Estalló estación energética en Rosario: un muerto

Otras cinco personas resultaron heridas luego del estallido de una central subterránea de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), situada en pleno centro rosarino. Unos 45 mil usuarios se quedaron sin luz por la detonación.

El estallido dejó sin energía eléctrica a todo el casco céntrico de la ciudad.

La explosión se produjo a las 13.08, dijeron los voceros, en la estación de esa compañía situada en Sarmiento, entre Catamarca y Tucumán, de la ciudad de Rosario, y tanto la víctima fatal como los heridos serían operarios de la compañía estatal.

La persona fallecida fue identificada como Luis Vega, de 32 años, oriundo de Pergamino, según confirmó Defensa Civil. Era un trabajador subcontratado por la empresa que realizaba tareas en la estación al momento en que se produjo el estallido.

El obrero sufrió la descarga de 13 mil voltios y murió carbonizado. Según directivos de la EPE hubo un error humano por parte del trabajador al ingresar a un celda equivocada.

Además, al menos cinco obreros resultaron heridos, uno de ellos habría sido derivado en grave estado al Pami, con quemaduras en rostro y cuerpo.

Debido al incidente, la central se encontraba fuera de servicio y unos 45 mil usuarios de la ciudad se quedó sin servicio eléctrico.

Fuente: www.infobae.com

Cómo medir el clima laboral para mejorar el trabajo

Lo que en el argot se define como «mala onda» en el trabajo produce efectos visibles en el desempeño y reduce la motivación. El «ambiente laboral» resulta de las relaciones de las personas y la organización. ¿Es posible modificarlo?

El «clima laboral» es un concepto relativamente nuevo en materia de psicología del trabajo. Las empresas comenzaron a preocuparse por su medición luego de conocerse su impacto sobre la motivación y el desempeño de los empleados y por tanto, sobre objetivos o resultados posibles.

«El clima laboral es un fenómeno colectivo; es el resultado de las relaciones que tienen las personas con la organización. Aunque se lo concibe en general como el conjunto de percepciones que las personas tienen del trabajo y todos los que trabajamos atribuimos significados al trabajo a partir de los cuales tomamos decisiones, es un fenómeno grupal», explicó a Infobae.com el Lic. Claudio Alonzo, profesor titular de la II Cátedra de Psicología del Trabajo, de la Facultad de Psicología de la UBA.

Es en las expresiones claras de malestar de los integrantes de la organización, en las manifestaciones sintomatológicas referidas al clima, que aparece «lo colectivo». Es a estas atmósferas de tensión que se las suele referir como «mala onda» y se la puede medir a nivel de toda la empresa o bien, en determinada área o departamento.

«Cuando se recurre a la medición del clima, se lo hace en general luego de la observación de emergentes que le preocupan a la organización, por ejemplo, índices crecientes de accidentes laborales, ausentismo, fallas en la producción –en el caso de industrias-, dificultades serias en la calidad de atención y servicio a clientes, presencia de conflictos entre áreas», aseguró.

Encuesta de clima

La metodología de medición es sencilla en su aplicación aunque no tanto en su armado. «Se realiza a través de encuestas pero no existe una estandarizada sino que las preguntas deben adecuarse al tipo de organización que la solicita», indicó Alonzo.

El objetivo es reflejar la relación de las personas y la organización, los grados de adhesión y rechazo, la satisfacción y el malestar, las necesidades, las expectativas y el nivel de cumplimiento de las mismas.

Abarca ciertas dimensiones irreductibles que se exploran con un cuestionario que tiene entre 70 y 90 preguntas. Son:

1) La relación entre la persona y el puesto o tarea. Se releva el grado de satisfacción con lo que se realiza, con los procesos en los que el empleado forma parte, el grado de ajuste de la tarea a las capacidades, el nivel de motivación.

Esto es «básicamente qué le gusta y qué no de lo que hace al empleado», señaló Alonzo y puntualizó que «puede ocurrir que haya equivocadas asignaciones de tareas, personas sobre o sub-valoradas, desajustes y falta de aprovechamiento de los recursos. Cuando la organización está muy apuntada al resultado, no se ve cómo las personas requieren ámbitos de desarrollo, lo que impacta negativamente».

2) La relación de las personas con la jerarquía.

3) La imagen que la gente tiene de la organización. La que tienen empleados y la que indican, tienen afuera.

4) Cuestiones generales sobre capacitación, seguridad, beneficios.

5) Salarios, compensaciones, premios, reconocimiento.

«Hay un problema estructural que tiene que ver con un fenómeno que es el del contrato psicológico. Las personas entran con un conjunto de expectativas a la organización. A veces, estas expectativas hacen que esa persona se desilusione muy rápidamente y perciba que sus capacidades no son debidamente utilizadas. Y las organizaciones no van chequeando ese contrato psicológico», señaló el experto.

La medición del clima «también es solicitada por Pymes» y la clave «está en la devolución de los resultados». Allí se obtienen informaciones del tipo «mi jefe no me escucha», «mi capacidad no es aprovechada», entre otras.

Lamentablemente no son los empleados quienes solicitan esta encuesta. «No lo harán tampoco todas las organizaciones. Utilizando el concepto de Elliot Jaques, existen las organizaciones paranoigénicas – que generan ambientes de desconfianza, hostilidad y amenaza permanente – y no medirán nunca ese clima o bien, filogénicas – orientadas a la gente, al desarrollo humano, donde las personas, lo procesal y lo tecnológico tienen un equilibrio», señaló Alonzo.

En la Argentina, «hay un promedio de adhesión a la medición de clima que va de 52% a 60% de las respuestas». Se observa que aquellas organizaciones que han aprovechado los indicadores de la encuesta, han obtenido mejores resultados.

Por Andrea Sambuccetti
Infobae.com

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Alarma en un colegio por 25 alumnos intoxicados

Esta mañana, en un establecimiento del partido bonaerense de Quilmes, se produjo un confuso episodio cuando los estudiantes comenzaron a tener problemas respiratorios y debieron ser hospitalizados.

Aún la Policía no ha podido determinar que fue lo que provocó la intoxicación de los alumnos, que pudo haber terminado en tragedia, y sólo se sabe que había un tambor en el lugar con un líquido que habría provocado las afecciones.

En la escuela, situada en República del Líbano y Camino General Belgrano, se encuentra la Policía Ecológica de la provincia de Buenos Aires, cuyos integrantes aún investigan qué es lo que provocó la intoxicación de los chicos que debieron ser internados de urgencia en un centro asistencial de la zona.

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Ir borracho a trabajar no es una causa para el despido

Así lo estableció un polémico fallo que favoreció a un empleado de un polígono de tiro de Rosario. La justicia laboral condenó a la empresa a pagar una abultada indemnización.

Así lo decidió la Justicia laboral de Rosario y el polígono de tiro donde trabajaba el empleado deberá pagar una abultada suma de dinero para resarcirlo por haberlo despedido sin causa justa y sin las pruebas suficientes que comprobaran el estado de ebriedad con el que supuestamente iba a trabajar.

O.R.P, el empleado despedido, se desempeñaba como encargado del polígono de la Sociedad Tiro Suizo de Rosario y sus tareas eran la venta de municiones, el alquiler de armas y hasta la verificación de la tarjeta de identificación de los tiradores, según publica hoy un matutino porteño.

En agosto de 2003 lo despidieron. Hacía tres años que prestaba servicios, pero lo echaron advirtiéndole que cometía â??reiteradas faltas gravesâ??, entre ellas, que se presentaba con â??aliento alcohólicoâ?? y que a veces se dormía. Pero esas causas no alcanzaron para que la jueza le diera la razón al polígono.

Según la magistrada, para despedirlo tendrían que haber comprobado el estado de embriaguez ya que ella entiende que â??es una valoración subjetiva por parte de quien la percibeâ??. Destacó también que la anomalía del trabajador debe ser notoria y perjudicial, algo que no podía comprobarse.

No es la primera vez

En febrero de 2006 hubo otro caso similar, de un mozo que trabajaba en un restaurante de Puerto Madero especializado en pastas y pescados. El hombre tenía la mala costumbre, que devino en enfermedad, de tomarse alguna copa de más en su horario de trabajo.

Hasta que la empresa decidió despedirlo, en 2003, al considerar que estaba en estado de ebriedad durante el horario de trabajo y que ello, además, provocaba inasistencias. Pero la Justicia también consideró que no se trataba de una causa justa para realizar el despido.

Es que la ley advierte que en el caso de comprobarse la embriaguez de un empleado no es justificativo de despido, ya que se entiende a la misma como una enfermedad a tratar y no como un incumplimiento laboral.

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Cerraron la ruta 9 por un derrame altamente tóxico

Un camión que transportaba acetona volcó en el kilómetro 150, a la altura del Río Tala. El tránsito en la autovía fue interrumpido totalmente en la mano que va hacia Rosario.

Según indicaron fuentes policiales, el vuelco se produjo poco antes del mediodía. Por causas que se tratan de establecer el camión volcó en la cinta asfáltica y el cargamento que transportaba – acetona – quedó derramado en toda la zona.

Bomberos de la zona trabajaron en el lugar para limpiar el líquido tóxico y así permitir la reapertura de circulación en la ruta 9.

No obstante, voceros de Vialidad Nacional indicaron que el tránsito se reanudó luego de algunas horas de trabajo, aunque algunos rodados se desviaron por la localidad de Baradero, para poder llegar a Rosario.

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Siete chicos intoxicados por un nuevo escape de gas

La pérdida de un calefón, en un colegio del barrio de Floresta, afectó a los alumnos que debieron ser asistidos por personal del SAME. Tuvieron que evacuaron las instalaciones

Un escape de gas se registró hoy en un colegio situado en la calle Mariano Acosta al 140, donde la pérdida de gas de un calefón provocó temor e intoxicación en algunos de los alumnos que asistieron a clases.

Alrededor de las 11, las autoridades del colegio alertaron a Bomberos, Defensa Civil y personal del Same acerca de un escape de gas que producía en el establecimiento, que debieron evacuar a los alumnos a unos 140 metros de la institución.

Hasta el lugar arribaron tres dotaciones de bomberos y personal del Same que atendió a los siete alumnos afectados. Según informaron fuentes policiales, la pérdida ya fue solucionada.

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