Un matrimonio y sus cuatro pequeños hijos fueron encontrados en un establecimiento rural de Entre Ríos viviendo entre lonas y sin los servicios básicos de sanidad y agua potable, informaron hoy voceros del Ministerio de Trabajo.
El hallazgo se produjo ayer en medio del lockout que llevan adelante las entidad del campo, luego de que un médico denunció ante las autoridades las precarias condiciones en que vive el grupo dentro de una explotación rural entrerriana.
Tras la denuncia, inspectores del Ministerio de Trabajo de la provincia Entre Ríos comprobaron que, a pesar del lockout agrario, un matrimonio y sus cuatro hijos se encontraban trabajando ayer en el desmonte de un campo.
El grupo familiar, proveniente de Federal, fue hallado en un establecimiento agropecuario de Tabossi, a 70 kilómetros al este de la capital entrerriana, viviendo en una carpa hecha con lonas y palos y en precarias condiciones de higiene y salubridad.
La carpa tiene piso de tierra y a unos metros del lugar se encontró un pozo en el suelo que es usado como baño por todos los integrantes de la familia.
El lugar carece de agua potable y tiene una precaria instalación eléctrica, muy peligrosa para el grupo.
Durante el procedimiento, los inspectores encontraron al jefe de la familia hachando leña, junto con tres hijos de 10, 11 y 14 años de edad.
También encontraron a la madre, con un bebé de meses, que horas antes había sido atendido por problemas en las vías respiratorias por el médico que realizó la denuncia de la situación infrahumana en que vivía el grupo.
Voceros de salud pública, confirmaron hoy a Télam que los problemas respiratorios que presenta en el bebé se deben, fundamental, a la exposición al frío al que estaba sometido el grupo en la precaria carpa que ocupaban.
Por el testimonio de los propios integrantes del grupo familiar, se supo que el peón vive en esas condiciones desde hace más de un año.
Tras el procedimiento, las autoridades entrerrianas adelantaron que realizarán una denuncia ante la justicia federal de Paraná para que se evalúe si se está ante un caso de trata de personas, debido a que el grupo fue traído desde el norte entrerriano para trabajar en ese establecimiento rural, probablemente engañado.
En el procedimiento participaron también empleados del Consejo Provincial, de la Niñez, el adolescente y la Familia (Copnaf), que tomaron a su cargo la atención de los hijos de la pareja, según lo informado.
El ministro de Trabajo, Guillermo Smaldone, reconoció que “podríamos estar ante un caso de trata de personas, porque el grupo fue traído desde Federal», aunque aclaró que quien deberá determinar si es así «será la justicia”.
El funcionario precisó que los inspectores encontraron al peón trabajando dentro del establecimiento rural durante el paro agrario decretado por las entidades ruralistas.
«Lo encontramos trabajando en medio de un paro de las patronales del campo, aunque se supone que nadie debe trabajar durante un paro”, insistió.
También remarcó que “el nuevo estatuto del peón rural establece las condiciones en que deben vivir los trabajadores y, obviamente, acá no se cumplían”.
Reconoció, además que “la familia estaba en una situación esclavizante”, debido a las precarias condiciones en que vivían.
“Hoy hay un Estado más presente, más inteligente”, completó el funcionario, al adelantar que el organismo a su cargo seguirá con los controles.