Rosario (DyN) Un operativo de inspección laboral detecto serias irregularidades en un taller textil de Rosario donde los dueños de la empresa tenían incluso a un perro doberman atado en el patio para amedrentar a los operarios que intentaran tomar descansos.
Autoridades de la secretaría de Trabajo de Santa Fe dijeron que hallaron a once obreros en condiciones de precariedad laboral en un taller que funcionaba en el fondo de una vivienda de la calle Tucumán al 2600, de Rosario.
Las fuentes dijeron que los empleadores se negaron en principio a recibir la inspección, por lo que la secretaría pidió autorización de la justicia para que libre una orden de allanamiento y el apoyo policial.
Así, los inspectores pudieron detectar que en la parte trasera del local había un galpón donde funcionaba una empresa de fabricación de ropa, con máquinas de coser, numerosas telas cortadas, etiquetas de ropa, planchas.
El lugar contaba con escasa luz, sin calefacción y con cámaras de seguridad que controlaban a los costureros, añadieron las fuentes.
Por su parte, el director de Inspección de Trabajo, Fernando Muruaga, dijo a radio LT8 que «para ingresar debimos romper la cerradura y constatamos que había once trabajadores no registrados y en pésimas condiciones precarias de trabajo».
«No había limpieza y en el patio había un perro de raza doberman amedrentado a los trabajadores. Es lamentable que existan empresarios así, que no tienen responsabilidad», añadió el funcionario. Luego, agregó que «no me gusta hablar de trabajo esclavo, ni siquiera sé si este es el caso, acá en lo que queremos poner énfasis es que desde el ministerio no vamos a tolerar este tipo de situaciones para evadir la fiscalización».
Y, añadió que en el caso de Rosario «la gente no vive en el lugar, es distinto a lo que pasa en los talleres en Buenos Aires, que provienen de países extranjeros y trabajan con jornadas de 15 horas diarias».
«Acá hay una situación de ilegalidad para que no se sepa que en el lugar funciona una fábrica textil», acotó.