La Justicia de Bahía Blanca condenó al consorcio de un edificio de esa ciudad a indemnizar con más de $10.000 a una mujer (no era propietaria), que se cayó por las escaleras y sufrió daños. El tribunal sostuvo que la escalera, en las condiciones en que estaba, era una cosa riesgosa. La demandada sostenía que había culpa de la víctima, porque bajó las escaleras apurada y sin tantear la pared. La juez de primera instancia sostuvo que había culpa concurrente.
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