Para mitigar los riesgos de exposición y de explosión en los espacios de trabajo farmacéuticos, hay que conocer a fondo la aplicación y los ingredientes procesados. Las pruebas de polvo y un análisis de riesgos proporcionarán información más específica sobre el tamaño de las partículas y las propiedades explosivas de su polvo y, por tanto, determinarán la solución de extracción adecuada para sus necesidades.
Análisis de los peligros
Para determinar los métodos de control adecuado del polvo en los lugares de trabajo farmacéuticos, hay que conocer las propiedades toxicológicas de los materiales, revisar los límites de exposición profesional (OEL) y realizar una evaluación de la exposición basada en el riesgo.
Las preguntas que hay que responder al analizar los riesgos potenciales asociados a los polvos generados en el lugar de trabajo son las siguientes:
- Salud laboral: ¿Los polvos generados son potencialmente perjudiciales para la salud de los operarios o pueden provocar reacciones alérgicas?
- Impacto medioambiental: ¿Son las emisiones perjudiciales cuando llegan a la atmósfera y, por tanto, requieren una contención especial?
- Peligro de explosión: Si se manipulan polvos explosivos o mezclas híbridas de polvo y gas, hay que llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos del proceso al que se aplica el captador de polvo, así como de la zona en la que se instala, para mitigar el riesgo para las personas y evitar daños en las instalaciones en caso de explosión del polvo.
- Maquinaria y proceso: ¿Puede el polvo generado causar algún daño a su proceso o maquinaria?
- Contaminación cruzada: ¿Existe la posibilidad de contaminación cruzada de los productos?