Treinta alumnos marplatenses intoxicados por fuga de gas

Se debió a un caño en mal estado dentro del colegio. Fueron trasladados al hospital zonal. Los escolares son alumnos de sexto grado.

Cerca de treinta alumnos de una escuela primaria de Mar del Plata sufrieron síntomas de intoxicación a raíz de un escape de gas, y fueron trasladados a un hospital, informaron autoridades escolares.

Directivos de la Escuela Provincial 16 Pedro Goyena, ubicada en Falucho 4070 de esta ciudad, informaron hoy a distintos medios marplatenses que 22 alumnos del sexto año fueron trasladados con signos de intoxicación con gas.

Además, precisaron que un caño de gas en mal estado fue el que provocó la pérdida y aseguraron que en el mismo momento se evacuó completamente el establecimiento.

Varias ambulancias trasladaron a los alumnos al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata, en tanto la directora solicitó por las radios locales que los padres concurran al establecimiento a retirar a sus hijos.

Fuente: www.infobae.com

Subte le destrozó un brazo a un nene que cayó del andén

El accidente ocurrió ayer en la estación Carlos Pellegrini de la línea B. El chico, de 11 años, fue trasladado al hospital Gutiérrez donde se le amputó el brazo.

Un nene de 11 años sufrió la amputación de su brazo derecho, tras un accidente en la estación Carlos Pellegrini del Subte B.

El accidente ocurrió ayer, a las 18.15, en esa estación de la línea B, cuando el chico cayó en un andén y una formación le destrozó el brazo que luego fue amputado.

El niño fue trasladado en una ambulancia del SAME desde esa estación, que se halla a la altura de la avenida Corrientes y Carlos Pellegrini, al hospital de Niños Ricardo Gutiérrez donde fue asistido.

El hecho fue caratulado como «accidente ferroviario no fatal» con intervención de la división Subterráneos de la Dirección General de Seguridad del Transporte de la Policía Federal y de la fiscalía 42 de la Justicia de la Capital.

Fuente: www.infobae.com

Al menos 32 personas murieron al incendiarse un teatro

El siniestro se registró debido a las numerosas velas que se utilizaron en una obra. Sucedió en un popular establecimiento de la ciudad egipcia de Beni Suef, al sur de El Cairo.

(EFE). Al menos 32 personas murieron y otras 37 resultaron heridas a consecuencia de un incendio en un teatro en Beni Suef, a unos 96 kilómetros al sur de El Cairo, durante una representación, según informó la televisión egipcia.

Sin embargo, fuentes médicas citadas por la cadena de televisión por satélite qatarí Al-Yazira elevaron a 39 la cifra de víctimas mortales y establecieron en cerca de 40 la de heridos, algunos de ellos en estado muy grave, por lo que no descartaron que el balance final de fallecidos pueda aumentar en las próximas horas.

En el momento de la tragedia, ocurrida sobre las 21:30 hora local (18:30 GMT), había unas 150 personas en la sala de teatro, dependiente del Ministerio de Cultura, que estaba abarrotada por ser la noche del estreno.

Según el gobernador de la provincia, Anas Yafar, el origen del fuego fueron las numerosas velas que la compañía teatral utilizaba en la representación, la primera de un gira por el sur del país.

«Algunas de las velas cayeron al suelo y prendieron trozos de papel. Las llamas desataron el pánico y varias personas murieron en la estampida cuando trataban de huir», explicó Yafar a la televisión egipcia.

«Un total de 29 personas permanecen aún hospitalizadas, algunas de ellas con heridas graves», apostilló el gobernador.

La versión de Yafar desmiente así cualquier origen intencionado del incendio en Beni Suef, en la provincia homónima del Alto Nilo, en la margen occidental del río, donde actuaron con gran virulencia los grupos radicales islámicos en los años 90.

Las representaciones teatrales como las de esta noche suelen atraer a la población con menos recursos, ya que están financiadas por el Ministerio de Cultura y el acceso a la sala suele ser gratuito.

Fuente: www.infobae.com

Al menos nueve muertos al caer un teleférico en Austria

El accidente se produjo al desprenderse sobre tres de las cabinas una pieza de 750 kilos de hormigón que trasladaba un helicóptero. El año pasado hubo un hecho similar pero sin víctimas.

Al menos nueve personas murieron y varias resultaron heridas al desprenderse hoy una cabina de un teleférico en los Alpes del Tirol austriaco y caer al vacío los ocupantes de otras dos góndolas que se vieron sacudidas en el siniestro, informaron fuentes de los equipos de rescate.

La cifra de víctimas es provisional, subrayó un portavoz policial, quien comentó que los heridos, cuya cantidad exacta se desconoce aun, están siendo trasladados en helicópteros al hospital universitario de Innsbruck.

El accidente se produjo cuando un helicóptero de carga que sobrevolaba la región de glaciares en el valle de Otztal a una altura de 300 metros por encima del teleférico, perdió una pieza de 750 kilogramos de hormigón que transportaba y ésta cayó sobre una de las cabinas, que se desprendió del cable.

El impacto de la caída de la pieza de hormigón sacudió a tal punto otras dos cabinas que algunos de sus ocupantes, en su mayoría turistas, salieron despedidos y cayeron al vacío.

Varios equipos de montaña, de la Cruz Roja, de la Policía y empleados de la operadora del teleférico, así como varios helicópteros acudieron inmediatamente al lugar del accidente.

La pieza de hormigón era transportada con un helicóptero a la estación de montaña Schwarze Schneid I-Bahn, situada a 3.309 metros de altura, que ya fue escenario de un espectacular incidente el año pasado, que no causó víctimas porque la cabina que se desprendió y cayó estaba vacía.

No obstante, se quedaron atascadas las cabinas con pasajeros en el sentido ascendente y un total de 113 personas tuvieron que ser descolgadas con cuerdas (desde unos 50 metros de altura), en una difícil acción que duró varias horas bajo las frías temperaturas de noviembre pasado.

Las investigaciones pertinentes determinaron que el origen de aquel accidente fue una «potenciación de vibraciones» y dos funcionarios del teleférico fueron suspendidos.

Las autoridades austriacas exigieron mejoras para permitir la reanudación del funcionamiento del teleférico y aparentemente, los transportes de material que sobrevolaron hoy el lugar están relacionados con la construcción de las reformas requeridas.

Fuente: Diario Clarín

Aseguran que vuelve a correr peligro la planta de Chernobyl

El reactor de la central nuclear ucraniana, recordado por su explosión en 1986, podría dejar escapar nuevamente polvo radiactivo.

De acuerdo con un informe encargado expresamente por la ONU, el «sarcófago» o capa protectora construido sobre el reactor averiado de la central nuclear «se ha degradado, puede desplomarse y provocar la salida de polvo radiactivo», reveló hoy la agencia rusa de noticias Itar-Tass.

En su opinión, la capa protectora sobre uno de los reactores de la central, que explotó el 26 de abril de 1986, «fue construida rápidamente con algunos defectos en las estructuras y no permitió la obtención de datos completos sobre la estabilidad del reactor averiado».

Además, el informe revela que algunas estructuras del sarcófago «estuvieron sometidas durante los dos últimos decenios a la intensa corrosión».

En ese sentido, los científicos destacaron que el peligro potencial «es el posible desplome de la parte superior del sarcófago y la salida de polvo radiactivo a la atmósfera».

El 26 de abril de 1986, el reactor del cuarto bloque de la planta nuclear de Chernobyl explotó en mil pedazos y dejó su estela de muerte y desolación por miles de kilómetros cuadrados, con consecuencias mortales que se extenderían en el tiempo.

«Del techo del bloque, como del cráter de un volcán, surgieron inmensas llamaradas. Se alzaron hacia el cielo y luego todo aquello cayó sobre nuestra tierra», relató un testigo de aquel fatídico día.

Los efectos radiactivos se propagaron por Ucrania, Bielorrusia y Rusia. En este último país quedó contaminada una superficie de 56.000 kilómetros cuadrados y más de dos millones y medio de personas sufrieron, en mayor o menor medida, los efectos de la radiación.

Centenares de miles de habitantes huyeron de las regiones aledañas a Chernobyl en busca de «tierras sanas», aunque otros decidieron desafiar lo imposible en las casas que los vieron nacer.

En un radio de 30 kilómetros de la central de Chernobyl, declarada zona de seguridad inmediatamente después de la avería, viven hoy 2.000 familias, según la misma agencia oficial.

Aunque los médicos aún no establecieron con certeza las consecuencias de la radiación sobre el organismo humano, las estadísticas indican la aparición e incremento de enfermedades hasta entonces poco conocidas o incluso desconocidas.

En las regiones rusas afectadas por explosión, se registraron 154 casos de cáncer de tiroides en niños, inmediatamente relacionados con la «huella de Chernobyl».

Pero aparte de los números, los especialistas entienden que las consecuencias del accidente pudieron haber sido mucho mayores de no haber sido por el valor de quienes murieron en el intento por apagar el fuego del reactor.

De los 250.000 rusos – muchos de ellos voluntarios – que participaron en la descontaminación del lugar y en la construcción del ahora cuestionado «sarcófago» con que fue sellado el generador siniestrado, 40.000 quedaron inválidos y 8.000 ya descansan los cementerios de la región.

En el informe conocido hoy, sin embargo, se indica que el peligro puede ser eliminado con la nueva cúpula sobre el sarcófago, cuya construcción comenzaría próximamente.

La nueva cúpula, calculada para soportar más de 100 años, permitiría acometer el desmantelamiento del sarcófago actual, retirar el combustible nuclear del reactor averiado y, a fin de cuentas, desguazar el mismo reactor.

Fuente: www.infobae.com

Los médicos recomiendan asumir las molestias de volver a trabajar como causa de un cambio de rutina

«Recrearse» en el malestar del inicio laboral genera una preocupación desmedida.

Madrid, 30 de agosto de 2005. Los médicos de familia recomiendan a la población que estos días experimentan molestias físicas o psicológicas derivadas de la vuelta al trabajo que las asuman como causa de un cambio de rutina. Aunque dichas molestias sólo son preocupantes si persisten más de allá de una semana o diez días, cada año es más frecuente que en los primeros días de septiembre aumente la presencia en los centros de salud de pacientes con un conjunto de síntomas o molestias físicas (fatiga, falta de apetito, molestias estomacales,.) y psíquicas (tristeza, irritabilidad,.) al cual los expertos se refieren como síndrome postavacacional. «Las medidas para corregir este trastorno deben centrarse en prevenir la aparición de la sintomatología y en asumir que las molestias pueden estar originadas simplemente por un cambio en la rutina diaria», asegura el doctor Asensio López Santiago, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

A la hora de afrontar este trastorno, el doctor López Santiago destaca que es importante adoptar una actitud positiva, procurando no «recrearse» excesivamente en la incomodidad de los primeros días de incorporación al trabajo. «Los afectados», explica, «deben evitar centrarse demasiado en las molestias porque lo único que se consigue es generar una preocupación desmedida».

Síntomas físicos y psíquicos

Cansancio, falta de apetito, somnolencia, falta de concentración, taquicardia, dolores musculares, molestias en el estómago, sensación de falta de aire e insomnio son algunos de los síntomas físicos que presentan los afectados por el síndrome vacacional. A nivel psicológico, también pueden presentarse signos o trastornos como falta de interés, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, tristeza o indiferencia

Según el vicepresidente de semFYC, hay soluciones para los dos tipos de síntomas. «Entre las medidas para corregir las alteraciones de carácter físico, al paciente se le aconseja regular los horarios y el reloj biológico los días previos a iniciar el trabajo. Para ello es preciso acostarse en los horarios habituales y ser prudentes con el tiempo dedicado a la siesta. Es bueno dejarse al menos dos días del final de las vacaciones como periodo de adaptación. En el caso de que sea posible, es aconsejable regular progresivamente la intensidad de la actividad que se realiza en el trabajo. También es importante dormir más horas los primeros días de incorporación al trabajo, con un horario bien regulado».

A nivel psicológico, según el doctor López Santiago es bueno «desterrar la idea o sensación de que las vacaciones son un estado absolutamente opuesto al periodo de trabajo, y por tanto que uno es sinónimo de placer y el otro lo es de malestar y sufrimiento». «Además», continúa, «es necesario asumir que se trata de un malestar propio de los primeros días y evitar darle de demasiada importancia; no se puede estar tampoco en una actitud de queja y malestar permanente. Por eso es aconsejable, por un lado, planificar actividades gratificantes para los días laborales, buscando un tiempo para el ocio, y por otro lado, afrontar la vuelta al trabajo como un nuevo periodo vital en el que se pueden desarrollar nuevas tareas para el desarrollo personal. Si la persona ya tiene los síntomas, debe tener en cuenta que no es el mejor momento para tomar decisiones importantes sobre su futuro laboral».

Perfil del afectado

El síndrome postvacacional suele afectar a personas jóvenes, menores de 40 -45 años, que experimentan una ruptura brusca del ritmo vacacional incorporándose al trabajo sin transición alguna. Suele presentarse igualmente en aquellos que tienden a idealizar el periodo de vacaciones como la culminación de su bienestar personal. También son propensos los que presentan de forma habitual malestar o disconfort con su trabajo y en la actividad laboral cotidiana y los afectados por el síndrome de burn out («quemados»), que tienen problemas de agotamiento o desencanto con el trabajo que realizan.

El vicepresidente de semFYC aclara que el síndrome postvacacional no es preocupante aunque si el malestar no desaparece transcurridos los primeros 7 – 10 días, «es necesario que el afectado acuda a la consulta de su médico de familia para descartar que no estamos ante un problema de otra naturaleza, que requiera una atención diferente».

Fuente: Boletin de BuscaSalud.com