Tenía heridas en el 95 por ciento del cuerpo. Él junto a otro joven soldaban un tacho con restos de combustible cuando se produjo el estallido.
Murió uno de los dos obreros quemados por la explosión del jueves último en ese taller de Villa Del Carril, en Capital. El fallecido fue el joven de 26 años que tenía heridas en el 95 por ciento del cuerpo. El accidente ocurrió cuando ambos soldaban, sin medidas de seguridad, un tacho que aparentemente tenía restos de combustible.
El trágico desenlace tuvo como víctima fatal a Gonzalo Carlos Luna (26), que dejó de existir ayer a las 9.30 de la mañana en el Hospital Guillermo Rawson. En la Seccional 28va habían dicho que éste y el otro herido fueron trasladados a Mendoza. El joven trabajaba en el taller de soldaduras de su tío, Roberto Luna, en la esquina de las calles Juez Ramón Díaz y Agustín Gómez.
La versión policial indica que la tarde del jueves, Gonzalo Luna y su compañero Miguel Romero (22) soldaban una pieza arriba de un tacho de metal de 200 litros. Ese recipiente aparentemente tenía restos de combustible y un chispazo desencadenó una fuerte explosión. Los jóvenes no tenían ropa protectora ni máscaras, de modo que las consecuencias fueron graves. Gonzalo se quemó todo el cuerpo. Romero sufrió heridas en los brazos, las piernas y parte del pecho, pero en menor proporción que el otro muchacho.
El dueño del taller aseguró ese día que todo el predio estaba en regla, que contaban con las medidas de seguridad y que “hubo exceso de confianza” por parte de los obreros heridos. Por el contrario Luisa Canto, la abuela de Gonzalo, dijo ayer que “los chicos trabajaban en negro y no tenían nada de seguridad, ¿cómo puede ser eso? No había matafuegos porque el dueño los guardaba bajo llave. Mi nieto andaba con los dedos al aire, si no le daban ni ropa de trabajo”.
Gonzalo Luna era el tercero de cinco hermanos varones y vivía con su madre, a la vuelta del taller donde se produjo el accidente. Los familiares de Miguel Romero comentaron que él continuaba internado en estado delicado y que tenía quemaduras en un 40 por ciento del cuerpo.