Cinco obreros santiagueños fueron rescatados ayer desde un obraje catamarqueño, en que trabajaban y vivían en ranchos de plástico, camas hechas de palos, sin colchones, baños, y consumían agua no apta, en condiciones infrahumanas.
El procedimiento lo realizaron autoridades de Trabajo en un campo en localidad de El Bajo, a 10 kilómetros de Bañado de Ovanta, departamento Santa Rosa, quienes acudieron por una denuncia por trabajo ilegal.
Los obrajeros santiagueños se encontraban trabajando en negro, incluso no sabían a quién pertenecía el campo porque arreglaban con uno y después aparecían nuevos patrones.
En el operativo, los inspectores se dieron con que una máquina topadora en plena tarea de desmonte de especies autóctonas, como quebracho blanco, negro y algarrobos.
Solicitaron la autorización de desmonte a los encargados de topar y no la presentaron.
Sólo dijeron que la persona que los contrató les había dicho que tenían todo en regla para iniciar los trabajos. Llamaron por teléfono a los supuestos propietarios y no atendieron.