FALLECIÓ EL ALBAÑIL QUE EL PASADO LUNES CAYÓ DE UNA OBRA

Tras pasar más de cinco días internado, anoche falleció el albañil que el pasado lunes había caído desde el primer piso de una obra en construcción y había sufrido un fuerte politraumatismo de cráneo.

Aproximadamente a las 20 de ayer, Miguel Sequeira, de 40 años, falleció en el sanatorio Laprida, al que había sido trasladado el pasado lunes, tras el accidente. La víctima se precipitó desde el primer piso de una obra de Alvear al 1100, en el Jardín de Infantes Asociación Cultural Dante Alighieri.

Sequeira, que presuntamente no contaba con los elementos mínimos de seguridad, habría caído sobre unos tacos de madera que le ocasionaron un traumatismo de cráneo y escoriaciones. Fuentes del sanatorio confirmaron la muerte del trabajador.

Fuente: www.agenciafe.com

PROCESARON A DOS JEFES DE LA ACEITERA POR LA MUERTE DE OBRERO, ASFIXIADO EN UN DEPÓSITO DE GRANOS

El juez Tutau halló responsables al supervisor y al jefe de Seguridad e Higiene de la planta de San Lorenzo, por no brindar los elementos de seguridad que hubieran evitado la muerte del trabajador Ramiro Burgueño, el año pasado. Susana Tejero dice que su hijo entró al silo con el capataz para evitar que lo despidieran. Sus compañeros se habían negado porque lo consideraban peligroso.

El juez en lo Penal Correccional de San Lorenzo, Juan José Tutau, procesó esta semana por â??homicidio culposoâ?? al supervisor y al jefe de seguridad del área de Seguridad de la aceitera Vicentín, al encontrarlos responsables de la muerte de Ramiro Burgueño, quien falleció el 15 de noviembre pasado por asfixia tras quedar sepultado por una montaña de pellets de girasol en un silo de esa planta que estaba casi en desuso.

El fallo â?? que es de primera instancia y será apelado por la defensa â?? es inédito en la agroindustria, el sector que está posicionado en dos rankings a la vez: es el principal exportador del país, y el segundo en la lista de accidentes de trabajo en Argentina. Así lo reconoció el propio ministro de Trabajo, Carlos Rodríguez: â??El agro tiene la segunda causa de mortalidad de trabajadores en la Argentina. Las muertes en silos son conocidas en sus causas desde hace infinidad de tiempoâ??, advirtió.

El juez Tutau procesó a los dos jerárquicos de Vicentín tras reunir las pruebas que confirmaron las imputaciones de la querella, la familia Burgueño, que se manifestó frente al juzgado de San Lorenzo para reclamar justicia por la muerte del muchacho de 23 años, con el argumento de que el fallecimiento se produjo porque â??no tenía la seguridad adecuada para trabajar en un siloâ??.

â??Después de inspeccionar la planta, ordenar peritajes con especialistas en seguridad e higiene y tomar testimonios a obreros y bomberos, el juez concluyó que estas dos personas no cumplieron con la obligación de brindar a Ramiro Burgueño los elementos de seguridad para que su vida no corriera riesgoâ??, aseguró Cristian Tombolini, abogado de la familia.

NO DEBER�A HABER MUERTO. La historia de este muchacho y su muerte demarcan el camino sinuoso por el que el ansia productiva se junta con la irresponsabilidad de la empresa, y del Estado, que hace rato perdió toda capacidad para controlar la salud de los trabajadores, y que ahora insinúa recuperar con la ley que instaura los comités mixtos en seguridad e higiene.

Ramiro murió el 15 de noviembre de 2007. Ese día tenía pensado afiliarse al Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, que se mantuvo al margen de todo el proceso judicial que Susana Tejero y Roberto Burgueño, madre y padre de Ramiro, emprendieron en solitario.

Cuando se produjo el accidente en el silo 8, Ramiro hacía más de dos meses que había ingresado en Adecco, empresa contratista que realiza tareas de forma tercerizada en Vicentín. Burgueño â?? quien había estudiado mecánica y electricidad â?? entró a la aceitera para llevar adelante tareas de mantenimiento.

El gigante exportador facturó 1.409 millones de dólares en 2007 en concepto de exportación de aceites y granos de soja y girasol. Antes de hacer pie allí, Ramiro hacía cobranzas en la zona para una odontóloga y ayudaba a su familia en la atención de la granjita que los Burgueño poseen en el frente de su casa, en Richieri al 200, de San Lorenzo.

â??Era un muchacho fornido. Jugaba al básquet en el club Garibaldi y practicaba nataciónâ??, recordó su madre, quien no puede olvidar el momento cuando escuchó en la radio que en Vicentín había ocurrido un accidente, y que un tal â??Ramírezâ?? había quedado sepultado bajo toneladas de pellet de girasol. â??Cuando oí lo del accidente le dije a mi marido que se fuera para Vicentín. Tenía el presentimiento de que ese tal â??Ramírezâ?? del que hablaban era mi Ramiroâ??, contó. El mal augurio se convirtió unos minutos después en una tragedia para los Burgueño.

Ramiro conocía desde hacía tiempo a Jorge Gamarra, quien le dio una mano para entrar a trabajar en Vicentín. Esa mañana del 15 de noviembre, este hombre reunió a los empleados del área y les propuso que dejarían de trabajar en el silo 9 para pasar al 8. Según Susana Tejero, â??a Gamarra los jefes le habían ordenado que llevara gente a trabajar a ese silo, que todos sabían que estaba en desuso. Por lo tanto, era muy peligrosoâ??.

Dos de los operarios más veteranos del grupo se negaron a transformarse en â??chucerosâ?? de ese depósito. â??Los amenazó y dijo que al que se negaba a entrar lo iban a echar. Y Ramiro aceptó para evitar que lo despidieranâ??, acotó la mujer. Burgueño y Gamarra se introdujeron en el silo con sus respectivas lanzas para â??romper el vacíoâ?? que se produce en el lugar cuando el grano o el pellet se apelmaza, e impide que fluya el producto hacia las cintas transportadoras.

Pablo Reghera, titular del Sindicato de Aceiteros, apuntó que los denominados â??chucerosâ?? â?? ahora extinguidos en Vicentín tras la muerte de Burgueño â?? â??tenían la labor de destrabar el funcionamiento del silo, cuando se apelmaza el grano a causa de la humedadâ??. Según comentó el sindicalista, ahora la empresa se comprometió a remover la carga de los silos cada 48 horas para evitar que los granos se atasquen.

Dentro del silo 8, Ramiro y Gamarra se pararon arriba de una parva de unos siete metros y con sus lanzas intentaron desbloquear la carga. Según Tombolini, el abogado de la familia, â??no tenían ni siquiera un arnés o un cabo de vida, algo que quedó demostrado con el testimonio de los bomberos que sacaron a los operarios debajo de la montaña de pelletsâ??. Cuando rompieron el denominado â??vacíoâ??, la enorme montaña los tragó, y quedaron enterrados bajo toneladas de pellets, el desperdicio de lo que queda del prensado de girasol. Gamarra sobrevivió de casualidad tras permanecer más de cuatro horas sepultado. Pudo respirar por una rejilla por la que los bomberos le pasaban oxígeno. Pero Ramiro falleció por asfixia.

Cifras negras

Un informe elaborado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) detalla que durante el primer semestre de 2008 se produjeron en Santa Fe un total de 57 denuncias de accidentes mortales, de los cuales 29 fueron laborales, 19 ocurrieron durante el traslado del trabajador a su domicilio o viceversa, 5 no laborables, y 4 fueron calificados como en situación «no determinada».

De los 29 accidentes laborales mortales, 13 se produjeron en el rubro transporte, 9 en la construcción, 4 en la manufactura, 1 en telecomunicaciones, 1 en el agro y 1 la actividad de extracción de arena, cita el informe de la SRT.

Fuente: www.agenciafe.com

Procesados por la muerte de un operario de la EPE

La sala I de la Cámara Penal ratificó el procesamiento de tres personas con distintos grados de responsabilidad en la seguridad de una celda de distribución de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), en Sarmiento al 300, donde el 20 de septiembre de 2007 un operario murió calcinado al recibir una descarga eléctrica.

Luis Vera, de 33 años, era empleado de la contratista IRE. Esa mañana de septiembre realizaba el mantenimiento en la celda subterránea que la EPE tiene en el microcentro cuando una descarga eléctrica generó un explosión y murió.

El dictamen del Tribunal ratificó la medida adoptada por la jueza Correccional Nº 1, Georgina Depetris, quien dispuso el procesamiento por la supuesta comisión del delito de homicidio y lesiones culposas contra los coordinadores de las tareas.

La jueza inició la investigación, realizó pericias y solicitó informes técnicos hasta llegar a dilucidar la cadena de responsabilidades. Tomó declaración indagatoria y dictó los procesamientos, luego apelados ante la Cámara Penal.

La medida que ahora ratificó la Sala I recayó sobre Alejandro Palacios Lana, supervisor de desarrollo y coordinador de las tareas del grupo; Rubén Echavarría, socio gerente de IRE Construcciones, y Rolando González, inspector técnico de la EPE.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Las empresas pagan sólo $ 5 mil de multa por tener obreros sin arneses

Las sanciones económicas que aplica la Secretaría de Trabajo cuando se detectan irregularidades en las obras en construcción dan la pauta de por qué hay tantos accidentes entre los albañiles. Una falta leve como la ausencia de documentación le significa a la empresa constructora 80 pesos, mientras que una infracción muy grave, como un obrero trabajando sin arnés, le implica 5 mil pesos. Las multas fueron establecidas a nivel nacional durante la convertibilidad y reflejan la precarización de la actividad.

Un obrero trabajando sin la más mínima seguridad o un hueco peligroso sin una correcta identificación y protección en el obrador son consideradas faltas graves.

En Rosario, este tipo de irregularidades ya provocaron la muerte de cinco operarios.

Las sanciones a las empresas constructoras están estipuladas en un nomenclador que fue establecido en el 2000. Se dividen en tres categorías que fijó el Consejo Federal del Trabajo, organismo que nuclea a todos los distritos del país.

Los montos de las infracciones leves van de 80 a 250 pesos y refieren básicamente a la falta de documentación de una obra. Luego le siguen multas que van hasta los mil pesos y se labran básicamente por carencia de elementos de seguridad. Las graves, en tanto, implican serio riesgo para la vida del operario y generalmente consisten en la falta de arneses, barandas perimetrales y bandejas de contención. Estas faltas ocasionan la suspensión de la obra y se aplican multas de hasta 5 mil pesos.

Por el cambio. El director provincial de Inspección, Fernando Muruaga, reveló que Santa Fe propuso actualizar el monto de las multas. «No sólo hay que modificar los aportes sino cómo se distribuyen los fondos», indicó.

Por ley, lo que se recauda por las infracciones va en un 30 por ciento a rentas generales. La intención de esta gestión es obtener la totalidad de los recursos para destinarlos a infraestructura y logística.

Un sondeo por entre los empresarios de la construcción revela un dato por demás de elocuente: trabajar formalmente y con seguridad cuesta el doble que hacerlo «en negro». El costo de las leyes sociales (jubilación, obra social, fondo de desempleo, aportes sindicales, aguinaldo, vacaciones, días por enfermedad, feriados pagos) suma prácticamente igual que el salario de bolsillo del trabajador.

Por dentro.Las inspecciones realizadas en la provincia por la Secretaría de Trabajo detectaron un sinfín de irregularidades (ver infografía).

Desde diciembre pasado y sólo en el ámbito de la construcción, la repartición labró 635 multas. Se inspeccionaron 498 obradores, que derivaron en la paralización de 156 construcciones. El 80 por ciento de ellas estaban ubicadas en Rosario.

La Secretaría de Trabajo también realizó 2.344 inspecciones de documentación laboral en todo la provincia con el objetivo de chequear recibos de sueldo, libros contables y altas en la Afip.

El abogado de la Secretaría de Trabajo, Esteban Márquez indicó que de diciembre a esta parte se redujeron los montos recaudados por infracciones, lo que indica que las irregularidades que se fueron detectando fueron más leves. «En los operativos de diciembre se constataron 10 puntos irregulares en la mayoría de las 31 obras con problemas. Esto representó una suma de 80 mil pesos; luego se fue bajando hacia los 45 mil pesos y ahora las actas son en general por 20 mil pesos», detalló.

Algo es seguro, con multas prácticamente irrisorias para las constructoras, la seguridad sigue quedando en un segundo plano, y las muertes se siguen produciendo.

Los empresarios admiten que cumplir con lo que exige la ley cuesta «el doble» que trabajar en negro

Por Lucas Ameriso / La Capital

Fuente: www.lacapital.com.ar

Dos obreros de la construcción heridos tras caer en obras céntricas (Rosario – Santa Fe)

Casi simultáneamente dos obreros de la construcción cayeron esta mañana de dos edificos de la zona céntrica. Uno se accidentó en una obra de Suipacha y San Juan y sufrió heridas leves. Mientras otro se precipitó desde el primer piso de una construcción de Alvear 1154. Los dos fueron trasladados por ambulancias del Sies al sanatorio Laprida.

Minutos antes de las 12, un obrero cayó del primer piso de un edificio de Alvear 1154 y resultó con lesiones graves. El accidentado es Miguel Sequeira de 44 años y trabaja en la construcción de un jardín de infantes. El hombre, que realizaba trabajos de carpintería, cayó cuando una loza en la que estaba parado se desprendió. Según las apreciaciones de sus compañeros se encontraba «muy mal» e inmediatamente fue asistido por una ambulancia del Sies que lo trasladó al sanatorio Laprida.

Con poco tiempo de diferencia se registró otro accidente en una obra de Suipacha y San Juan. Fernando Robledo de 55 años se deslizó desde el tercer al segundo piso cuando pisó una estructura que no estaba fija y sufrió lesiones en la cabeza. Fue atendido por otra ambulancia del Sies que lo llevó al mismo hospital para que sea atendido para su atención aunque las heridas en apariencia no registraban consideración.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Explosión de extintor mató a operario

Falla en material pudo haber sido la causa del fatal accidente.

El reloj recién había marcado las 13 horas cuando una explosión sacudió buena parte de las estructuras del recinto emplazado en calle Del Arriero Nº05872, parque industrial Tres Puentes.

El gerente de Servinaut, Pedro Sánchez, recuerda haber salido presuroso de su oficina, observando desde la puerta cómo uno de sus hijos y un par de trabajadores corrían hacía el galpón destinado al laboratorio de extintores.

Sobre el suelo, a pasos del acceso, se encontraba el cuerpo de Fernando Henríquez González. Su casco, guantes y partes del equipo de seguridad se encontraban dispersos a un par de metros. â??No se podía hacer nada, ya había fallecidoâ??, dice Sánchez.

Horas antes el trabajador de la empresa había llegado para cumplir su jornada laboral con la afabilidad y responsabilidad que lo caracterizaban y lo hacía apreciado por jefes y compañeros. Tenía 42 años de edad, siendo – dice Sánchez – miles los extintores que debe haber revisado y cargado durante los más de 11 años trabajando en su empresa.

Fue, justamente, cumpliendo esta labor donde vivió sus últimos segundos. â??No era un trabajo peligroso, menos cuando él tenía gran experiencia. Es el mismo tipo de cilindro que se encuentra en las oficinas, en los vehículos, los extintores de incendioâ??, describió Sánchez.

â??FUE UNA FALLA EN EL MATERIALâ??

Luego explica que el accidente se debió a la fatiga de material, â??una falla espantosa, una cosa tonta que pudo más que todo el sistema de seguridad que hay para desarrollar este trabajoâ??.

Al momento del hecho, Henríquez se encontraba con el extintor sujeto al cuerpo a través de una mordaza, a la altura de la cintura, presurizando con polvos químicos. La explosión del cilindro lo arrojó un par de metros, falleciendo casi en forma instantánea.

Hasta el recinto industrial llegó Carabineros y la Policía de Investigaciones. Además, Bomberos cumplió con resguardar la seguridad ante el eventual peligro por la presencia de elementos químicos.

Minutos después de ocurrido el hecho, Pedro Sánchez informó personalmente a la familia Henríquez de la trágica noticia. â??Sólo ruego que su familia tenga la fuerza suficiente para afrontar este momento difícil, que para mí es terrible y con mayor razón para ellos. El era un gran hombre, correcto, una buena personaâ??.

Familiares del fallecido llegaron cerca de las 15 horas al sector. Una hora después el cuerpo fue levantado y trasladado al Servicio Médico Legal para la autopsia de rigor.

La explosión causó a la víctima un traumatismo abdominal y fracturas expuestas. A Henríquez González le sobreviven su esposa y tres hijos menores.

Fuente: www.laprensaaustral.cl