Atado a una silla que le priva de sus movimientos psicomotores, lejos de su patria e hijos, sin los recursos suficientes para regresar a ellos y acercándosele el plazo en que tenga que salir de la casa que le proveyó la empresa para la cual trabajaba, se encuentra Félix María Escudero Rodríguez.
Él sufrió un accidente de trabajo el 26 de abril de 2009, mientras laboraba para la empresa colombiana Líneas y Montajes Eléctricos de Panamá, S.A (LIMEL, S.A).
Su preocupación es demasiada pues no recibe ayuda de ningún lado. (Elmer Caballero)
Escudero quedó impedido para caminar y desprovisto de cualquier sostén económico.
«Estaba en la parte alta del campamento, levanté una manila y al jalar con fuerza, me fui al suelo; caí sentado y el resto es historia, expresó Félix María.
Rubiela Harris, fisioterapeuta de profesión, señaló que la lesión es completa. Ella estuvo trabajando con Escudero por cuatro meses para desarrollar los brazos y el tronco, de manera tal, que fuese más fácil su traslado de la cama a la silla y viceversa.
A dos años y un mes del accidente, la empresa LIMEL, S.A, no ha realizado el pago de B/9,035.52, que le ordenó pagar la Caja del Seguro Social (en concepto de indemnización) por motivo de invalidez temporal y pensión provisional. Lo preocupante en este caso, es que la nombrada compañía se declaró en quiebra, poco después del accidente de Escudero. Pero, al parecer, según el propio obrero, todo se ha hecho con el fin de eludir las leyes y normativas panameñas.
Escudero reside actualmente en un barrio de la ciudad de David, ubicado en Calle Séptima final. Sus preocupaciones lo asedian por doquier. El 16 de junio tendrá que salir del inmueble, sin saber a dónde irá.
«He recurrido ya a todas las instancias posibles. Por mis hijos, necesito que alguien en este país, me ayude con mi situación y, de esta manera, pueda yo regresar a Colombia al lado de mi familia», agregó Escudero.