INSPECTORES DERRIBAN PUERTA PARA CONSTATAR TRABAJO NO REGISTRADO

Rosario, 19 de agosto (Télam). Inspectores de la cartera laboral santafesina tuvieron que solicitar una orden de allanamiento y romper una puerta para ingresar a realizar tareas de fiscalización en un taller textil rosarino, donde detectaron 11 trabajadores encerrados, informó hoy el Ministerio de Trabajo provincial.

Como consecuencia del procedimiento, del que también participó la policía, los propietarios del lugar fueron citados a la sede la cartera laboral para presentar la documentación requerida por las autoridades, dijo a Télam el titular de la delegación sur del Ministerio, Aldo Fabucci.

El funcionario explicó que los inspectores a su cargo tuvieron que ir en cuatro oportunidades al taller, ubicado en un galpón del centro de Rosario, en Tucumán al 2600, ante la negativa de los titulares del comercio a abrir las puertas.

«La primera vez fueron los inspectores del Ministerio, que estaban identificados, al igual que en la segunda oportunidad. La tercera fuimos con un móvil policial, pero tampoco abrieron», detalló Fabucci.


«Con esos antecedentes y las constataciones de gente del barrio que decía que había movimiento de ingreso y egreso de personal, pedimos una orden de allanamiento y la justicia actuó con premura», agregó el funcionario.

Contó que en la cuarta oportunidad en que fueron los inspectores al taller clandestino, el miércoles pasado y ya con la orden de allanamiento y personal policial, «no abrieron, por lo que se tuvo que llamar a cerrajero para violentar la puerta».

«Hay que destacar la irresponsabilidad empresaria», se quejó Fabucci, quien confirmó que en el lugar trabajaban once personas que no estaban registradas, en malas condiciones de higiene y seguridad y vigilados por cámaras de video.

El funcionario aclaró que «no se trata de un caso de trabajo esclavo, como se han visto en otros lugares» y explicó que «no había indicios de que la gente viviera allí, sino que entraban a trabajar y salían».

Pero destacó que se «ha llegado a un extremo de resistencia al control estatal, cuando los inspectores están identificados y facultados por la ley para ingresar a lugares de trabajo a realizar constataciones».

De acuerdo al procedimiento oficial, en el lugar se encontraron máquinas de coser, telas y etiquetas, aunque no se determinó para qué marcas trabajaba el taller. (Télam)

Fuente: www.elpatagonico.net

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