Las llamas arrasaron el archivo de una empresa de salud

Apenas pasado el mediodía de ayer, un incendio se declaró en el depósito y archivo de la empresa Aca Salud de pasaje Centera al 2600 (Callao al 500). El fuego, que en un momento amenazó con propagarse a viviendas linderas, destruyó por completo las instalaciones pero no causó víctimas. Una brigada de Bomberos Zapadores trabajaba ayer a la tarde en las tareas de enfriamiento del lugar. En total, debieron acudir al lugar tres dotaciones de Zapadores y una de Voluntarios.

El incendio comenzó en el sector de depósito donde se archiva toda la papelería contable y de prestaciones de la entidad. En ese momento el único empleado que estaba en lugar era Federico Páez. «No hubo explosión, ni ruidos. De golpe sentí un olor fuerte a quemado y enseguida apareció el humo. Fue todo muy rápido. El ambiente se hizo irrespirable y me tuve que ir», contó asustado el joven, que trabaja allí desde hace días.

El depósito tiene un portón de acceso y se extiende unos 25 metros hacia el corazón de la manzana. En el frente están las oficinas y atrás el archivo. Allí, además de gran cantidad de papel, hay un entrepiso de madera que no tardó en arder. Según contó Páez, al advertir que no podría quedarse en el local salió a la calle a pedir ayuda. Un empleado de un lavadero de autos ubicado enfrente fue en moto hacia el cuartel del Bomberos Zapadores que queda a tres cuadras de allí, en Córdoba al 2800.

El joven recordó que los bomberos «llegaron en menos de cinco minutos», pero el fuego se había propagado por casi todo el depósito. El material altamente combustible que se almacenaba, sumado al viento que ingresaba por un enorme ventanal, hicieron que las llamas se expandieran. La rápida labor de los socorristas impidió que el fuego se propagara a las viviendas linderas.Las gruesas columnas de humo blanco que salían hacia el cielo se veían a varias cuadras.

Osvaldo Conforti vive en una casa pegada a Aca Salud y ayer al mediodía se disponía a tomar algo fresco cuando sintió un olor «fuerte y penetrante» a plástico quemado. «Cuando me asomé al patio, la cosa estaba brava. Un humo tremendo salía por la ventana del galpón que da hacia mi casa. Me asusté un poco, pero salí a la calle y ya estaban los bomberos», recordaba mientras los socorristas copaban su vivienda como punto estratégico para atacar las llamas.

Uno de los momentos de mayor tensión se dio cuando, por efecto del viento, el fuego casi se desvía hacia una maderera Núñez Baraldi, cuyo galpón principal está pegado al de Aca Salud. Los empleados trabajaban cuando de golpe el espeso humo blanco invadió todo. El encargado, Javier Vergara, contó a La Capital: «Pensamos que nos incendiábamos nosotros. Fuimos por los matafuegos, pero con el humo no veíamos nada. Al rato nos dimos cuenta de que era al lado», agregó mientras seguía con preocupación el combate de las llamas.

Fuente: Diario La Capital

El fuego destruyó una envasadora de aceites

Cuatro manzanas de barrio Belgrano se vieron afectadas por el fuego en la empresa Petrolera del Sur

Fue un día movido para los bomberos de la ciudad. En la misma jornada debieron combatir dos siniestros de grandes proporciones que dejaron al descubierto la realidad con la que deben luchar los bomberos. Al mediodía fue un depósito y archivo de la empresa Aca Salud, en Callao y San Lorenzo: un situación compleja por la presencia de papel. Un par de horas más tarde, ardió una empresa en la que se envasaba aceite lubricante en barrio Belgrano. Este incendio pudo controlarse merced al trabajo de ocho dotaciones de bomberos, cinco cubas de agua, 150 socorristas y policías. Sin embargo, el fuego lo destruyó todo y los vecinos de las inmediaciones debieron ser evacuados por más de cuatro horas. Ante la desmesura de los daños materiales, por momentos parecía un detalle menor que no hubiera habido heridos lo cual, en realidad, fue un verdadero milagro.

La creciente columna de humo negro y espeso se podía ver desde un par de kilómetros a la redonda a partir de las 14.30, cuando comenzaron a arder las instalaciones de la empresa Petroleras del Sur en Fraga y Río Negro. La humareda se ganó un espacio en el cielo despejado de barrio Belgrano y lo cubrió por más de tres horas. Los vecinos coincidían en que todo comenzó con «tres o cuatro explosiones» y después las llamas ganaron altura hasta superar los 15 metros. «Se quema la fábrica», grito una vecina. La «fábrica», como todos la conocen, es en realidad una envasadora de aceite lubricante instalada en el barrio desde hace más de una década. Cuando se desató el fuego trabajaban en el lugar cinco de sus ocho empleados.

Petrolera del Sur estaba ubicada tras un paredón de ladrillos de 80 por 50 metros cuyo frente daba a Río Negro al 6400 y su fondo a las vías del ex ferrocarril Mitre. Dos portones para el ingreso, las oficinas y dos enormes tanques grandes y blancos era todo lo que se podía ver mientras el paredón estuvo en pie, antes de que las explosiones lo derribaran. Cuando los gritos alertaron sobre el fuego, el primer reflejo de los empleados – entre ellos dos mujeres – fue salir a pedir ayuda. A partir de ese momento, imágenes de cine catástrofe se mezclaron con las postales de la vida cotidiana de un barrio de Rosario.

Una empleada trató de regresar al sector de oficinas para buscar su bolso, pero fue contenida por los vecinos. Un compañero suyo ingresó y alcanzó a salvar una computadora donde estaban las bases de datos de la empresa. Los trabajadores también alcanzaron a salvar algunos de sus vehículos y un camión de la empresa. «Perdoname, no puedo hablar. Mirá cómo quedó esto», dijo uno de ellos mientras miraba con impotencia cómo el fuego lo devoraba todo. Los empleados estaban devastados porque imaginaban el final de la película: será muy difícil que vuelvan a trabajar en esas instalaciones. El calor que se desprendía de la fábrica era insoportable y quedó grabado en los chamuscados cubrecortinas de plásticos de las casas que tenían al depósito como frente.

Mientras el humo lo envolvía todo, el viento, que corría veloz de norte a sur, dificultaba todo. Por un lado, avivaba las llamas. Por el otro, llevaba el humo hacia lo más poblado del barrio. «Desde que empezó el fuego y durante veinte minutos, esto fue tierra de nadie», contó César, un pibe de 19 años que registraba cada bocanada de fuego con su cámara digital. «Fuimos los vecinos los que empezamos a evacuar a la gente de enfrente», contó.

«Cuando esto ardía – continuó – volaron por el aire dos tanques de 200 litros. Uno cayó como a 80 metros, sobre un tipo que iba en bicicleta por Neuquén y Cullen. Se ve que estaba atento al incendio y cuando vio que se le venía encima, se tiró a un costado y dejó la bici. El tanque cayó justo en la rueda de atrás y se la hizo pelota». El otro tacho de aceite cayó en el patio de una casa en Neuquén 6444, según dijo el muchacho.

El foco ígneo seguía intacto cuando llegaron los bomberos, la Guardia Urbana Municipal y la policía. Las fuerzas de seguridad hicieron un cerco a 100 metros de cada una de las esquinas de la fábrica y los vecinos de la vereda de enfrente a la fábrica fueron evacuados. Las ocho dotaciones de bomberos – cuatro de Zapadores, una de Voluntarios y otras de Prefectura, Pérez y Villa Gobernador Gálvez – se desplegaron en los cuatro flancos para atacar el fuego.

«Lo que más no está costando es un tanque de 8.000 litros de aceite madre que está rajado y lo estamos enfriando», contó una socorrista mientras descansaba debajo de la arboleda antes de volver a entrar. Como apoyo actuaron cinco cubas municipales y una de Prefectura.

«Como se dieron dos incendios grandes casi al mismo tiempo, tuvimos que suspender la ayuda que les brindamos con cubas municipales a los vecinos de los barrios que no tienen agua. Hubo que tomar esa medida porque no dábamos abasto. Las cubas son recargadas y vuelven», explicó el coordinador de Defensa Civil y director de la GUM, Marcos Escajadillo, sobre la entrada de la fábrica cuando el fuego ya estaba controlado. A 100 metros del lugar, un grupo de veteranos vecinos de calle Nicasio Vila (paralela a Río Negro, pero del otro lado de la vía) estaban furiosos por lo que creían que se trataba de grandes falencias (ver aparte). «¿Sabés dónde está la toma de agua más cercana?», preguntó uno de ellos, y se contestó: «En Provincias Unidas y Cochabamba. ¿Qué te parece?».

Dos de las dotaciones se concentraron en enfriar los dos tanques de 8.000 litros de aceite madre que estaban a un costado del depósito a cielo abierto. Si bien los tanques están dentro del perímetro de la empresa, menos de 20 metros los separan de un centro comunitario y consultorio médico – Consorcio Coveco – y más allá, una guardería infantil. El suministro de gas y luz fue cortado y efectivos de la GUM, iban casa por casa pidiéndoles a los vecinos «cubitos (de hielo) para los bomberos». Detrás de una autobomba, frente al foco principal, se improvisó el campamento donde los cerca de 60 bomberos que trabajaron en el operativo tomaban un poco de agua fresca y volvían a la faena.

Luego de más de tres horas el siniestro fue controlado. De la planta de envasado sólo quedaban un manojo de hierros retorcidos y humeantes; dos acoplados y un sinnúmero de tanques estaban calcinados; el paredón de ladrillos que la circundaba tenía huecos en su frente y su fondo. Afuera, de las columnas de madera que soportan el cableado de distintos servicios sólo quedaban cenizas. Y los frentes de las casas estaban manchados por el hollín, con algunas de sus aberturas seriamente dañadas por el intenso calor que debieron soportar.

«No sabía que en esta fábrica se envasaba aceite. No había ruidos molestos, salvo un poco cuando hacían carga y descarga», dijo una vecina. Esta fábrica que pasaba ante todos como desapercibida, «tenía todas las habilitaciones y los permisos en regla», según comentó uno de los empleados. Aunque no se pudo conocer para qué estaba habilitada.

«Para saber cuál fue la causa del incendio vamos a tener que esperar el trabajo de los peritos. En este momento es muy aventurado hablar de eso», explicó el jefe de Bomberos Zapadores, Sergio Frea, pasadas las 20, cuando el fuego estaba totalmente sofocado. El jefe, que monitoreaba por handy qué pasaba con el otro incendio (ver aparte), no ahorró palabras de agradecimiento para sus hombres y los bomberos de la zona: «Pude ver a muchos que estaban de franco o licencia por vacaciones, y se vinieron a dar una mano con el siniestro. Este no fue el día más difícil del año, las jornadas suelen ser así. Tenemos contabilizadas al 20 de enero, 101 salidas. Lo que pasa es que todos los días no tienen esta dimensión», dijo Frea.

Fuente: Diario La Capital

Dos grandes incendios en menos de dos horas

Dos incendios de grandes proporciones sacudieron hoy a la ciudad (Rosario): primero fue en un depósito de una obra social y en estos momentos está ardiendo el depósito de la firma Petrolera del Sur, en la zona oeste.

En el primero de los casos, el foco ígneo se desató al mediodía en el depósito de la obra social Aca Salud ubicado en pasaje Centenera 2637. El pasaje está ubicado entre San Lorenzo y Urquiza, por Callao, y no tiene salida a calle Rodríguez.

El fuego generó una espesa nube de humo negro en los alrededores lo que provocó el pánico entre los vecinos de la zona.

Al momento de producirse el siniestro, un solo empleado se hallaba trabajando en el lugar, donde funciona un archivo de dos plantas perteneciente a la obra social Aca Salud.

En tanto, alrededor de las 14.20 se desató un incendio en las instalaciones de la empresa Petrolera del Sur, en Fraga y diagonal Río Negro, en la zona oeste, a donde acudieron varias dotaciones de bomberos.

Fuente: Diario La Capital

Evacuaron el Casino de Mar del Plata por un principio de incendio

El fuego se inició en la sala de máquinas. Una espesa nube cubrió el edificio que fue evacuado. Las llamas fueron rápidamente controladas por los bomberos. La Policía informó que no hubo víctimas.

El Casino de Mar del Plata debió ser evacuado esta madrugada a raíz de un principio de incendio en el segundo subsuelo donde funciona la sala de máquinas.

Fuentes policiales, informaron que el hecho ocurrió alrededor de las 2,30 de la casa de juegos ubicada en pleno centro marplatense.

Según los informantes el fuego fue rápidamente controlado por la dotación de bomberos que hacen guardia en el Casino.

Una espesa nube cubrió el edificio que debió ser evacuado como medida de seguridad. La Policía confirmó que no hubo víctimas.

Fuente: www.infobae.com

Se incendió una oficina perteneciente al Ministerio de Seguridad Interior

Está ubicada en Gelly y Obes al 2.200, en Recoleta. Las llamas ya fueron controladas por personal de Bomberos. El edificio fue evacuado por precaución. Hasta el momento no se informó sobre heridos o víctimas fatales.

Un principio de incendio se declaró esta mañana en un oficina del segundo piso de un edificio ubicado en el barrio de Recoleta, perteneciente al Ministerio de
Seguridad Interior, por lo que los empleados debieron ser evacuados de manera preventiva.

El siniestro, que habría comenzado poco antes de las 8 de la mañana, fue en el 2° piso del edificio de oficinas ubicada en Gelly y Obes al 2.289.

Al parecer el fuego se inició por un cortocircuito y se extendió a un escritorio, a los cables de la instalación eléctrica y a un equipo de aire acondicionado que estaba en una oficina, en ese momento desocupada.

Por el acidnete se perdió toda la información y documentación que se encontraba en el lugar.

Dos dotaciones del Cuartel IV de Bomberos de Recoleta extinguieron de inmediato las llamas. Tomó intervención personal de la comisaría 19, en cuya
jurisdicción ocurrió el siniestro y hasta el momento no se informó sobre heridos o víctimas fatales.

Fuente: www.infobae.com

Cuatro muertos en fatal incendio en un hotel de San Nicolás

Otras ocho personas resultaron heridas y varios bomberos sufren principio de asfixia. El fuego se originó en los pisos superiores del hotel El Acuerdo a 200 metros de la plaza principal de esa ciudad. Desde el Centro de Emergencias informaron a Radio 10 que dos personas se arrojaron al vacío desde el cuarto piso.

Tres mujeres y un hombre muertos y otras ocho personas heridas, produjo un incendio ocurrido esta madrugada en un hotel de la localidad bonaerense de
San Nicolás.

Las llamas, que comenzaron a las 23.10 de ayer, afectaron el hotel El Acuerdo, ubicado en calle Francia 7, de San Nicolás.

El operador del Centro de Emergencias Médicas (CEM) de San Nicolás Fabrizio Salinas dijo a Radio 10 que «hasta el momento cuatro son los muertos, tres mujeres y un hombre y ocho los heridos»

Señaló ademas que «varios bomberos y agentes de la policía resultaron con principio de asfixia por el humo existente».

Salinas relató que dos personas se arrojaron al vacío desde el cuarto piso del hotel en llamas para intentar salvarse del incencio.

Tambien consignó que otra persona permaneció dos horas sobre la carcaza de un aire acondicionado en el quinto piso esperando ser rescatado por los bomberos.

Un incendio se inició poco antes de la medianoche en el Hotel «El Acuerdo» de San Nicolás y pudo ser extinguido luego de tres horas de labor.

El origen de las llamas fue ubicado en el piso cuarto del edificio, que consta de 10 niveles para las mas de 50 habitaciones del categoría cuatro estrellas.

Interviene en el caso la fiscal María Laura Vazquez Fernández que dirige personalmente la peritación en el lugar del siniestro.

Los heridos estan siendo atendidos en el hospital y en dos clínicas cercanas.

Mientras se espera el detalle oficial de lo sucedido, trascendió que en el hotel, se encontraba hospedado un contingente de turistas procedentes de Tucumán.

Fuente: www.infobae.com