Una «criminal» falta de seguridad

Los siete obreros que trabajaban en el futuro edificio de nueve pisos no contaban con cabo de vida, bandejas de contención ni baños. Cuestionan la «irresponsabilidad».


La de ayer es la tercera obra clausurada en sólo una semana.
Imagen: Alberto Gentilcore.

Cabos de vida gastados, ascensores sin protección, caída de escombros en propiedades linderas, y bandejas de contención rotas, fueron algunas de las irregularidades detectadas en una obra en construcción que fue clausurada por la Guardia Urbana (GUM) y el Ministerio de Trabajo provincial. «Trabajar en esas condiciones es criminal», aseguró el titular de la repartición municipal, Mariano Savia. Antes del mediodía de ayer, dos inspectores llegaron a la construcción de nueve pisos, en Zeballos al 100, donde trabajaban siete obreros. Allí detectaron «serias deficiencias con riesgos tripartitos: para los trabajadores, los transeúntes y los vecinos». Por las dos últimas, se solicitó la presencia de la GUM, que decidió la clausura. Además, los operarios no estaban cubiertos por la Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART), no contaban con comedor, baños, ni iluminación. «El panorama era sombrío», dijo a Rosario/12 el director de Higiene y Seguridad provincial, Néstor Botta, quien confirmó la clausura por riesgos inminentes de «caída y electrocución». La de ayer, es la tercera obra que se suspende en la semana, en esa zona de Rosario.


Tras la seguidilla de cinco muertes de obreros entre junio y julio pasado, la cartera laboral incrementó los operativos y puso al 90 por ciento de los inspectores de la zona Rosario a controlar obras. Solamente en esta semana se concretaron tres suspensiones en la zona de barrio Martin. «Hacía tiempo que no veía tanta irresponsabilidad», aseguró Savia sobre el caso de ayer.

El operativo conjunto llegó a tiempo. Botta indicó que no estuvo preparado ni se habían recibido denuncias, sino que fue «de rutina». Cuando llegaron los inspectores, «se encontraron con un panorama sombrío en materia de higiene y seguridad, con condiciones muy pero muy malas», por lo que se determinó la «suspensión total de obra», y se dio aviso a la GUM sobre los riesgos a terceros.

Savia aseguró que la edificación de nueve pisos de altura no contaba con paredes laterales ni vallado de contención, por lo que se determinó la clausura. «Los albañiles estaban trabajando en altura, en pisos que daban directamente al vacío», señaló. Tampoco había protección en el ascensor, cuyo hueco estaba libre. Para el funcionario, «podía generar la caída inminente de cualquier persona», como sucedió en otros casos. Además, los siete trabajadores que estaban en la obra de ayer tenían el cabo de vida gastado; y para completar la serie de incumplimientos, no contaban con cobertura laboral.

La caída de escombros a las viviendas linderas también representaba peligro. Sucede que la bandeja de seguridad que daba a calle Zeballos estaba mal colocada y los materiales con los que la habían construido estaban agujereados, por lo que no cumplía la función de contención ante eventuales caídas.

Tanto los inspectores como el titular de la GUM coincidieron en que había una situación de riesgo «tripartito»: para los trabajadores, para los transeúntes y para los vecinos.

Como consecuencia de estas irregularidades, la obra quedó clausurada y el Ministerio de Trabajo santafesino ordenó nuevas auditorías. Desde la Municipalidad se determinó que «no se puede ejercer ninguna actividad en el lugar». Savia confirmó que se trata de la tercera suspensión realizada en una obra en construcción de la zona céntrica de la ciudad, en lo que va de la semana.

En tanto, Botta indicó que para los inspectores ya es habitual suspender parte de las obras por diversas cuestiones, aunque aseguró que clausuras como la de ayer «son menos habituales».

El funcionario indicó que las multas son «relativas». Pese a que ayer había trascendido que la empresa constructora debería pagar alrededor de 10 mil pesos por los incumplimientos, Botta prefirió no aventurar cifras. «Es un tema que determinarán los abogados, cualquier número que digamos ahora puede ser un error, porque se han cobrado multas altísimas que llegaron a los 200 mil pesos, y otras que fueron de mil, según las faltas», indicó.

Fuente: www.pagina12.com.ar

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