Fracturas de vértebras, piernas y demás heridas sufrieron quienes trabajaban en un andamio montado en una obra en la Chimenea 4 del área de Coquería. Techint factura fortunas a costa de la vida y la salud de miles de obreros.
Según información difundida por la propia empresa Ternium Siderar de San Nicolás (propiedad del Grupo Techint), alrededor de las 6:40 de este lunes se produjo “un accidente en la obra de Chimenea 4 en el área de Coquería en Planta General Savio. Se vieron afectados 6 empleados de nacionalidad española de la empresa Dominion que se encontraban realizando tareas de demolición de una chimenea en el sector”.
Los trabajadores heridos son José Francisco Rodríguez Delgado, quien por la fractura de tres de sus vértebras es quien llevó la peor parte; Enrique Pallares, quien sufrió fracturas en ambas piernas y debió ser operado de urgencia; Oscar Acuña, con una luxación de hombro y una posible fractura en el pie; Juan Rodríguez Delgado con una lesión importante en una pierna; David Gómez Gala y Sergio Ramírez, estos dos últimos con heridas leves.
Todos fueron derivados desde el Servicio Médico de Planta al Sanatorio Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, perteneciente a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Según el comunicado de Ternium Siderar, “se está llevando adelante la investigación para determinar con precisión las causas del accidente”. La obra en cuestión era la demolición de la chimenea, “utilizando una plataforma específica, formada con tres anillos circulares de zunchado que lo amarra a la chimenea”.
En esa plataforma estaban trabajando los seis operarios de la tercerizada española Dominion cuando los amarres cedieron y cayeron desde una altura aproximada de diez metros.
Ternium Siderar pertenece al grupo multinacional Techint, propiedad de la familia Rocca, uno de los grupos empresarios con mayores niveles de negociados con el Estado desde hace décadas y con mayores niveles de superexplotación obrera. De hecho en sus plantas ubicadas en diferentes partes del país las muertes de operarios en condiciones de trabajo precarias (muchas veces pertenecientes a empresas tercerizadas que realizan tareas dentro de las plantas) así como graves accidentes son moneda corriente.
A su vez Techint es uno de los grupos empresarios con mayor involucramiento en megaobras como Vaca Muerta. Todo lo cual indica que si en las plantas de ese grupo se producen este tipo de accidentes no es por falta de recursos ni mucho menos, sino por una desidia deliberada.
Esa desidia, huelga decirlo, tiene responsables directos, empezando por la propia patronal, siguiendo por el Estado y sus organismos de control y, por su puesto, por la dirección burocrática y traidora de la UOM que lleva años mirando para otro lado, “entregando” por migajas la vida de miles de obreros a los designios empresarios.
Las heridas de los seis operarios españoles accidentados este lunes en San Nicolás no son obras ni del destino ni de la mala suerte. Son consecuencias directas de la precarización laboral, de la que solo se benefician las patronales y sus aliados sindicales.
Una vez más, se impone la necesidad de los trabajadores y las trabajadoras de Techint comiencen a discutir colectivamente el por qué de estos accidentes totalmente evitables, cómo pueden evitarse y de qué manera la patronal y la burocracia sindical cómplice deben hacerse cargo de que esto nunca más vuelva a ocurrir. La vida de todos y todas valen mucho más que las ganancias multimillonarias de un puñado de familias.