Fuego en Piñero. La planta de Gier está ubicada sobre la ruta 18, a unos dos kilómetros de Rosario.
El operario estaba soldando un camión cisterna vacío cuando, al parecer, una chispa provocó la detonación.
Un operario murió y otro trabajador resultó herido como consecuencia de una explosión en una empresa de limpieza y procesamiento de residuos contaminantes ubicada en la ruta 18, 1.500 metros al sur de Puente Gallego. En principio, el incendio se desató cuando el hombre fallecido soldaba la parte trasera de un camión cisterna que se utiliza para transporte de petróleo, aunque en ese momento estaba vacío. Se estima que la detonación ocurrió cuando una chispa entró en contacto con los gases combustibles alojados en el tanque. El incendio no se extendió a las instalaciones ni a otros vehículos situados a escasos metros porque fue contenido por bomberos de distintas dotaciones.
El accidente se produjo alrededor de la 13 de ayer en Gier Servicios Ambientales, una planta de decantación de residuos industriales situada sobre la mano oeste de la ruta 18 a la altura del kilómetro 2 (Ovidio Lagos al 10300). La firma se dedica a la recolección y disposición final de residuos generados en embarcaciones. Por ejemplo, se limpian las cisternas de los buques y tanques de combustibles, y luego se trasladan los líquidos extraídos hasta la planta al sur de Rosario para su refinamiento. Los hidrocarburos reciclados luego son vendidos.
Según la investigación policial, el operario Juan Carlos Neyra estaba soldando el tanque de un camión cisterna que «se había pinchado», cuando las chispas de la soldadora entraron en contacto con gases explosivos de restos de combustible que había en el tanque y eso provocó una explosión y el posterior incendió. La detonación le hizo volar la tapa cilíndrica posterior al camión que quedó «totalmente destruido», según dijo un vocero consultado.
Neira, de 43 años, falleció en el acto y los bomberos encontraron su cuerpo carbonizado, luego de que la onda expansiva despidiera su cuerpo a unos dos metros del camión. En tanto, otro trabajador identificado como Daniel Maldonado, de 54 años, fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez y luego derivado al Sanatorio Británico. Ayer se presumía que sus lesiones no revestían gravedad.
Las llamas estuvieron a punto de alcanzar otros dos camiones cisterna, uno de ellos cargado con combustible, que estaban estacionados a menos de 15 metros del lugar de la detonación. Al predio acudieron dotaciones de Bomberos Zapadores de Rosario, Bomberos Voluntarios de Alvarez, Defensa Civil, Brigada de Explosivos, Criminalística, personal de la subcomisaría 4ª de Piñero y empleados de la empresa concesionaria de la ruta.
«Peligro de muerte»
Dos carteles colgados sobre el perímetro de la planta, al costado del portón de ingreso, advierten que en el lugar se trabaja con sustancias de riesgo: «Entrada prohibida. Peligro de muerte», alertan los letreros. La planta funciona en un predio parquizado con un estacionamiento techado. Detrás de una casa colonial situada al frente, con aljibe y parrillero, se alza una construcción de estilo industrial, de dos plantas. Junto a esa edificación estaba estacionado el camión que ardió.
La policía adjudicó el accidente al trabajo de soldadura porque eso fue lo que comentaron los otros empleados que estaban en el lugar. «Ellos dijeron que el incendio tardó mucho en apagarse y que no pudieron hacer nada por salvar la vida de la víctima», dijo una fuente policial.
«El fuego afectó el tanque del camión y la ropa del operario, que no llevaba más de un año en la empresa. El fuego no se extendió demasiado porque se desató en un lugar abierto y descampado», describió Carlos Quintana, segundo jefe de la subcomisaría 4ª. La investigación quedó en manos del juez de Instrucción Nº8, Juan José Pazos.
«Cuando llegamos el fuego estaba controlado pero asistimos en el enfriamiento del lugar porque había otros camiones cargados con petróleo alrededor y teníamos que evitar un desastre aún peor», dijo al retirarse de la planta el jefe de los bomberos voluntarios de Alvarez, Marcelo Aguilera.
Desde un caserío situado a unos 300 metros de la planta, uno de los vecinos llamó a los bomberos al escuchar la detonación, que se advirtió desde varios kilómetros. «Estaba en mi casa cuando sentí una explosión, escuché los gritos y vi el humo. Era una bola de fuego enorme, parecía una película. Volaron pedazos de fierro por todos lados», comentó Luis, de 30 años, sin bajar de la bicicleta con la que llegó a curiosear desde el humilde barrio Terraplén de la localidad de Alvear, ubicado al este de la ruta.
«Estábamos sentados bajo un galpón y de repente se movió todo», contó Ariel, un joven de 19 años que trabaja en un obrador de la empresa constructora Savic, ubicado enfrente de la planta de Gier, bajo una torre de alta tensión. «El problema es que en ese lugar trabajan con fueloil y gasoil sin procesar, y eso arde con facilidad», deslizó. En la firma Gier, en tanto, no fue posible contactar a un responsable. «Estoy shockeada. Nunca pensé que iba a pasar por una cosa así», se excusó una empleada de la firma y compañera de Neyra.