Sindicatos holandeses y un empleado de Bangladesh, demandaron ante tribunales suizos a la FIFA por la explotación laboral en las obras de Catar 2022
Regeneración, 10 de octubre de 2016.- Sindicatos holandeses presentaron una demanda contra la FIFA por presunta explotación laboral de trabajadores inmigrantes en la construcción de la infraestructura que se realizan para el mundial de Catar 2022.
La Asociación sindical junto con un empleado de Bangladesh plantearon el caso en tribunales suizos, ante lo que diversas organizaciones de derechos humanos han llamado “esclavitud moderna”.
Según un estudio encargado por el gobierno Catarí, docenas de trabajadores han fallecido en la construcción de los estadios, tan sólo en septiembre pasado, dos personas se suicidaron en las obras de la competición, indicó el medio alemán, DutchNews.
Según el profesor de Derecho Internacional, Geert-Jan Knoops, no existen precedentes de un caso similar, pero la demanda posee una base legal.
“El desarrollo en el derecho internacional permite declarar responsables solidarios de violaciones de derechos humanos a compañías y organizaciones como la FIFA, relacionadas con inversiones en países extranjeros”, declaró el profesor
Según medios, los obreros que trabajan en las obras del mundial, pagaron comisiones a agencias de empleo e intermediarios para conseguir el puesto.
Además, varios de ellos dijeron que de haber sabido las condiciones laborales de antemano, jamás habrían viajado a Catar.
Desde que empezaron los trabajos para la preparación del Mundial de Catar 2022, miles de inmigrantes fueron empleados para realizar los trabajos, en condiciones de poca dignidad humana; para diciembre de 2015, el estado árabe aprobó una ley que obligaba a los inmigrantes a obtener su visado de salida del país con el objetivo de reducir los abusos.
Sin embargo, la abogada neerlandesa Liesbeth Zegveld, involucrada en la preparación de la demanda, afirmó que los obreros siguen siendo “propiedad” de sus empleadores.
“Ellos deciden cuándo y si los empleados llegan o se marchan, trabajan, comen, duermen o reciben un salario”, declaró Zegveld a “De Volkskrant”.