Apple vuelve a la palestra sobre la posible explotación de sus trabajadores

Los datos sobre las condiciones de trabajo de los empleados en las factorías donde se fabrican productos de Apple siempre han sido fuente de agrias polémicas. En este caso la última «puya» viene dada por el New York Times. Este medio presentó la semana pasada un reportaje de 7 páginas sobre las condiciones de trabajo en las fábricas de productos de Apple en China y el coste humano que supone el trabajar allí.

Charles Duhigg y David Barboza, dos reporteros del prestigioso periódico, investigan las condiciones a las que se enfrentan estos trabajadores chinos en su día a día. Las imagen es la siguiente: turnos interminables de hasta 7 días a la semana, trabajadores hacinados en dormitorios (algunos menores de edad) y peligrosos accidentes están a la orden del día para estas personas.

El precio de mantener una producción constante y barata

Las fábricas en Asia permiten a empresas como Apple u otras tecnológicas mantener sus altísimas exigencias de producción a un precio competitivo. El reportaje se centra las consecuencias de mantener este tipo de condiciones. A través de entrevistas con antiguos trabajadores, proveedores o directivos a actuales de la empresa se va describiendo una imagen sobrecogedora.


El relato de hace aún más duro al hablar sobre las numerosas explosiones y otros tipo de accidentes que sufren este tipo de fábricas. Hace un año Movilzona se hizo eco de la intoxicación 137 trabajadores en una de las plantas que producían el iPhone 4, causándoles graves problemas de salud. El reportaje señala este mismo caso, apuntando que la marca de la manzana ha tardado un año en indemnizarlos y no tras numerosas presiones de diferentes grupos.

Una solución complicada si se mantiene el modelo de negocio actual

Los ejecutivos de la marca por su parte confirman que Apple está al tanto de todos estos hechos, pero que el sistema para seguir consiguiendo los enormes beneficios que recauda la empresa cada año es precisamente trabajar con esos proveedores. Apple redactó un código de conducta para sus colaboradores en 2007 pero se trata de poco más que un texto para salvar su imagen «de cara a la galería» según vuelven a confirmar sus directivos y señala el propio periódico.

La empresa americana se escuda en el hecho de que los consumidores exigen siempre a la compañía una excelencia en sus productos y unos precios muy competitivos.

El preció de la guerra tecnológica que estamos presenciando está siendo pagado con vidas humanas en muchos casos, y ese aspecto debería llevarnos a todos (consumidores y fabricantes) a una reflexión conjunta en algún momento. Aunque en este caso Apple no es solo la única responsable, los suministradores chinos y sus gobiernos deberían tomar cartas en el asunto.

Leer el «Coste humano de producir un iPhone o iPad»

Fuente: www.adslzone.net

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