Esa fue una de las conclusiones de los datos que expusieron varios expertos en el tema durante un especial informativo en Business TV
Business TV emitió recientemente un especial informativo sobre seguridad vial laboral. El programa fue presentado por Chimo Ortega, director del Área de Motor de Intereconomía, y estuvo acompañado por Marta Zimmermann, directora del Departamento de Investigación del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT); Emilio Huertas, responsable de Seguridad Vial y Planes de Movilidad de la Fundación Pons; Eugenio Dobrynine, director de la Fundación del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA); y Agustín Galdón, responsable de Estudios del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre.
El debate lo inauguró Chimo Ortega, que afirmó que la seguridad vial laboral es un tema que preocupa por las terribles repercusiones que tiene, tanto en el ámbito humano como en el social y económico. Como punto de partida, explicó: “En 2010, el 34,8% de los accidentes mortales de trabajo fue por accidentes de tráfico”.
La opinión de los invitados fue unánime sobre cómo estaba cambiando en las estadísticas el perfil de la siniestralidad laboral mortal, puesto que los esfuerzos realizados en materia de prevención de riesgos habían dado fruto y, en contrapartida, los accidentes de tráfico en jornada laboral se habían convertido en la primera causa de muerte en el trabajo, fueran accidentes in itínere, desplazamientos de casa al trabajo o viceversa, o “en misión”, los propios del trabajo.
Sin entrar en la tragedia social de la pérdida de vidas humanas, apuntaron, el coste económico y los perjuicios impresionan. En grandes números, y según datos del INSHT y de la DGT, en el año 2009, los accidentes laborales viales supusieron un total de 2.723.080 jornadas no trabajadas. La estimación del coste individual de una víctima por accidente de tráfico en España – según estudios de las Universidades de Murcia y Sevilla, financiados por la DGT – supone que el valor de la vida de una persona cualquiera, en el contexto de los accidentes de tráfico, asciende a 1,3 millones de euros, lo que, una vez sumadas las pérdidas netas de producción y los costes médicos y de ambulancia, se traduce en un valor por evitar o prevenir de 1,4 millones de euros.
Un aspecto que destacaron fue la necesidad de concienciar al trabajador sobre la importancia de no bajar la atención en los trayectos de casa al trabajo, puesto que se convierten en una rutina y las distracciones y la conducción automática pueden hacer perder esa atención que es vital al volante.
También coincidieron en la necesidad de implementar en las empresas planes de seguridad vial, aunque, dijeron, era difícil en este momento de crisis hacer que los empresarios entendieran los beneficios de convertir este tema en una línea estratégica de su Responsabilidad Social.
Medidas
La seguridad vial laboral es un problema de salud pública, añadieron. Se tiene que implicar el ciudadano, las empresas y las Administraciones. Desde las fundaciones e instituciones representadas se habló de fomentar la formación, de ayudar a analizar la movilidad de las empresas, investigando los síntomas para poder prevenir, y proponer planes de gestión de la misma, de concienciar a los empresarios sobre la importancia de llevar a sus líneas de RSC la seguridad vial laboral y a la sociedad de la necesidad de realizar una conducción eficiente y segura, en desplazamientos in itínere y en misión.
Como apunte final, hablaron del coste personal. El sufrimiento por una muerte, el desencadenante más dramático que existe, es aún mucho más dramático cuando uno está desempeñando su trabajo. Perder, perdemos todos en un accidente laboral.
INVITADOS
Marta Zimmermann, Directora del dpto. de Invest. INSHT
«El empresario debe saber que la seguridad vial laboral es rentable».
“La promoción de la salud es fundamental, sobre todo en ocupaciones en las que hay una gran incidencia de accidentes en misión: transporte por carretera, transporte de comida, empresas de correo y mensajería. Sueño, obesidad, alimentación, descanso, ejercicio, consumo, son vitales para la seguridad vial”.
Enrique Huertas, Responable de Seguridad Vial. Fundación Pons
«Los planes de movilidad en las empresas son esenciales».
“Debemos concentrarnos en dos aspectos: la formación y la educación en valores, tanto de seguridad vial como viaria, y la parte de consultoría de empresa, para analizar patrones de movilidad y proponer medidas que se ajusten a las necesidades”.
Agustín Galdón, Responsable Seguridad Vial. Fundación Mapfre
«Debemos ayudar a la pyme desde la Administración y las instituciones»
“Las grandes empresas tienen políticas de prevención, sistemas de gestión de movilidad, a los que ven rentabilidad a corto y largo plazo. La pyme no tiene tanta herramienta de gestión. Hacen lo que pueden, pero la crisis lo complica. Deberíamos facilitarles la ejecución de planes de movilidad”
Eugenio Dobrynine, Director de la Fundación CEA
«Es necesario llevar a cabo campañas de prevención en las empresas»
“Estamos en un momento difícil, ya que la crisis puede hacer que esa concienciación ciudadana sobre seguridad vial sufra un parón. Y también que lo sufra a nivel empresarial y no se invierta en la protección del trabajador en ese entorno de la seguridad vial, problema que hemos detectado y en el que ya estamos trabajando”.