La Policía de Buenos Aires clausuró este martes dos talleres textiles clandestinos que funcionaban en el sector La Matanza, en las afueras de la capital argentina, donde rescataron a 50 personas de origen boliviano y peruano que trabajaban en condiciones infrahumanas.
Luego de realizar 18 allanamientos, los agentes de la fuerza de seguridad detuvieron a los cinco propietarios o responsables de los talleres.
En el lugar, se verificó que las personas estaban trabajando en condiciones infrahumanas, con salarios mínimos y en instalaciones carentes de todo tipo de seguridad.
La investigación se inició hace una semana por la denuncia de un joven boliviano, que aseguró que su novia, de 23 años y de su misma nacionalidad, trabajaba en un taller de costura en el que estaba privada de su libertad.
Entre las personas rescatas se encontraban dos menores de edad que laboraban en los talleres textiles, en los que se incautaron además, miles de prendas de vestir de imitación y máquinas para su confección.
El denunciante relató que él también había trabajado en el taller, pero que tuvo que regresar a su país para prestar el servicio militar.
Desde que abandonó uno de los dos talleres clausurados nunca pudo comunicarse con su novia desde Bolivia, por lo que regresó a Argentina para intentar verla, lo que tampoco logró porque los dueños de la fábrica no se lo permitieron.
En dos de los talleres clandestinos allanados, los policías encontraron además habitaciones con camas para los trabajadores.
En el operativo también participó el personal de la Dirección de Migraciones y de los ministerios de Justicia y Trabajo.
Según cifras del Ministerio de Justicia de Argentina, en los tres primeros meses del año fueron rescatados 681 víctimas explotadas y esclavizadas por sus captores, con lo que se superó ampliamente el número alcanzado durante todo 2010, que fue de 569 personas.
Luego de que se aprobara en Argentina una ley para combatir la trata de personas en agosto de 2008, fueron rescatadas mil 858 personas hasta marzo de 2011, de las cuales mil una se encontraban en condiciones de trabajo esclavo y 857 eran prostituidas.
Por su parte, la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para combatir la trata de blancas, Joy Ngozi Ezeilo, sostuvo hace poco que para combatir este flagelo en Argentina es necesario mejorar las deficiencias que existen en la legislación actual.
Asimismo, aseguró que este país latinoamericano se ha convertido en un destino para las víctimas, ante lo cual se debe luchar contra la corrupción y colaborar con las naciones de donde provienen gran parte de los esclavizados.
El Gobierno argentino ya ha sancionado a otras empresas y trasnacionales por esclavizar a sus trabajadores.