La Habana, 21 nov. Entre los factores que inciden en la ocurrencia de accidentes de trabajo y que dependen casi exclusivamente de la acción del hombre, figuran entre los más comunes, la deficiente organización de la labor y los procedimientos inseguros.
En la prevención de accidentes resulta vital el uso correcto de los equipos de protección, subraya hoy una nota de Granma sobre el tema, la cual ilustra con el hecho de que predominen las caídas, los contactos con la corriente eléctrica y los accidentes de tránsito.
No obstante, Cuba exhibe una incidencia de un lesionado por cada mil trabajadores activos, mientras en otras naciones del área este mismo indicador puede ser superior a 50.
La Ley 13/1977, sobre la protección e higiene del trabajo, tiene como objetivo garantizar condiciones laborales seguras y adecuadas, prevenir accidentes del trabajo y contribuir a la prevención de las enfermedades profesionales.
Se pone como ejemplo la escuela taller Gaspar Melchor de Jovellanos —en La Habana Vieja—, donde junto con el estudio de las especialidades de cantería, albañilería, carpintería, plomería, entre otras, de dan clases de salud y seguridad en el trabajo.
Su director, Eduardo González Delgado, recalca el hecho de que no han tenido que lamentar accidentes durante los últimos cinco años.
Aunque Cuba mejora en cuanto a la protección del trabajador, sobre estas cuestiones todo empeño es poco, y todo índice alto, si de accidentes prevenibles se trata, concluye Granma. (AIN)