La planta aceitera está sobre la ruta 9, cerca de San Jerónimo Sud. No hubo víctimas. El fuego consumió la estructura y la densa humareda obligó a cortar el tránsito.
La imagen deja ver a la izquierda la estructura en llamas y, junto a ella, un galpón gemelo envuelto en humo al que el fuego no alcanzó.
San Jerónimo Sud.— Un incendio en un silo de la planta aceitera que la empresa Bunge Argentina tiene en San Jerónimo Sud se incendió ayer, quedó reducido a hierros retorcidos, obligó a movilizarse a cinco dotaciones de bomberos y mantuvo cortada la ruta nacional 9 durante algunas horas.
El foco se originó en una celda de la firma (un gran galpón metálico con techo a dos aguas) aproximadamente a las 14, hora en que fueron alertados los bomberos y la policía.
La voracidad de las llamas provocó la caída de parte del techo, que fue retirado totalmente por los mismos bomberos porque la estructura estaba a punto de colapsar, y el incendio provocó una gran columna de humo que se veía desde la autopista Rosario-Córdoba a varios kilómetros de distancia.
Asistieron al lugar dos dotaciones del cuerpo de bomberos de Carcarañá, tres de Roldán y algunos agentes de San Jerónimo Sud que se plegaron al operativo, iniciado ya adentro de la empresa con personal de la red de incendio propia.
Desde las fuerzas de seguridad comunicaron que no se registraron víctimas y que fue necesario, por cuestiones operativas y de visibilidad, cortar el tránsito de la ruta 9 y derivarlo hacia Roldán y Carcarañá para el acceso a la autopista a Córdoba.
LaCapital estuvo en el lugar y recorrió las inmediaciones de la planta, a la que no se pudo ingresar. Por un camino lateral de tierra se llegaba a pocos metros del galpón siniestrado. Allí, por causas que se investigan, había ardido el maíz depositado en el silo, y aparentemente el fuego alcanzó una cinta transportadora de goma ubicada en el subsuelo de la estructura. Una columna de humo inmensa salía del lugar, donde había comenzado a caer el techo.
El viento soplaba del norte y el humo casi envolvió por completo a un galpón contiguo, aunque esa estructura no corrió peligro. Dentro de la planta, los bomberos trabajaban para sofocar las llamas, que todavía continuaban consumiendo el inmenso galpón. Por el mismo viento el humo cubrió también la ruta 9, que permaneció cortada.
«Deje los papeles y meta el camión en la playa, jefe, nosotros le vamos a avisar cuando pase este lío», le dijo en el portón de ingreso un empleado a un camionero que llegaba a descargar. El chofer se encogió de hombros y volvió al camión algo resignado, pensando que la cosa daba para largo.
En espera de detalles. El titular de la seccional 8ª de San Jerónimo Sud, comisario principal José María Boldrin, explicó a este diario que las causas del siniestro eran objeto de investigación, y que esperaba mayores detalles que pudieran proporcionarle las dotaciones de bomberos que trabajaban en el lugar. «La quema se produjo a raíz de la combustión del maíz en la celda Nº 5 de la planta, que quedó totalmente destruida, aunque tenemos que estar contentos de que no haya habido víctimas», dijo. Y aunque no puede saber cuánto maíz había en su interior, reveló que se trata de un galpón de entre 150 y 200 metros de largo, y entre 20 y 25 metros de altura».
Si bien la ruta se liberó a eso de las 17.30, al cierre de esta edición los bomberos continuaban con las tareas de enfriamiento del material. Durante la tarde, además del humo, se percibía en las afueras de la planta un fuerte olor a cereal quemado. La policía cortó el camino transversal para impedir la llegada de curiosos, que acudían al lugar donde más cerca tenían al silo.
El Complejo Industrial San Jerónimo Sud se levanta en el kilómetro 336 de la ruta nacional 9, entre la localidad homónima y Carcarañá, a 30 kilómetros de Rosario. Según se lee en su página oficial, posee una capacidad de molienda diaria de 2.200 toneladas y de 120 mil toneladas de almacenamiento. Allí se produce aceite crudo y refinado, además de pellets y harina de soja.
El hermetismo de la empresa fue total. Este diario esperó durante una hora y media la llegada de «una chica de recursos humanos que está viniendo desde Rosario», quien se suponía sería la única vocera. Pasadas las 17.30, nadie se había hecho presente y el personal jerárquico de la firma no brindó explicaciones del suceso.