Para la ley Argentina, el estrés no es un riesgo para trabajar y trabajar

El gobierno estudia una reforma en la ley de riesgo de trabajo que contemple enfermedades producidas por las tensiones laborales, hasta ahora ausentes. Opinan los especialistas, no siempre esperanzados…

Conceptos como fatiga, estrés laboral o burn out aparecen en más de un libro de sociología o medicina; sobrevuelan en algunos de economía y, cuando se habla de ergonomía cognitiva, también en libros de ingeniería. Pero no aparecen en la ley de riesgo de trabajo vigente en nuestro país desde 1996 y por lo tanto no se tienen en cuenta en la Justicia. Mientras el gobierno, desde la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) y el ministerio del área, y la CGT estudian sus propios proyectos para reformarla, los especialistas encienden una luz de alerta sobre la importancia de incluir los llamados riesgos psicosociales y de promover una legislación, ante todo, preventiva.

Alejado de la puja política, Julio Neffa, director del Centro de Estudios Laborales (CEIL) del Conicet aseguró: â??El cambio en la organización del trabajo hace que el ritmo sea cada vez más intenso, eso provoca un desgaste físico y mental evidente. Es un hecho, cada vez hay más problemas de salud física y mental en el trabajo, fatiga mental, depresiones, surmenage…â??. Desde su oficina en el barrio de Once, el especialista agregó que â??la dimensión subjetiva del trabajo (cognitiva, afectiva y relacional) usualmente queda afuera de la descripción del puesto y no aparece ni en los convenios colectivos ni en la legislaciónâ??. Como era de esperar, él no es el único que alzó su voz cuando se empezó a discutir la polémica ley que dio comienzo al sistema de aseguradoras de riesgo de trabajo (ART). Teodoro Sánchez de Bustamante, miembro de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL) criticó la actual legislación, promulgada en 1996, al decir que â??no repara todo lo que implica daño moral, psicológico, relacional, biológico o la pérdida de chances de conseguir otro trabajo, por ejemplo. Sólo contempla la incapacidad laboralâ??.

Y es un hecho, el marco regulatorio está dado fundamentado por la ley 19.587 sobre higiene y seguridad en el trabajo, sancionada el 21 de abril de 1972, la ley 24.557 de riesgos del trabajo que dio origen al sistema asegurador de las ART, y el decreto 351/79. Ninguna de estas normas contempla aquello que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define como las â??condiciones de trabajoâ??. â??En este momento, Argentina carece dentro de la legislación de la identificación de factores de riesgo social, carece de obligación de evaluarlos y de identificar sus consecuencias en la saludâ??, consideró Carlos Rodríguez, gerente de la SRT, al tiempo que aseguró que el gobierno estudiaba un proyecto de reforma global.

Ahora bien, teniendo en cuenta este bache legal, no sorprende que no existan en nuestro país estadísticas precisas sobre el tema. Pero sí circulan estudios serios y dignos de ser tenidos en cuenta. La Unión Europea, por ejemplo, calculó el costo del estrés laboral en 20.000 millones de euros anuales y estimó que más de la mitad de los trabajadores presentan síntomas severos. Los especialistas aseguran que estas enfermedades incluyen un amplio abanico, que va desde los trastornos psico sociales a corto plazo, como la ansiedad, depresión o trastornos psicosomáticos- hasta los biológicos de más largo plazo -infartos, úlceras de estómago o dolor de espalda.

Desde el punto de vista académico, el tema clave son las â??condiciones de trabajoâ?? y, para entender a qué se refiere este concepto, nada mejor que preguntar a los que saben. â??La noción tiene que ver con: problemas de contenido y organización de trabajo, sistemas de remuneración, clima laboral (tensiones de las relaciones con las jerarquías o iguales), obras de bienestar social en la empresa (baños, agua caliente, cocina…) y ergonomíaâ??, enumeró Neffa. Entonces, se alude a la dimensión más â??humanaâ?? del empleo que registra un correlato en la salud y productividad del trabajador.

A la hora de centrarse en las llamadas enfermedades profesionales, derivadas de la organización del trabajo o del impacto de las nuevas tecnologías, previsiblemente el proyecto de la CGT no anda con vueltas. Héctor Recalde, abogado de la central obrera, aseguró que â??todo lo que sea trabajo y que directa o indirectamente provoque o agrave la salud del trabajador, tiene que ser reparableâ??. Y adelantó la posición de la central obrera en el próximo debate: â??hay muchos compañeros que son víctimas de un infarto por el estrés que provoca el trabajo y eso tiene que ser contemplado en la leyâ??. Desde la vereda sindical, todos parecen coincidir en que la ley 24.557 deja baches demasiado grandes. â??Cuando hablamos de riesgos, hablamos del contenido de la tarea y las condiciones en que se hace. Tenemos riesgos posturales, ergonómicos, físicos y los relacionados a requerimientos del puesto de trabajo. Todo eso no aparece en la ley â??, dijo Norberto Ramírez, el dirigente de Foeesitra, entidad que impulsó el estudio del CEIL publicado bajo el título â??Telegestión: su impacto en la salud de los trabajadoresâ??.

Todo parece indicar que se viene una reforma en la ley pero también parece que se está tomando su tiempo, y esa demora siembra dudas y da que hablar. Sin muchas vueltas, Sánchez de Bustamante comentó: â??tenemos la impresión que puede haber gatopardismo. No creo que se necesite tanto tiempo para hacer respetar los derechos de los trabajadores, ¿no?â??…

Carla Barbuto.
conexiones@claringlobal.com.ar

Fuente: Diario Clarín

Recibió descarga eléctrica, voló 10 metros y murió

El joven fue alcanzado por un cable de alta tensión que era manipulado por obreros.

Un joven de 25 años murió hoy al recibir una descarga eléctrica cuando un cable de alta tensión que era manipulado por obreros de la compañía Edenor, se desprendió de un poste y lo rozó mientras circulaba en moto junto a dos niños de 1 y 4 años, en la localidad bonaerense José León Suárez, informaron fuentes policiales.

El hecho ocurrió este mediodía en la intersección de las calles Washington y Charlone de esa localidad, donde la víctima, identificada como Germán Darío Bolaña, voló 10 metros al recibir la descarga y murió minutos después en el hospital Belgrano de San Martín, mientras que los niños sólo sufrieron heridas leves al caerse de la moto.


Fuente: www.infobae.com

Una nena de 4 años murió electrocutada en la capital provincial

Santa Fe.- Una niña de cuatro años murió electrocutada al tocar un enchufe en el interior de su vivienda, ubicada en el norte de la ciudad de Santa Fe, informaron hoy fuentes policiales.

El hecho ocurrió anoche en una casa situada en calle La Pampa al 6.500, donde Ana Carolina Sañudo, de cuatro años, tocó con sus dedos un enchufe mientras jugaba en el dormitorio.

La pequeña recibió una fuerte descarga eléctrica, por lo que los padres la trasladaron en forma urgente al hospital Psiquiátrico Mira y López, donde ingresó fallecida.

Los médicos que examinaron el cuerpo de la niña determinaron que su muerte se produjo por electrocución, añadieron los voceros. (Télam)

Fuente: www.lacapital.com.ar

Aumentan los casos graves de chicos mordidos por perros

El mejor amigo del hombre es hoy protagonista de estadísticas que inquietan a los médicos especialistas en trauma pediátrico: â??Los casos de chicos víctimas de mordeduras graves de perro atendidos en el hospital aumentan a razón de un 10% cada añoâ??, dijo a LA NACION el doctor Jorge Fiorentino, jefe del Departamento de Urgencias del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez .

Pero lo que preocupa a los médicos es no sólo el número de mordeduras severas , es decir, aquellas que además de tratamientos antibiótico y antirrábico requieren cirugía e internación. â??Comprobamos que las mordeduras son cada vez más graves: tienen mayor profundidad y causan mayores desgarros en los tejidosâ??, señaló Fiorentino.

Para el especialista, esa tendencia se debe a que â??la gente se inclina cada vez más a tener perros de mayor porte, a los que adopta por cuestiones de seguridad. Esto lleva a la adquisición de razas conocidas como â??peligrosasâ??, como el ovejero alemán, el dogo argentino, el fila brasileño, el mastín napolitano, el doberman, el pitbull terrier o el rottweiller, que pueden presentar riesgos para las personas, sobre todo para los chicos, cuando carecen de un entrenamiento profesionalâ??.

Fiorentino y sus colegas, los doctores Fernando Huaier y Ana Besada, analizaron más de 60 casos de mordeduras graves atendidas en el Hospital de Niños. El trabajo de investigación, cuyos resultados fueron presentados en el Congreso Argentino de Medicina y Cirugía del Trauma, arrojó datos inquietantes, como que la mayoría de los chicos con mordeduras graves fue atacada por el perro de la familia.

El juguete rabioso

«En más del 50% de los casos, el perro que muerde a un chico pertenece a la familia», comentó el doctor Fiorentino. Aunque generalmente se piensa en el perro callejero como protagonista de ataques a menores, agregó el experto en trauma pediátrico, «Ã©ste es el que menos muerde, porque no tiene territorio ni jauría que defender».

Justamente, muchos de estos hechos de violencia están relacionados con una violación del territorio que el perro reconoce como propio; casos en los que los ataques se produjeron cuando los chicos invadían el lugar donde los perros comían, por ejemplo, o también cuando las vulneradas eran las reglas sociales que rigen a estos animales.

«En el sistema social canino, los perros no son agresivos con los integrantes de la jauría que se encuentran debajo de su jerarquía, como lo son los cachorros o los bebés -puede leerse en las conclusiones del estudio en cuestión-. Pero cuando alcanza la edad escolar, el chico asciende en su dominio y el perro puede sentir en algunos juegos que está midiendo fuerzas con él.»

El análisis de los casos de mordeduras graves atendidas en el Hospital de Niños revela que la mayoría de los ataques se da en chicos de 4 a 7 años. A esa edad, apuntó Fiorentino, «los chicos piensan que el perro es un juguete: le tiran de la cola, de las orejas, le sacan los juguetes, lo tratan de arrastrar para llevarlo a jugar a otra parte, hasta que un día el perro se defiende y ataca».

Las estadísticas internacionales señalan que en más del 40% de los casos de mordeduras caninas los niños son atacados tras molestar al animal. «Es fundamental hacerles entender a los chicos que el perro no es un juguete, que es un animal», dijo el experto en trauma pediátrico.

Tenencia responsable

Aunque las estadísticas elaboradas por el Departamento de Urgencias del Hospital de Niños colocan al can de raza indefinida, al mestizo, en el primer puesto del ranking de mordeduras graves (ver ilustración), el doctor Fiorentino señaló que el orden en el que aparecen las razas responde en gran medida a su diseminación en los hogares argentinos.

«Un caso especial es el siberiano, que posee una característica especial: no ladra o, en otras palabras, no presenta habitualmente ningún aviso previo a la mordida -dijo el entrevistado-. Para un chico esto es una señal de que el perro es manso; entonces se acerca cada día un poquito más, lo molesta, lo invade, hasta que lo muerde.»

Por otro lado, la presencia de perros de gran porte en el ranking de grandes mordedores se justifica por una obviedad: cuando un perro grande muerde a un chico, la herida resultante está en directa proporción con la potencia de las mandíbulas. Un dato: la presión de la mandíbula de un perro adulto supera los 30 kilos por centímetro cuadrado.

En cuanto a los perros chicos que figuran en el ranking, como el pekinés, «es indudable su carácter irascible y su mordida instintiva ante la menor provocación».

Sin embargo, «la idea no es que las familias con chicos no tengan perro, ya que es una fuente inagotable de afecto para los pequeños, sino en todo caso fomentar una tenencia responsable por parte de los mayores», concluyó Fiorentino, que recordó que el célebre pediatra Florencio Escardó no dudaba en darles a los padres de hijos únicos o con problemas emocionales una singular receta.

«Un perro»

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

Por tener en cuenta

Razas: no existen razas de perros buenos o malos, sino animales con su propio temperamento. Aunque algunos especialistas sostienen que algunas razas son inherentemente agresivas, en definitiva el peligro no surge de los animales, sino de la tenencia irresponsable de sus dueños.

Familia: en una familia con niños no se debe elegir un perro de temperamento agresivo. En el mismo criadero pueden dar una idea del temperamento del cachorro y sus padres.

Chicos: es fundamental controlar de cerca la interacción entre niños y perros. Jamás permita que su hijo se acerque a un perro encadenado, atado o detrás de una reja.

Madurez: enseñe a su hijo a no quitarle los juguetes ni la comida al perro, así como a no maltratar a los animales. Antes de comprarle una mascota, evalúe si ha alcanzado la madurez y la habilidad suficientes como para cuidarla.

Confinamiento: evite confinar a su perro en lugares muy reducidos, permaneciendo atado.

Ataque: siempre que un perro ataca a un niño, éste debe ser llevado de inmediato a la guardia de un centro médico, ya que toda herida, por más leve que sea, puede causar serias infecciones o incluso rabia. Es importante tratar de recabar toda la información posible sobre el animal (vacunación antirrábica, principalmente).

Fuente: www.lanacion.com.ar

Retiro: cayó un obrero de un edificio mientras realizaba su trabajo

Un obrero que realizaba trabajos en un edificio ubicado frente a la Plaza San Martín, en el barrio porteño de Retiro, se cayó hoy desde una altura de 20 metros y fue asistido por personal médico, informaron fuentes médicas y policiales.
El obrero, que se cayó desde un edificio ubicado en Arenales al 700, fue trasladado por una ambulancia del servicio de emergencias de Paramedic, informaron fuentes del Same, que llegó al lugar para asistirlo.

Fuente: www.lanacion.com.ar

Murió aplastado por la mesa de trabajo de su padre

La víctima de esta tragedia fue un pequeño de dos años de edad. La madre lo encontró muerto bajo el mueble de hierro y madera.
Un niño de dos años murió aplastado al caérsele encima una mesa de hierro y de madera, en la que su padre realizaba trabajos de carpintería, informaron hoy fuentes policiales.
El fatal accidente ocurrió ayer cuando el pequeño Nicolás Guerra jugaba en el fondo de su casa, ubicada en el barrio Autódromo y fue encontrado muerto por su madre que se dirigió al lugar, luego de escuchar un fuerte ruido.
La mujer llamó inmediatamente a la policía, cuyos efectivos arribaron a la casa, levantaron la mesa y lograron sacar al niño que ya estaba sin vida.
El niño fue trasladado al hospital San Bernardo de la capital provincial y se comprobó que el deceso se había producido por aplastamiento de tórax y abdomen.

Fuente: www.infobae.com