Aplastados por el tractor

La primera causa de siniestralidad laboral en el campo. Una investigación de la Universidad Pública de Navarra alerta sobre la peligrosa frecuencia de los accidentes mortales de agricultores que resultan aplastados por sus propios tractores, una frecuencia que no se refleja en las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo, que no llega a recoger ni la mitad de los casos que se producen.

MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ VALENCIA Nueve de diciembre de 2010. Un agricultor de 86 años fallece aplastado por su tractor en Teresa de Cofrentes. Tan sólo una semana antes, otro agricultor, en esa ocasión un joven de nacionalidad rumana, moría atrapado bajo el tractor que conducía en Xaló. Lo mismo que sucedió el 22 de noviembre en Casinos -tenía 55 años-; el 21 de octubre en Serra -66 años-; el 26 de agosto en Alcublas -84 años-; el 24 de mayo en Dénia; el 22 de mayo -54 años- en Villahermosa o el 27 de abril -80 años- en Ayora. Un rosario de víctimas mortales interminable y, en todos los casos, con una misma causa: aplastados al volcar vehículo agrícola que conducían.

Cientos de vidas truncadas que no han pasado de ser más que una referencia en los medios de comunicación, porque hasta las mismas estadísticas oficiales, las del Ministerio de Agricultura, los han ignorado.

Así lo ha puesto negro sobre blanco una investigación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), elaborada por Carmen Jaen. En ella se destaca la falta de fiabilidad de las estadísticas oficiales. Un ejemplo: El número de muertos por accidente laboral en el campo en 2004 fue de 40 (con o sin tractor) mientras que en el mismo periodo de tiempo, los medios de comunicación se hicieron eco de 88 muertes sólo en accidentes de tractor. En 2005 vuelve a suceder lo mismo; 58 víctimas oficiales y 74 fallecidos sólo en siniestros con la maquinaria agrícola.

«Además de los trabajadores agrícolas reconocidos como tales, hay otros que mueren y no quedan registrados», reconoce la investigadora Carmen Jaen.
Pero, ¿cuáles son las causas de estas diferencias?. Los sindicatos agrarios lo tienen claro. Tanto la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA)-Asaja como la Unió de LLauradors, lo achacan a un conjunto de factores que confluyen en un detonante: la falta de rentabilidad del campo.

Dificultades económicasLa dificultad económica por la que atraviesan los agricultores al final de su vida laboral -La Unió señala que los pensionistas agrarios valencianos cobran una media de 320 euros al mes menos que los que están en el régimen general- hace que una vez alcanzada la edad de jubilación, deban seguir en el campo trabajando hasta que el cuerpo se lo permita para compensar las precarias pensiones que perciben. A partir de ese momento, estos agricultores ya no cuentan en las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo, pero sí engrosan las noticias de los accidentes mortales en el campo.

La investigación de la UNPA así lo pone de manifiesto. «Las personas mayores de 65 años son las que presentan el riesgo más alto de sufrir accidentes agrícolas», señala Carmen Jaen. Un dato facilmente verificable en las referencias de las víctimas recogidas en las páginas de los periódicos.

De hecho, desde AVA-Asaja hacen hincapié en este aspecto. «La población agraria está muy envejecida, un hecho provocado por la falta del relevo generacional ante la carencia de rentabilidad económica. Hay mucha gente cuya edad está por encima de los 60 años, con las condiciones físicas mermadas, lo que incrementa la posibilidad de sufrir accidentes con la maquinaria agrícola»

Orografía complicada
No obstante, tanto AVA-Asaja como la Unió insisten en un aspecto diferenciador de la Comunitat Valenciana respecto a otras zonas españolas que justifica la mayor incidencia de accidentes. Se trata de la orografía. El trabajo en bancales o terrenos accidentados convierten la conducción de los tractores en una práctica más arriesgada.

Parque móvil envejecido
Otro factor fundamental es el envejecimiento del parque móvil agrícola por la falta de rentabilidad del campo -continuas subidas del precio de los abonos, del gasóleo, caídas de los precios de la producción- «¿Quién se atreve en estas condiciones a comprar un tractor nuevo?, señalan. De hecho, la incorporación de los nuevos vehículos con cabinas homologadas para impedir este tipo de accidentes mortales apenas ha tenido repercusión. De los 272 vuelcos mortales registrados en España entre 2004 y 2008, sólo uno se produjo en los vehículos más seguros.

Fuente:
http://www.levante.com

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