajo de una escalera que iba a ser demolida.

Al quebrarse la escalera hubo un derrumbe y el joven quedó atrapado bajo los escombros.

Compañeros de la víctima rápidamente trataron de auxiliarlo pero al rescatar su cuerpo comprobaron que había fallecido, dijeron los informantes.

Minutos después llegaron una cuadrilla a operarios del Gobierno de la Ciudad y una dotación de bomberos, que no intervinieron ya que la policía se había hecho cargo del caso.

Tomó intervención la comisaría 50, donde se instruyeron actuaciones por «accidente fatal».

La policía esta tarde trataba de establecer la identidad de la víctima y si la obra de demolición contaba con las medidas de seguridad pertinente, explicaron a DyN los informantes.

Según un comunicado de la subsecretaría de Emergencias del gobierno porteño, un funcionario del área, el arquitecto Marcelo Sío, confirmó la información policial sobre el accidente.

Asimismo, Sío dijo – según el comunicado – que «al inspeccionar el lugar comprobaron que la reforma que se llevaba a cabo está en contravención porque no hay un cartel de obra, ni cascos u otros elementos de protección para los obreros».

Fuente: www.infobae.com