Las instalaciones ubicadas en Pasaje Cabrera al 400 ardieron otra vez y no hubo heridos. En 2013 un siniestro de mayores proporciones acabó con la vida de un empleado de la firma. El Concejo había elevado un pedido de informes que el Ejecutivo municipal no respondió
La misma fábrica de colchones en la que murió una persona en septiembre de 2013, y en la que se había producido un incendio de mayores proporciones en junio de 2012, volvió a arder este jueves por la tarde. En esta oportunidad, la primera dotación de bomberos que llegó al lugar logró controlar las llamas y no hubo heridos, pero la preocupación de los vecinos del barrio Ludueña Sur aumenta por la reiteración de este tipo de hechos y sus reclamos ya se hicieron oir en el Concejo.
La empresa está ubicada en Pasaje Cabrera al 400 (Urquiza al 4900). En realidad, se trata de un predio de varias manzanas en el que funcionan una fábrica de colchones, un depósito de maderas y una distribuidora de productos químicos, cuya razón social sería “Industrias Químicas. Productos Industriales”.
El jefe de Bomberos Zapadores de Rosario, Raúl Mansilla, informó a los medios que “se originó un incendio en el sector norte de la empresa, que fue apagado por los empleados y controlado definitivamente por nuestro personal”.
Mansilla confirmó que “no hubo heridos” por el incendio, y detalló que “ingresó una ambulancia porque uno de los empleados tenía un principio de asfixia por el humo, pero nada grave”.
“Lo que se quemó es material de goma espuma, en el sector de la fábrica de colchones”, agregó. Y describió que “hay mucho material inflamable, pero la empresa tiene las medidas de seguridad y por eso pudo ser sofocado por los trabajadores”.
Donde hubo llamas…
El primer incendio se gran magnitud se produjo el 28 de junio de 2012. En esa oportunidad trabajaron seis dotaciones de bomberos, las pérdidas materiales fueron casi enormes, pero no hubo que lamentar víctimas.
Los habitantes del barrio mostraron su temor por el riesgo de un nuevo siniestro ante la gran cantidad de material inflamable que existe en las instalaciones de la firma. Sin embargo, la situación se repitió 15 meses después, pero esa vez con consecuencias trágicas: el fallecimiento de un trabajador.
Desesperados por los dos incendios en poco más de un año, y movilizados por la muerte del empleado, los vecinos de este barrio de la zona oeste de Rosario hicieron oir sus reclamos en el Concejo, que elevó un pedido de informes al Ejecutivo municipal. Los ediles aseguran que éste nunca fue respondido.
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