La deflagración lanzó a 15 metros la puerta del garaje del bloque afectado, situado en la calle Carreta · No hubo que desalojar el inmueble ni se produjeron daños personales aunque sí cuantiosos desperfectos
Los operarios trabajaron durante horas para restablecer la normalidad.
La explosión afectó también a fachadas y locales comerciales.
Tres unidades de bomberos se desplazaron a la zona del Paseo del Salón.
Aunque el desolador escenario invitaba a pensar lo contrario, no hubo que lamentar daños personales tras la explosión que se produjo ayer en un edificio situado en el Paseo del Salón, en pleno centro de Granada. Los vecinos de la calle Carreta fueron testigos de la deflagración, que sí se cobró grandes destrozos materiales y causó graves daños a la estructura del inmueble cercano a los estudios de Radio Nacional en Granada, según informaron fuentes del servicio de Emergencias 112.
En torno a las cinco de la tarde un fuerte estruendo sacudió la tranquilidad dominical de los residentes de la zona aunque, no obstante, supieron mantener la calma en todo momento. «En cuanto escuchamos el estallido cogimos al perro y nos bajamos con lo puesto a la calle, aunque no hemos pasado demasiado miedo porque no se escuchó muy fuerte la explosión, sino la deflagración posterior», explicaba una vecina del edificio colindante, Elvira Villalón. Sin embargo la proximidad de la sede de RNE sí hizo saltar las alarmas en los edificios de la zona, según matizó el marido de Elvira.
El fuerte olor a gasolina tras la explosión daba pistas sobre la posible causa de la deflagración, y el comunicado de los servicios de emergencias vino a confirmar la hipótesis de que se tratara de la caldera. «Cuando me asomé solo vi mucho polvo en el ambiente y la puerta del garaje del edificio tumbada sobre la calle, así que decidimos salir de nuestra casa por seguridad», apostilló la vecina. La magnitud del estallido catapultó el portón a 15 metros y causó numerosos perjuicios en la fachada, afectando al estudio de arquitectos que albergan los bajos del inmueble.
La coyuntura del fin de semana unido a que la mayor parte de la gente se encuentra ya de vacaciones pudieron ser factores determinantes en que ninguna persona resultara afectada, obviando el susto que conlleva un suceso de estas características. «Menos mal que mucha gente está en la playa, si no podría haber pasado algo mucho más grave», sostenía Elvira.
Los curiosos se mezclaban con los operarios, que se afanaban en restablecer la normalidad en el barrio retirando todos los elementos del entorno dañados y que pudieran ser susceptibles de causar nuevos incidentes en la zona. Tres unidades de los bomberos, así como un considerable número de efectivos de la Policía Local, Policía Nacional y Cruz Roja se encargaban por todos los medios de dedevolver a la normalidad la zona en el menor tiempo posible.
Los técnicos continuaron evaluando minuciosamente los efectos de la deflagración y pudieron comprobar los cuantiosos estropicios causados, tanto en el interior del edificio como en su exterior, confirmando daños estéticos en las fachadas colindantes y la consecuente afectación a la estructura del inmueble, según comunicó un experto del servicio de Emergencias 112. «La fachada de este bloque, así como la del inmueble colindante se encuentran bastante deterioradas, además de los cristales blindados que tenía el local comercial de la planta baja del edificio».
Así, la explosión afectó a la movilidad de la zona, al cerrarse al tráfico durante varias horas la calle carreta, esquina con la calle Estepona, así como el vial del Paseo del salón que conduce hasta la plaza.
Pese a la magnitud del suceso no fue necesario desalojar el inmueble de siete plantas, ya que se encontraba «vacío» y sólo salió de su interior un hombre mayor «en buen estado de salud», comunicó el 112.
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