Sin dinero ni comida, 111 hombres estaban siendo explotados por la constructora que amplía las infraestructuras del aeropuerto internacional de Guarulhos
Decenas de obreros trabajan en el aeropuerto de São Paulo en condiciones similares a la esclavitud
Brasil no termina de sorprender. Fiscales del ministerio del Trabajo encontraron 111 obreros en condiciones análogas a la esclavitud en las obras de ampliación y modernización del aeropuerto internacional de Guarulhos, en São Paulo, uno de los más importantes y concurridos de Iberoamérica, que se prepara para el Mundial 2014. Los fiscales cerraron once alojamientos en los que los obreros dormían en el suelo, no tenían dinero para comer y estaban sin ropa suficiente para soportar el invierno paulista. Entre los obreros rescatados había seis indios de la etnia Pankararu, del estado de Pernambuco.
Según la denuncia, los obreros fueron transportados en autobuses clandestinos por la constructora OAS, desde regiones pobres del país a la rica capital de São Paulo, con la promesa de ganar casi 500 euros mensuales. Los trabajadores pagaban el transporte de sus bolsillos y al llegar a São Paulo quedaban a disposición de la empresa en esos alojamientos degradantes.
«Había trabajadores durmiendo en el suelo, no había colchones. Los trabajadores no eran alimentados ni estaban vestidos correctamente», declaró Renato Bignami, coordinador del programa de erradicación del trabajo esclavo del ministerio. Según el fiscal, los trabajadores eran atraídos con engaños desde sus comunidades en los estados de Pernambuco, Bahía y Maranhão, con la promesa de un trabajo. Según la jueza laboral, Patricia Toledo, todos los obreros pidieron volver a sus estados.
En un comunicado, el GRU Airport, como se llama ahora el aeropuerto paulista, informó que sigue todas las normas laborales de la legislación brasileña y exige la misma conducta de sus proveedores de servicios. La OAS informó que no sabía de esas irregularidades y está tomando providencias para resolver los problemas.
La constructora OAS fue obligada a pagar y a indemnizar a los rescatados con el equivalente a 2 mil euros y tuvo sus bienes bloqueados en cerca de 5 millones de euros. Después de terminada la investigación, la empresa puede pagar una multa y entrar en la lista negra del trabajo esclavo, lo que le impedirá recibir financiación pública por dos años. El aeropuerto de São Paulo está siendo modernizado como parte de los preparativos de Brasil para el Mundial de fútbol 2014.
