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Un obrero murió atacado por un enjambre de abejas

Falleció de un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de la gran cantidad de picaduras. Fue cuando trabajaba en la reparación de un camino junto a otros dos operarios que también fueron acechados por los insectos.

La víctima fatal, que murió por un paro cardiorrespiratorio a raíz de la gran cantidad de picaduras que recibió en casi todo el cuerpo, fue identificada como Raúl Alberto Roldán, de 52 años, oriundo del barrio Unión Obrera de la ciudad de Loreto, a 50 kilómetros de la capital.

El ataque se produjo ayer a la tarde, alrededor de 15, cuando los tres empleados trabajaban en el mejoramiento de un camino vecinal de la localidad de Percas, localizada a 17 kilómetros de la localidad de Brea Pozo, cabecera del departamento San Martín.

Mario Trejo, uno de los empleados viales relató al diario local El Liberal que, cuando se produjo el ataque, Roldan estaba al mando de un tractor que arrastraba una pala mecánica conducida por Elpidio Orellana.

En determinado momento, Trejo alcanzó a ver por el espejo retrovisor de la motonoviladora que operaba que ambos compañeros se arrojaban a un canal que corre junto al camino vecinal.

«Era increíble, las abejas aparecían de todos lados, y provocaban un zumbido aterrador», expresó Trejo conmovido por la pérdida de su compañero.

Al descender de la motoniveladora Trejo advirtió que Roldán salía del agua para apagar el motor del tractor que había dejado encendido al ser atacado por el enjambre.

Pero al regresar al canal las abejas volvieron con un ataque letal. «Me arrimé un poco más y ví que Raúl intentaba sacarse las abejas de la cara; le grité que corriera.

En ese instante las abejas comenzaron a atacarme, corrí hasta la máquina, puse el acelerador de mano y me arrimé al humo del caño de escape; el humo las ahuyentó», relató.

Orellana pudo salvarse porque salió del agua y corrió unos 700 metros hasta refugiarse en la casa de un vecino de la zona, aunque durante el trayecto siguió recibiendo las picaduras de los enfurecidos insectos.

Los aguijonazos provocaron un paro cardíaco que terminó con la vida de Roldán, cuyo cad ver permaneció en el suelo cubierto de abejas durante más de tres horas, hasta que fueron ahuyentadas con humo por personal de Bomberos de la Policía de la Provincia y efectivos de la Unidad Regional número 5 de Loreto.

En tanto, Orellana permanece con pronóstico reservado en la unidad de Cuidados Intensivos de un centro de salud privado de la ciudad capital, donde fue derivado despu‚s de ser asistido en el hospital de Loreto.

Fuente: www.infobae.com

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