En la construcción de instalaciones para el campeonato mundial de fútbol 2022 en Qatar se emplea el trabajo forzado de los migrantes.
Actualmente esta información del rotativo británico The Guardian es verificada por el Comité Organizador Internacional del Campeonato. Las averiguaciones informales de los reporteros y defensores de los derechos humanos confirman ya las condiciones de esclavitud en las que trabajan los obreros extranjeros. Nicolas McGihan, especialista en problemas de países del Golfo Pérsico, de la organización Human Rights Watch, contó en entrevista a nuestra emisora cuán graves son las violaciones de los derechos humanos y de las normas de protección del trabajo en Qatar.
¿En qué grado son graves las violaciones de los derechos humanos y de las normas de protección del trabajo en Qatar? ¿Los obreros nepaleses son de veras tratados como esclavos?
–Sí, las violaciones son muy graves. A los obreros les retienen sus pasaportes y les acumulan deudas de pago de salarios, carecen de protección sindical y de acceso a la justicia. Todo esto facilita la coerción al trabajo. Si Usted considera que el trabajo forzado se diferencia de la esclavitud, Usted no diría que esto se parece al trabajo forzado.
¿Ha tratado alguna organización pro derechos humanos de poner al descubierto los abusos o hacer esfuerzos por defender los derechos de los obreros nepaleses?
–Sí, Human Rights Watch publicó un informe sobre esta cuestión en junio del año pasado y Human Rights Watch es una de las entidades que durante muchos años realizan campañas sobre esta cuestión en toda la región. El Movimiento Sindical Internacional ocupa una posición muy seria e importantes grupos raciales examinan esta cuestión. Así que ha habido ya mucha crítica.
El Ministerio de Trabajo de Qatar declara que tiene estrictas normas de seguridad de los trabajadores y de pago de salarios. ¿Puede la Organización Internacional del Trabajo (OIT) intervenir y enseñar infracciones que el Ministerio de Trabajo local pretende ocultar?
–La Organización Internacional del Trabajo en la práctica no entra en conflicto con los gobiernos. La OIT prefiere trabajar junto con los gobiernos, resolver problemas, ofreciéndoles consultas y asistencia. De esta manera, la OIT no intervendrá en el caso dado, si bien hizo declaraciones muy críticas. El ministro de trabajo de Qatar insiste en que en el país existen leyes, pero las leyes son buenas si son confirmadas por algo. De modo que las leyes de Qatar garantizan una protección teórica del trabajo y no la real.
¿Posee Qatar de recursos indispensables para garantizar las condiciones de trabajo normales u pagar salarios a todos los obreros de la región, ocupados en la construcción de obras para el campeonato mundial 2022?
–Se sabe a ciencia cierta que sí tiene tales posibilidades. Es la cuestión de la voluntad política. Si el nuevo líder de Qatar quiere aclarar la situación, puede hacerlo. No es cuestión financiera, esta cuestión consiste en convencer al pueblo de Qatar, a los negociantes de Qatar de que no deban mantener a los obreros en condiciones de esclavitud. Hasta la fecha no está claro si toma tal decisión o no. Pero los defensores de los derechos humanos esperan que proceda así.
¿Cómo le parece: si este trato duro persiste, podrá esto llevar a la transferencia del campeonato mundial de fútbol 2022 de Qatar a otro país?
–Por supuesto, Qatar se encuentra bajo una fuerte presión y dichas declaraciones no harán otra cosa que acentuar la presión que desde el inicio se ejercía en su deseo de pasar la Copa Mundial a otro país. Es para ellos una posibilidad fantástica para desempeñar el papel rector en esta cuestión y para cerciorarse de que es la herencia positiva de la Copa Mundial de Fútbol. Es lo que queremos de ellos. Queremos que ellos vean que esto es bien posible.
Natalia Kovalenko