24/02/2011 00:00 / F. Allende Avilés
Los sindicatos afirman que sólo computan 1 de cada 3 siniestros
Los delegados de seguridad del comité de empresa de Veriña en ArcelorMittal han presentando “una denuncia ante la Inspección de Trabajo para que analice los accidentes laborales que no computan oficialmente”, como los percances in itinere y otros casos vinculados a la actividad laboral, como “los trabajos restringidos”, según informaron ayer fuentes de Comisiones Obreras (CCOO). La denuncia ha sido formulada por esta central, la UGT y USO y su validez engloba también a la factoría de Avilés.
La multinacional siderúrgica cerró sus estadísticas oficiales el pasado año con 108 accidentes reconocidos, aunque los sindicatos consideran que la cifra real “se acerca a los trescientos”. Es decir, que sólo uno de cada tres accidentes pasarían a computarse en los recuentos. Según los sindicatos, esta “política de maquillaje está generalizada en la grandes empresas de la comarca como Asturiana de Zinc, Alcoa o DuPont”.
Según CCOO “las grandes empresas recurren a nuevos modelos paralegales para camuflar las cifras de la siniestralidad”, y ArcelorMittal es el caso paradigmático de estas nuevas tendencias.
“Arcelor baraja cuatro figuras ante los percances que se producen en sus instalaciones: “la baja, la no baja, la primera cura en el centro de trabajo (en El Hospitalillo) y el trabajo restringido”, es decir, la opción de que el empleado accidentado acuda a su puesto de trabajo haciendo simplemente acto de presencia o realizando labores secundarias que le permitan su estado físico. “Esto ocurre con frecuencia, cuando un trabajador, por ejemplo, acude con un brazo escayolado al trabajo”.
Un portavoz de la fábrica reconoció la pasada semana que un empleado trasladado por urgencias al Hospital San Agustín por una intoxicación de ácido clohídrico “al día siguiente estaba ya en su puesto de trabajo” y no llegó a registrarse como baja.
Hace unos meses, Lakshmi Mittal, presidente y director general de la multinacional pronunció una frase reveladora: “Si no somos capaces de producir acero de forma segura, podemos olvidarnos de nuestra ambición de ser una empresa ganadora”, afirmó en una convención de directivos, para hacerles saber su opinión sobre los accidentes en el trabajo.
La denuncia, que está ahora pendiente de resolver por parte de la Inspección de Trabajo, partió del comité de empresa de Veriña, a iniciativa de la sección sindical de CCOO. “Queremos saber si esta figura del trabajo restringido, que se han sacado de la manga en la empresa desde hace unos años existe legalmente y que la inspección se pronuncie sobre la misma, así como los accidentes in itinere que no son contabilizados como tales”, indicaron desde este sindicato.
Controles Otro de los puntos de fricción entre las empresas y los sindicatos, en este caso en ArcelorMittal, radica en los métodos utilizados para vigilar que se cumplan las normas de seguridad, que en muchos casos se extreman hasta caer en “un control policial sobre los trabajadores por parte de la escala de mandos, en muchas ocasiones para salvar sus propias espaldas”, según denunció ayer Iñaki Malda, secretario general de la sección sindical de UGT en ArcelorMittal en Avilés.
Malda ha trasladado este malestar y esta denuncia ante el comité europeo de la multinacional siderúrgica, del que forma parte, mostrando su desacuerdo con esta política que se traduce “en una presión constante sobre los trabajadores, con sanciones y controles exhautivos”, que no favorecen un clima laboral adecuado.
La filosofía de Lakshmi Mittal En otra reunión celebrada en enero, Lakshmi Mittal reiteró su compromiso con el fin de reducir los accidentes. “Nos hemos fijado como objetivo reducir nuestro Índice de Frecuencia de Accidentes-Baja a 1,0 en 2013”, anunció. “Estoy seguro de que no necesito recordarles”, añadió, “que nuestra actividad empresarial consiste en producir acero y no en tener accidentes. Tener que informar a una familia de que uno de sus seres queridos ha sufrido un trágico accidente es una experiencia realmente terrible. Personalmente, he tenido que hacerlo en demasiadas ocasiones, al igual que, estoy seguro, numerosas personas que se encuentran hoy aquí”. Mittal concluyó su discurso: “Soy consciente de que mis palabras pueden parecer duras, pero es un mensaje deliberado. Necesito que todos tomen conciencia de ello”.
“Entendemos que la seguridad es una política primordial, pero no se debe llevar hasta los extremos de represión que están utilizando”, insistió Malda, quien los considera “excesivos” en el grado que se está utilizando ahora.
Fuente
http://www.lavozdeasturias.es/
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