Ocurrió esta tarde en Junín. Investigan si murió asfixiado por inhalar gases tóxicos.
El operario de una bodega murió esta tarde mientras realizaba tareas de limpieza en una pileta que se usa para el acopio de vino, informaron fuente del Ministerio de Seguridad.
Según se informó, la víctima se llama Pablo Rosales (30) y el triste hecho ocurrió en una propiedad ubicada en calle Las Violetas del distrito Alto Verde.
El hombre estaba realizando tareas de limpieza cuando, por razones que se investigan, se desvaneció. Cuando sus compañeros se dieron cuenta de lo sucedido dieron aviso al 911. Al llegar los médicos, sólo pudieron constatar su deceso.
El parte policial indica, que Rosales falleció asfixiado posiblemente por los gases que emanaba los líquidos con los que trabajaba.
El caso está en manos de la Oficina Fiscal 12 de San Martín.