Los sindicalistas que encabezaron 14 días de huelga por riesgos de trabajo señalaron que la empresa es «una farsa en materia de seguridad». El canciller Gargano negó una posible cumbre Kirchner- Tabaré.
Los 14 días de huelga en la planta de Botnia fueron la señal de que algo falla en el proceso de construcción de la papelera que se levanta en Fray Bentos.
Y los delegados sindicales que fueron al paro se encargaron de poner en fuertes palabras el malestar que cruza a la plantilla del personal.
«Botnia en materia de seguridad es una farsa» dijo Juan Sardella, presidente del Sindicato Unico de Construcción y Afines.
Así recordó el episodio del 4 de julio cuando dos grúas que caragaban material para la construcción se derrumbaron y corrió grave riesgo la vida de los empleados.
«Se cayó la pantalla que tenían como compañía líder» sostuvo Féxi Villalba, otro delegado sindical a Perfil.
Por otra parte, el canciller del Uruguay, Reinaldo Gargano, negó que se vaya a producir una cumbre entre el presidente Néstor Kirchner y su par uruguayo Tabaré Vázquez en el encuentro de mandatarios del Mercosur que se va a desarrollar en Córdoba esta semana.
«Tirar al principio el último cartucho no parece ser el camino correcto», explicó.
Agregó que espera que el Gobierno argentino frene nuevos posibles piquetes de ambientalistas y aplique las normas de Derecho que rigen la vida en comunidad».
En tanto, en diálogo con Radio10, el ministro de medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, se refirió al fallo de la Corte de La Haya, que avaló la instalación de las plantas de celulosa en la localidad de Fray Bentos, sobre la costa del río Uruguay.
«Nosotros tomamos este fallo con la serena tranquilidad que, ya en lo sustantivo, confiábamos en que resolvería así», afirmó.
El ministerio destacó que la resolución del tribunal internacional «le da una jerarquía fundamental a la Comisión Administradora del río Uruguay (CARU), que no había sido suficientemente tenida en cuenta por las dos delegaciones».
Al respecto, apuntó que a través del ente binacional «unos y otros, con los conocimientos técnicos específicos, tienen un ámbito más que puede conducirnos en le camino mejor: el diálogo y la negociación serena».
Al ser interrogado acerca de la posibilidad de que Uruguay cargue con los costos en caso de detectarse contaminación y decidirse el levantamiento de las fábricas, el funcionario aseguró: «Asumo esta responsabilidad».
Además, recordó que cuando se desempeñó en la intendencia de Montevideo, cuando ejercía el cargo el actual presidente Tabaré Vázquez, Arana subrayó que «primero multamos, y luego suspendimos y clausuramos en forma absolutamente definitiva» una serie de empresas por ser contaminantes, entre ellas una empresa cementera de importante producción.