La AFIP detectó trabajo rural esclavo en Chacabuco

Los trabajadores, que habían sido trasladados desde Santiago del Estero, estaban obligados a comprar insumos. Luego se les descontaba de sus salarios.

La Administración Federal de Ingresos Públicos, a través de la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, detectó 100% de empleo no registrado en un campo de Chacabuco, explotado por la empresa Tecnoseed SA. Los trabajadores, que habían sido trasladados desde Santiago del Estero, estaban obligados a comprar insumos a proveedores designados por la empresa. Luego se les descontaba de sus salarios los gastos realizados.

Dicha maniobra, viola la Resolución 11 de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, que prevé: “El empleador podrá expender a su personal mercaderías, no pudiendo en ningún supuesto retener, compensar, descontar o deducir del salario en forma directa el valor de las mismas”.


El procedimiento se realizó en el Campo La Esperanza, ubicado en el km 192 de la ruta 7. Allí los agentes de la AFIP relevaron a 42 empleados, dedicados al desflore de maíz, que no estaban registrados por su empleador.

Las personas relevadas desconocían plenamente sus condiciones de trabajo: no sabían el monto total de su salario, la fecha de pago y el valor de la hora extra, que realizaban a razón de dos por día. Tampoco conocían si poseían cobertura médica y hasta cuándo se extendería su estadía en el predio.

Según manifestaron los empleados rurales, al momento del reclutamiento, la firma Tecnoseeds SA les prometió condiciones laborales que no fueron cumplidas. La jornada laboral se extendía más horas de lo normado por la ley. Cumplían un horario de 7 de la mañana a 11,30 y de 13 a 18. Tampoco se cumplía con el derecho al descanso ni con el goce de los días de franco.

Los trabajadores manifestaron que dormían en un hospedaje ubicado en Chacabuco y que Tecnoseeds SA les había entregado ropa de trabajo. Sin embargo, al momento de realizarse el operativo, los empleados no poseían la indumentaria de trabajo ni contaban con el calzado adecuado para sus tareas.

Por falta de dinero, tampoco podían adquirir tarjetas telefónicas para comunicarse con sus familias, que viven en Santiago del Estero.

La alimentación también era deficiente, según manifestó el personal, tanto por la calidad como por la variedad de las viandas diarias. A ello se sumaban las deficiencias edilicias del “comedor”, sin adecuada luz y ventilación, y la falta de provisión de elementos para comer.

Luego del relevamiento, se realizó un cruce de información sistémico y se observó que las Claves de Alta Temprana (CAT) de los trabajadores fueron obtenidas fuera de término.

Lo expuesto será denunciado ante la Fiscalía Federal de Junín, por corresponder a su jurisdicción.

Fuente: www.iprofesional.com

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