Según testigos de los hechos, el atacante se moviliza en bicicleta y utiliza combustible para que el fuego destruya los comercios.
Fuente de la foto: www.infobae.com
– Los investigadores dijeron que el modus operandi se repite
– En la causa hay elementos para poder identificar al agresor
– La mercadería no estaba asegurada
Al menos nueve mueblerías y colchonerías de la ciudad de Buenos Aires fueron incendiadas en los últimos 20 días, aparentemente por un pirómano que, según testigos, se moviliza en bicicleta y rocía los locales con combustible.
Además de coincidir en el rubro, poco tienen en común los locales afectados. Según sus dueños, ninguno tenía asegurada la mercadería.
Una importante fuente policial dijo a LA NACION que «en los nueve hechos se repitió un patrón de conducta. Hay elementos -dijo- que nos permitirían identificar al atacante».
Fuentes de la investigación agregaron que el pirómano utilizó combustible para comenzar el fuego en las mueblerías y colchonerías incendiadas.
Los tres últimos incendios se registraron ayer entre las 0.55 y las 2.50, con casi una hora de diferencia entre cada uno, en negocios situados en los barrios porteños de Villa Mitre, Villa Crespo y Palermo.
«Todavía no están finalizados los peritajes y no se sabe la relación que tienen los incendios, pero, aunque en algunos locales las pérdidas fueron totales, hay que destacar que no hubo ningún herido», dijo a LA NACION el comisario Raúl Garnica, a cargo del Cuartel VI de Bomberos de la Policía Federal, situado en la avenida Corrientes al 5300, frente a uno de los locales incendiados ayer.
El primero de los hechos ocurrió en una mueblería situada en Gavilán 1790, en Villa Mitre, aproximadamente a las 0.55, informaron fuentes policiales.
«Pusieron combustible en la puerta, explotó el vidrio por el fuego y como los vecinos escucharon el ruido llamaron a la policía», dijo Andrea Tiecher, dueña del negocio, mientras limpiaba el hollín que había quedado en las paredes.
«Aunque hace unos días pasó algo parecido, no tenía asegurada la mercadería», agregó.
La mueblería de Rossanne María Michel, nacida en Brasil, habría sido el primer ataque del pirómano. El hecho ocurrió el 8 de este mes.
Según vecinos del comercio, el autor de los incendios llegó en bicicleta, arrojó nafta por debajo de la puerta, donde había una alfombra, y después de prenderlo fuego huyó.
«Cuando escuchamos ruidos, llamamos a la policía y bajamos. Hubo un vecino que vio a un hombre de no más de 25 años que se fue en una bicicleta», dijo Lidia Sagman, que ayudó a sofocar el fuego en ambas oportunidades.
El segundo incendio de ayer fue el que destruyó el local situado frente al Cuartel VI de Bomberos de la Policía Federal. «El policía que estaba de guardia en la vereda observó el fuego, pero por la cantidad de combustible que había el fuego se propagó», sostuvo el comisario Garnica.
José Zorrilla, el encargado del edificio vecino, opinó: «Dicen que todo comenzó a la 1.50».
«El incendio no sólo destruyó la mercadería, sino que están apuntalando la estructura para que no se derrumben las paredes», agregó mientras personal del servicio de emergencias del gobierno de la ciudad trabajaba en el lugar.
El tercer incendio fue en la esquina de Scalabrini Ortiz y Soler, en Palermo. Ayer, el lugar parecía un agujero negro: vidrieras destruidas, paredes tiznadas y muebles carbonizados hacían frenar a los transeúntes mientras se tapaban las caras por el olor a productos sintéticos quemados, que aún flotaba en el aire.
«Tuvieron que tirar piedras a las ventanas para que se despertaran y bajaran», contó un empleado de la estación de servicio situada frente al local incendiado, al referirse a los habitantes de un hotel que se autoevacuaron cuando poco antes de las 3 se percataron del fuego que destruía la planta baja del edificio en el que se alojaban.
«El local era nuevo, ni siquiera tenía nombre … Según un compañero que estaba a esa hora, el olor a combustible era terrible», agregó.
Siempre y cuando se trate de la misma persona, entre el primer y el segundo incendio provocado ayer la distancia que recorrió el atacante fue de tres kilómetros. Entre el segundo y el tercero, 1,7 kilómetros.
Otros incidentes
Según los dueños de la colchonería amplia y de diseño moderno situada en la esquina de la avenida Juan B. Justo y Bahía Blanca, en los últimos días hubo dos incidentes ígneos.
«Hace menos de diez días, un Fiat Tipo blanco, que estaba estacionado frente al local, fue rociado con combustible e incendiado», dijo Daniel Maderna, uno de los dueños del local.
«Pensamos que era algo aislado, pero el lunes por la madrugada alguien arrojó una piedra para romper el vidrio blindado, tiró gasolina sobre un juego de dormitorio y, luego de encender fuego, huyó», agregó conmocionado.
A esos episodios hay que sumarles al menos otros tres, dos de ellos ocurridos en dos mueblerías situadas sobre la avenida Belgrano, en el barrio porteño de San Cristóbal, y otro en un local pequeño, de más de 30 años, que está sobre la calle Ramón Falcón, junto a la basílica de San José de Flores.
«El cuidador de la basílica avisó y pudo salvar algo, pero fue terrible», dijo Perla Coifman mientras almorzaba un sandwich que le llevó una vecina para solidarizarse con los comerciantes que sufrieron el incendio de sus locales.
Graciela Arias
Fuente: Diario La Nación
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