Las políticas de precarización y aprietes del servicio médico se cobran la vida otro trabajador. Reproducimos las palabras de Hugo Sivori, obrero de Siderar y dirigente del PTS.
«El día domingo era el día de descanso del compañero Oscar Villán. Se disponía a ir hacer horas extras, porque la visita de un jerarca de Techint imponía una «limpieza a fondo». El cabezón, como lo conocíamos, manejaba un camión de capacho.
Necesitaba hacer horas extras, como todos, porque los salarios de miseria y la quincena no alcanzan. Esa necesidad le costó la vida: mientras miles de familias disfrutaban del domingo, él se disponía a trabajar. Durante la mañana, al sentirse descompuesto, decidió ir a servicio médico. «Baja presión», le dijeron, y lo mandaron nuevamente al puesto. Mientras tomaban mate, sus compañeros se dieron cuenta que Oscar estaba muerto, recostado en un banco.
El servicio médico de planta, muy ajeno a lo humano y bien cerca de los intereses del patrón, es parte de este sistema perverso que se lleva la vida de los compañeros. Nos ven como parte de la máquina: «hay que seguir», si faltás te pagan menos, y si ya no servís te desechan. La incertidumbre ante posibles despidos seguramente completó el cóctel explosivo para que ya no esté el cabezón.
Te vamos extrañar cabezón, hincha de boca, solidario. Un compañero conocido y querido en todos los sectores.
