La peor catástrofe en Europa desde la Segunda Guerra Mundial

Los bomberos tardarán días en apagar el incendio desatado ayer en un centro de combustible en Londres. Se usarán 250.000 litros de espuma mezclados con agua. Imágenes impactantes.

Los bomberos continúan hoy luchando para apagar el espectacular incendio declarado el domingo tras una serie de explosiones en el centro de combustible de Buncefield, al norte de Londres, que dejaron 43 heridos, dos de ellos graves.

Los bomberos tratan de sofocar el incendio, el peor ocurrido en el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), con unos 250.000 litros de espuma mezclados con 25.000 litros de agua que se van a verter sobre el lugar del siniestro.

Según la agencia EFE, esa aparatosa operación, que se prolongará esta mañana durante cuatro horas, debería haber comenzado la pasada medianoche, aunque se aplazó por temor a la falta de suministro de agua. «Sabremos a mediodía de hoy si nuestro plan va a ser efectivo o no», afirmó Roy Wilsher, el jefe de bomberos del condado de Hertfordshire, al norte de la capital británica.

Los expertos pronostican que los bomberos pueden tardar aún varios días en sofocar completamente el gigantesco incendio, que lanzó al cielo bolas de fuego y un denso humo negro.

El depósito de combustible sigue en llamas, mientras una gigantesca nube de humo negro se ha propagado por gran parte del sur de Inglaterra.

La Policía recomendó hoy a los residentes de la zona que permanezcan en sus casas con las ventanas y las puertas cerradas.

El fuego, cuyas causa aún se desconoce, empezó a primera hora de la mañana del domingo y obligó a evacuar a unas 2.000 personas que viven cerca del lugar.

Aunque los expertos aseguran que el humo es, en el peor de los casos, de muy baja toxicidad, el hecho de que se haya recomendado a los vecinos de las localidades próximas encerrarse en sus casas y no abrir puertas ni ventanas ha provocado cierta inquietud.

El humo es irritante y puede causar escozor en los ojos y en algunos casos náuseas, si bien las personas con problemas respiratorios son, en cualquier, caso las más expuestas ya que pueden sufrir ataques de asma, según las autoridades sanitarias.

Veinte depósitos de combustible, cada uno con capacidad para 13,5 millones de litros, se han visto afectados por las llamas.

Las instalaciones de Buncefield, copropiedad de los gigantes petroleros Texaco y Total, suministran combustible a los principales aeropuertos que sirven a la capital británica, entre ellos el de Luton, a sólo 16 kilómetros, y el más lejano de Heathrow.

El incendio no afectó a los vuelos programados este domingo en el aeropuerto de Luton, aunque los aterrizajes de Heathrow sufrieron algunos retrasos por culpa del humo.

Fuente: www.infobae.com

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