Los obreros y operarios que trabajan en altura podrán contar pronto con un elemento más de protección en caso de caída, un chaleco ‘inteligente’ que acaba de patentar una alumna e investigadora de la Universidad de Huelva. El chaleco se hincha cuando un receptor interpreta que el trabajador ha quedado en suspensión.
* María Moreno dirige al grupo de investigadores que lo ha creado.
* El objetivo de este proyecto es añadir un plus de seguridad.
* Sus responsables confían en que el producto se comercialice antes de 2012.
María Moreno es una estudiante del Máster en Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Huelva (UHU) cuyo objetivo es añadir un plus de seguridad a los operarios que por ley tienen que trabajar sujetos a un arnés, según ha explicado la joven de 26 años.
El equipo de protección individual, patentado ya a nivel internacional y nacional, protegerá el cuerpo de los operarios de posibles colisiones con obstáculos o salientes que existan a lo largo de una posible caída hasta quedar suspendidos en el aire por el arnés de seguridad.
El chaleco ‘inteligente’ es, por ahora, un proyecto que Moreno espera convertir en una realidad a finales de año, gracias a que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la UHU ya se ha interesado en su desarrollo. La idea es comenzar en esa fecha su comercialización en las empresas, con operarios que tienen que trabajar en altura.
El equipo preventivo propuesto por la universitaria, ingeniera técnica especialista en mecánicas y estructuras, está compuesto de un chaleco hinchable, un pulsímetro, una centralita y unas plantillas. El chaleco se hincha con gas cuando la centralita recibe la señal que alerta de que el operario está en suspensión. El pulsómetro instalado en el tórax del operario informará del cambio de ritmo cardiaco a la centralita, aclara la investigadora.
En ese momento, la centralita estudia la información procedente de dos sensores de presión instalados en ambas plantillas, uno en el talón y otro en el metatarsiano (planta del pie), porque son los dos puntos que mayor presión generan en posturas estáticas y dinámicas. «Si se trata de una caída, la presión sobre los sensores será mínima, quedará sujeta dentro de unos valores preestablecidos y calculados, de forma que con ambas alarmas ‘pitando’ la centralita envía la información y el chaleco se hincha», precisa Moreno.
Si ambas alarmas no se activan a la vez, el chaleco no se hincharía, para evitar que situaciones cotidianas hagan saltar – individualmente – las alarmas, como correr o sentarse con los pies en alto.
«Se pretende que la prenda se vea como una más de la indumentaria del operario y que sea versátil, ligera y ergonómica», manifiesta la inventora. Además, señala, el chaleco incorporará unas bandas luminiscentes de emergencia para visualizar al trabajador.
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