Fue en Rioja al 4100. La madera, denunció el dueño del local afectado, entró «como una lanza» desde el quinto piso, pasó cerca del hermano y destruyó un tablero. Dijo que no es el primer problema de este tipo. En otro edificio en construcción que ya tenía malos antecedentes denunciaron inseguridad laboral.
Son los lados oscuros del boom de la construcción. Una obra de Rioja al 4100 fue denunciada por un vecino lindero que dice haber sufrido innumerables inconvenientes y al que ayer le cayó una tirante de madera desde el quinto piso, mientras que otra que ya venía con malos antecedentes fue objeto de una protesta gremial porque las condiciones de seguridad no serían las adecuadas y se cuestiona también el monto que se le paga a los obreros.
Al lado del edificio en construcción de Rioja al 4100 hay un taller de limpieza. Su dueño relató que desde que empezó la obra empezaron los problemas para él. Paredes rajadas, canaletas que se tapan con los escombros y producen humedad que le impide usar algunos equipos eléctricos, eran algunos de ellos.
Los responsable de la obra, dijo, le prometieron que le iban a solucionar todo cuando termine la obra. Pero la gota que rebalsó el vaso llegó ayer, cuando cayó un tirante desde el quinto piso, rompió el techo y le pasó muy cerca al hermano del dueño del taller, destruyendo un tablero.
“Vino un albañil a pedir diculpas, dijo que había sido un accidente”, relató. Pero no lo conformaron. Contó que entonces lo llamó el arquitecto que le pidió: “No me pares la obra ahora que ya hormigonamos el quinto piso y se terminan los problemas”.
Pero igual llamó a la GUM, que prometió que este martes iría Obras Particulares. Como sea, el dueño del taller ya advirtió que llevará el tema a la Justicia.
Mientras tanto, en la misma obra de Rivadavia entre Oroño y Balcarce de donde se había desprendido un pedazo de madera que destruyó una fuente vecina, este martes una manifestación gremial pidió mejores condiciones de seguridad y de trabajo.