Aseguran que vuelve a correr peligro la planta de Chernobyl

El reactor de la central nuclear ucraniana, recordado por su explosión en 1986, podría dejar escapar nuevamente polvo radiactivo.

De acuerdo con un informe encargado expresamente por la ONU, el «sarcófago» o capa protectora construido sobre el reactor averiado de la central nuclear «se ha degradado, puede desplomarse y provocar la salida de polvo radiactivo», reveló hoy la agencia rusa de noticias Itar-Tass.

En su opinión, la capa protectora sobre uno de los reactores de la central, que explotó el 26 de abril de 1986, «fue construida rápidamente con algunos defectos en las estructuras y no permitió la obtención de datos completos sobre la estabilidad del reactor averiado».

Además, el informe revela que algunas estructuras del sarcófago «estuvieron sometidas durante los dos últimos decenios a la intensa corrosión».

En ese sentido, los científicos destacaron que el peligro potencial «es el posible desplome de la parte superior del sarcófago y la salida de polvo radiactivo a la atmósfera».

El 26 de abril de 1986, el reactor del cuarto bloque de la planta nuclear de Chernobyl explotó en mil pedazos y dejó su estela de muerte y desolación por miles de kilómetros cuadrados, con consecuencias mortales que se extenderían en el tiempo.

«Del techo del bloque, como del cráter de un volcán, surgieron inmensas llamaradas. Se alzaron hacia el cielo y luego todo aquello cayó sobre nuestra tierra», relató un testigo de aquel fatídico día.

Los efectos radiactivos se propagaron por Ucrania, Bielorrusia y Rusia. En este último país quedó contaminada una superficie de 56.000 kilómetros cuadrados y más de dos millones y medio de personas sufrieron, en mayor o menor medida, los efectos de la radiación.

Centenares de miles de habitantes huyeron de las regiones aledañas a Chernobyl en busca de «tierras sanas», aunque otros decidieron desafiar lo imposible en las casas que los vieron nacer.

En un radio de 30 kilómetros de la central de Chernobyl, declarada zona de seguridad inmediatamente después de la avería, viven hoy 2.000 familias, según la misma agencia oficial.

Aunque los médicos aún no establecieron con certeza las consecuencias de la radiación sobre el organismo humano, las estadísticas indican la aparición e incremento de enfermedades hasta entonces poco conocidas o incluso desconocidas.

En las regiones rusas afectadas por explosión, se registraron 154 casos de cáncer de tiroides en niños, inmediatamente relacionados con la «huella de Chernobyl».

Pero aparte de los números, los especialistas entienden que las consecuencias del accidente pudieron haber sido mucho mayores de no haber sido por el valor de quienes murieron en el intento por apagar el fuego del reactor.

De los 250.000 rusos – muchos de ellos voluntarios – que participaron en la descontaminación del lugar y en la construcción del ahora cuestionado «sarcófago» con que fue sellado el generador siniestrado, 40.000 quedaron inválidos y 8.000 ya descansan los cementerios de la región.

En el informe conocido hoy, sin embargo, se indica que el peligro puede ser eliminado con la nueva cúpula sobre el sarcófago, cuya construcción comenzaría próximamente.

La nueva cúpula, calculada para soportar más de 100 años, permitiría acometer el desmantelamiento del sarcófago actual, retirar el combustible nuclear del reactor averiado y, a fin de cuentas, desguazar el mismo reactor.

Fuente: www.infobae.com

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