Seguridad en la industria de la construcción

Ocurre que en todos los países, sin excepción, éste es uno de los sectores que genera más accidentes de trabajo. Sin citar estadísticas –para no perdernos en lo obvio y evidente–, Nicaragua es una vitrina de malas prácticas, observando diario en plena vía pública una cantidad increíble de actos inseguros y condiciones aterradoras.

Lo peor es que de tanta familiaridad con esos actos, a veces circenses, es que se pierde de vista el sufrimiento de la cantidad de víctimas reales que genera la accidentalidad en este sector.

Es muy fácil caer en la tentación de asignar responsabilidades por el deplorable estado de la seguridad ocupacional en la industria de la construcción –no lo haré–, pero hay que tener presente que quienes trabajan allí son seres humanos, y que sufren lesiones graves por caídas de otro nivel, electrocuciones, golpes con objetos que caen, cortaduras con herramientas, esquirlas en los ojos, en general, una colección macabra de incidentes que dejan lesiones invalidantes en la mayoría de los casos y, en otros, fatalidades en que un cabeza de familia deja en el desamparo a sus dependientes. Todo esto sin contar las silenciosas enfermedades ocupacionales incubándose por otra serie de malas prácticas.

Algunos propietarios/as de empresas consideran la inversión en seguridad como un simple y molesto gasto, creyendo ingenuamente que al comprar Equipos de Protección Personal (EPP) van a disminuir por arte de magia estos accidentes. Equivocación rotunda. El hecho de brindar EPP –ojalá el adecuado–, es apenas cumplir con la ley.

Algunos directivos pierden de vista que al tener accidentes se adquiere una pésima reputación con los clientes que contraten sus servicios –al salir en un periódico o noticiero como empresa productora de viudas y huérfanos– y ni qué decir de la imagen ante los propios empleados y contratistas. ¿Cómo está allí adentro la Responsabilidad Social Empresarial?

Esta conducta sin sentido, en el corto plazo, golpea directamente las utilidades, ¿o no?

Una empresa que quiera seriamente mejorar la competitividad en el sector construcción, deberá, como mínimo, emprender los siguientes pasos:

Adquiera EPP adecuado y certificado para los trabajos específicos, no compre baja calidad.

Provea entrenamiento serio en seguridad a su personal, especialmente a los supervisores y personal gerencial, para que comprendan la cadena de causación de accidentes y cómo liderar al personal. Si no puede usted mismo, contrate profesionales.

Sea protagonista, involúcrese, asigne recursos, ubique la seguridad ocupacional como un tema alto en la agenda ejecutiva, alinee la billetera con lo que dicen sus palabras.

Defina o desarrolle valores organizacionales. Una empresa sin un norte expresado en valores robustos, vivirá improvisando y en medio de crisis continuas.

Desarrolle Reglas Cardinales de Seguridad, que son los requerimientos específicos de seguridad de los trabajos de mayor riesgo, y que no deben dejar de cumplirse jamás, por ninguna persona, sin excepción.

Contrate empresas contratistas que se destaquen por la seguridad.

¿Comentarios? Escriba: noalosaccidentes@gmail.com / Twitter: @carflom

Fuente: www.elnuevodiario.com.ni

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