Tiene 20 años, sufrió un grave accidente de tránsito mientras trabajaba y está en el hospital Santa Isabel de Hungría. La Justicia exigió a la aseguradora hacer las modificaciones en su vivienda para que se produzca la externación.
El joven que sufrió un grave accidente laboral en 2019 y debía ser trasladado desde la clínica Santa Isabel de Hungría a su domicilio para evitar un posible contagio de coronavirus, sigue internado en el centro asistencial privado. Pese a que la Justicia emitió una resolución urgente para que una aseguradora de riesgos del trabajo (ART) se haga cargo de las terapias y de las modificaciones necesarias a su vivienda, la familia denunció que hasta el momento sólo recibió un colchón antiescaras y «un par de cosas más».
“Seguimos sin novedades, sin comunicación con la ART”, aseguró la mamá del muchacho. Y recalcó: “No nos han llamado para decirnos cuándo nos van a poner las cosas que faltan. Es una locura”.
Ante esta situación, el abogado de la familia presentó en la Justicia un reclamo por el supuesto incumplimiento de Federación Patronal ART, que también ofreció sus explicaciones a los jueces de la Sexta Cámara de Trabajo.
El caso
E. M. tiene 20 años y sufrió lesiones gravísimas en un siniestro vial ocurrido en noviembre de 2019, cuando volvía de San Juan junto a otros tres empleados de una empresa que ofrece servicios de barras móviles para eventos. Si bien su estado actual es estable, presenta una discapacidad severa y necesita atención continua. Tiene síndrome de Vigil respuesta, cuadriparesia espástica y ashworth 2-3/ 4 (escala modificada), entre otras afecciones.
Tras el accidente en la ruta nacional 40 fue derivado al Hospital Guillermo Rawson de la capital sanjuanina. Allí permaneció hasta mediados de enero de este año en terapia intensiva, cuando fue trasladado al hospital privado de Guaymallén.
Los médicos que lo atienden recomendaron su externación porque la emergencia sanitaria limitó el acceso a las instalaciones donde hacía las rehabilitaciones y para evitar un posible contagio de coronavirus.
La ART realizó algunas modificaciones necesarias en la vivienda (construcción de una rampa de acceso, modificación del baño e instalación de una cama ortopédica en una de las habitaciones), pero fueron insuficientes. Por ese motivo los padres de E.M. acudieron a la Justicia.
El jueves 27 de agosto ingresó una medida autosatisfactiva (urgente) y ese mismo día los jueces de la Sexta Cámara de Trabajo ordenaron a Federación Patronal ART el cumplimiento “con carácter de urgente” de todo lo solicitado por los padres, como así también otorgue las prestaciones médicas y acondicionamiento de lugar, indicadas por el médico fisiatra en forma «inmediata”.
Según consta en la resolución judicial, en el caso de incumplimiento, “la demandada se hará pasible de la aplicación de astreintes (multas), cuyo monto será fijado oportunamente por el Tribunal”.
Según la familia del joven, la prestadora de salud contratada por la ART sólo cumplió con un colchón anti escaras «y un par de cosas más». Por eso busca una respuesta definitiva y que E. M. regrese a su casa.
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