Un fallo en la válvula de una bombona de propano provocó la explosión de Moaña

La investigación de la Policía Judicial y los bomberos determina que la detonación se produjo, con toda probabilidad, por la activación automática del motor de un congelador

FRAN G. SAS – MOAÑA Efectivos de los Bombeiros do Morrazo y de la Policía Judicial analizaron ayer la galería en la que se produjo la explosión por gas acumulado del martes en Moaña, concretamente en una terraza trasera y cubierta del primer piso del número 132 de Concepción Arenal.

Asimismo, la Policía Judicial desplazó ayer hasta Moaña a miembros de la Unidad de Investigación de Incendios situada en A Coruña. Las pruebas obtenidas determinan que el escape de gas se produjo por un fallo en una válvula o un manguito de una de las bombonas de propano situadas en el espacio –había seis de este tipo y dos de butano–. Lo que no se determinó al 100% es la causa de la ignición, aunque el informe pericial de los bomberos apunta a que se debió a la activación automática de un congelador situado en esta terraza cerrada, «pues el propano es un gas pesado y tiende a condensarse en la zona baja, y el motor del congelador está en esa parte», argumenta. De hecho, determinaron que la fuga generó una pequeña llama, como ayer confirmó la madre de la familia que reside en la vivienda.

Los informes también apuntaban a que alguna de las rejillas de ventilación estuviese tapada, facilitando la acumulación de gas en la galería. El padre de la familia, Juan Pazos, explicó que la rejilla inferior se encontraba detrás del propio congelador, pero descartó que estuviese taponado por el mismo. En la galería también se situaba una lavadora y una secadora.

Los expertos atribuyen la ausencia de daños físicos a que el gas acumulado no fue mucho y tras la detonación se dispersó rápidamente hacia el patio de luces y por toda la casa una vez que reventó la puerta de la habitación del hijo de la familia. «Cuando se rompió la puerta se dispersó por el resto de la casa desapareciendo el riesgo». Además, los bomberos señalan que fue muy importante que los cinco miembros de la familia se encontrasen tumbados en cama, para evitar sufrir daños con la onda expansiva y para que la presión y el ruido no generase daños en sus tímpanos.

Este cuerpo se encargó de desconectar las bombonas, precintarlas y llevarlas a la acera. «Ya no había peligro, pero la gente se calmaba más si las quitábamos», dicen.

Familia
Por otro lado, tras las investigaciones de ayer, que sirvieron para que técnicos de Repsol analizasen también la instalación del gas, la Guardia Civil procedió a desprecintar la vivienda, que se encontraba cerrada por temor a que los cascotes produjesen algún daño, con lo que la familia residente pudo entrar a recuperar parte de sus cosas. «En estos momentos vivimos en un hotel de Moaña y buscamos una vivienda amueblada provisional para 2 ó 3 meses, mientras no podamos habitar de nuevo nuestra casa», explica Pazos. El seguro les cubre 10 días de hotel así como el coste del alquiler de el piso provisional.

Al volver a entrar a su casa descubrieron que su gata, Perla, se encontraba escondida en el armario del dormitorio principal. No la veían desde la explosión. Además del matrimonio y los tres hijos, Juan Pazos, explica que también salió ileso el perro de la familia, Tobi, y los dos pájaros, llamados Plumitas y Bianca.

Fuente:
http://www.farodevigo.es/

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