Aseguran que varias unidades de procesos de la refinería sufrieron daños
Un grupo de especialistas señala que desde la refinería Cardón se detectó un caída en el flujo de olefinas desde los tanques en Amuay E. OLIVARES/ARCHIVO
Los detalles y la explicación oficial de la explosión de una nube de olefinas en la refinería Amuay, ocurrida el pasado 25 de agosto a la 1:10 am, y que dejó 42 muertos y cientos de heridos, siguen sin conocerse públicamente.
Y ante el misterio sobre el siniestro un grupo de 11 diputados a la Asamblea Nacional y un grupo de al menos 9 exgerentes, trabajadores y especialistas del Complejo Refinador Paraguaná (CRP) elaboró una hipótesis sobre lo sucedido en la refinería Amuay.
El exsubgerente del CRP y exgerente de la refinería Cardón, Javier Larrañaga, dijo que hay reportes de operación de la refinería Cardón indicaban que aproximadamente a las 11:30 de la noche del viernes 24 de agosto «se estaba transfiriendo olefinas, propano-propileno, desde la refinería Amuay hacia la planta de Alquilación de la refinería Cardón, cuando se detectó una pérdida de presión y flujo en la transferencia de olefinas». Esto implica que una hora y 40 minutos antes de la explosión había indicios de la fuga de olefinas.
Larrañaga sugiere que esa caída apunta a que había una fuga. «Un operador del bloque 23 de almacenamiento salió a inspeccionar lo que pasó. Detectó una fuga de gas en la bomba P-200 (encargada de bombear hidrocarburos entre las refinerías Amuay y Cardón) y reportó la presencia de una nube de gas», explicaba la presentación mostrada por Larrañaga.
El exsubgerente del CRP dijo que «a las 00:40 de la madrugada (del sábado) los operadores de Puramin vieron acercarse la nube de gases. Y a la 1:10 am del sábado una chispa de un vehículo en la avenida intercomunal produjo la explosión y arrasó el comando de la GN y afectó la planta de Hidrógeno, afectó 8 esferas y 11 tanques de almacenaje».
Larrañaga manifestó que «lo que está claro es que hubo una nube de gas en espacio no confinados. Se originó en la base de la esfera TK-208 y 209 de propano-propileno, y se extendió a los tanques de nafta catalítica y de alquilatos de vacío».
El especialista planteó varias dudas sobre lo sucedido en la esfera TK-208 en Amuay. Considera que pudo originarse por una fuga en los sellos mecánicos de las bombas, una fuga en las juntas (bridas) de las tuberías, fuga por corrosión en la esfera o en las tuberías de succión o descarga, o una fuga en las válvulas de escape.
Añadió que el 30 de junio hubo un conato de incendio «en esa bomba, por lo que es una causa probable, y hay información de que no había repuestos para esas bombas».
A su juicio, «pareciera evidente es que no se tomó la debida atención a una fuga. En la práctica de operación segura, que debe ser la primera prioridad en Pdvsa, es totalmente inaceptable que se mantenga en operación un instalación en condición insegura, y obviamente si hay una fuga, hay una condición insegura».
Además afirmó que si se observan las curvas de presión con la explosión «está claro» que dentro del radio de la explosión «hay varias unidades de procesos de la refinería: Destilación Atmosférica 5, la planta de Alquilación, Oxigenado, e Isomerización».
La diputada María Corina Machado advirtió sobre las condiciones de seguridad de Pdvsa, afirmando que el Índice de Frecuencia Brutas de accidente de Pdvsa es de 9, mientras que el de Citgo es apenas 1,2.
ERNESTO J. TOVAR | EL UNIVERSAL